Capítulo 3: No te comprometas

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El tatuaje de Iron Man es un hecho. Va a suceder. Jimin le enseñó el diseño en el que su amigo tatuador estuvo trabajando toda la semana y simplemente le había encantado. Era tal y cómo lo quería, de trazos gruesos con sombras ligeramente rojas pero sin llegar a colorear el diseño.

- ¿No prefieres hacértelo en un sitio más escondido? —comenta el mayor mientras se recorren ese camino a la casa del tatuador que ya le resulta conocido a Jungkook.

- ¿Más escondido que en el cuello, hyung? — responde el pelinegro sin prestarle mucha atención. Está intentando caminar sin pisar las lineas del suelo.— Te he dicho que mis padres no van a enterarse...

- No lo harán si te lo haces, por ejemplo... —coloca una mano en la nuca de su amigo y empieza a masajear mientras piensa.—... en la planta del pie —Jungkook le fulmina con la mirada.— solo es una de las muchas opciones posibles.

- El cuello es lo más discreto que existe.

- El culo — Jungkook se gira extrañado, mirándole alzando una ceja. Jimin sonríe.— Solo propongo opciones... —coloca un dedo en su labio inferior, pensativo, y niega al instante varias veces.— Mejor no. Ese lugar es demasiado privilegiado como para mancharlo con un diseño friki.

- A veces me das ganas de esperarme unos años, conseguir el dinero y la mayoría de edad, y hacerlo todo yo solo.

- ¿Sin mí? —rodea con el brazo al menor y le arrima a él, poniendo un adorable puchero. Jungkook rueda los ojos.

- Especialmente sin ti — Jimin pestañea varias veces acentuando la expresión de pena y el menor no puede evitar reír.— Al menos me llevo algo bueno de esta experiencia.

- Estoy casi seguro de que no te refieres a mi compañía... — espera una respuesta y como no la recibe, prosigue.— ¿Qué te llevas entonces?

- V — lo pronuncia con admiración y ahora es el mayor quien rueda los ojos.

- Taehyung —le da una palmadita en la cabeza y asiente — es el mejor que vas a encontrar. De nada.


Jungkook se lo agradece en ese momento sin saber lo mucho más que se lo va a agradecer en el futuro.

Cuando llegan al apartamento de Taehyung los nervios comienzan a recorrer de nuevo al menor. Se siente inseguro, como si pudiera estropearlo todo. ¿Estropear el qué? ¿Una cita para tatuarse? No parece un gran problema a simple vista, pero en su interior se siente como uno enorme.

Jimin se queda sentado en la mesa del ordenador, tomándose la confianza para elegir la música y cotillear por la web. No debe ser una molestia porque el tatuador ni se inmuta. Directamente se dirige a Jungkook con un papel en la mano y se lo tiende.

- ¿Te gusta? — el menor asiente antes de verlo detenidamente. Ha revisado lo suficiente la imagen en el móvil de Jimin como para no sentirse seguro ahora.— Era sencillo. De cualquier manera, si quieres cambiar cualquier cosa, no dudes e-

- Es perfecto — le tiende el papel y la sonrisa del menor deslumbra al tatuador— no quiero cambiar nada.


El castaño sonríe satisfecho y le da una pequeña palmada en la cabeza. Ese gesto se siente completamente cálido para Jungkook quien no puede esperar a que se vuelva repetir por extraño que pueda sentirse. Es un amigo de Jimin. Es un simple tatuador.

Pero le gusta tanto todo lo que hace y cómo hace las cosas que la admiración aparece por sí sola. Sí. Admira a ese chico en todos los sentidos. Admira las palabras que usa al hablar, la ropa que viste o los pendientes que lleva. Incluso admira su altura.

Un tatuaje es para toda la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora