Hoy al fin terminaré esto, parece muy poco, pero es algo que resume todo lo que he sentido.
¿Sabes qué? Me gustaría ver tu cara al leer esto, la que escribía eras tú y mírate, leyendo algo mío, no creo que des cabida a lo que tus ojos observan. Creo que tu rostro hará un gran gesto de sorpresa o intriga, cualquiera de las dos me hacen ganar, luego sonreirás e irás a darme un gran beso en mi mejilla sin siquiera leerlo, eso confirmaría que vale más la intención que lo dado, porque bueno, no tengo tu don para la escritura y esto son solo trozos de papel que he intentado llenar con palabras repetidas y obsoletas, pero espero que reflejen lo que siento.
Se cumplen treinta años desde la primera vez que te vi, aquella niña que no sabía que cambiaría mi vida, que crecería junto a mí haciéndome crecer, inspirándome hacer cosas impensadas, quitando mi temor y remplazándola por valentía, sin ti nada de mi vida sería igual.
En ocasiones me sentí abandonado, tirado solo en mi cuarto sin lograr pensar en nada, y sin embargo ahí estabas tú, eres mi constante en estos treinta años y espero que la rutina haya sido tan gratificante como lo fue para mí.
No sé cómo expresarlo, he escrito todo esto y ahora al final mírame, no sé que poner, estoy nervioso y es inquietante... ¿pero sabes qué? Creo que es el momento en el que yo sea quien dé el primer paso.
Así qué, ¿quieres pasar el resto de tu vida a mi lado, ahora siendo mi esposa?
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La Rutina del Girasol
RomanceUn día cualquiera de navidad, mientras la rutina lo sumía en la televisión, tocaron a su puerta, y desde ese momento el niño al que le interesaba solamente pasar el día a día, encontró una nueva obsesión. Pasaban los años, y casi tan religiosamente...
