ᴛʜʀᴇᴇ

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No sabía en qué momento había aprendido a correr tan rápido, si siempre fue el chico llenito que se quedaba sentado después de educación física.

Sin embargo, pudo llegar a tiempo. Llegó y si, pudo ver qué la mayoría de sus compañeros estaban ahí, incluso Frank, que, al verlo llegar, se movió entre toda aquella gente con tal de llegar a Gerard. Por su parte, el pelinegro, al ver eso, busco una manera de salir de aquel apuro. Mirando a su alrededor, pudo notar ciertos cabellos ondulados.

— ¡Ray! ¡Hola! —

Gritó casi lo más fuerte que pudo, mientras se acercaba al mismo. Ray miró para ver quién le llamaba y al ver a Gerard también sonrió, acercándose al mismo hasta encontrarse. Aunque Frank lo seguía, demonios ¿También lo conocía?

— Hola Gerard, Frank, es un gusto verlos muchachos —

Mencionó el chico. Gerard quedó como en una especie de shock, demonios, su plan no había funcionado. Así, Billie salió y les pidió a todos que se reunieran, Ray les dijo que tenían que volver al trabajo y eso hicieron, Frank y Gerard caminaron juntos, en total silencio. Billie solo mencionó que deberían trabajar en parejas las próximas tres semanas, pues necesitaban terminar de editar ese mismo disco, junto a la portada y contraportada, los encargados de diseño eran exactamente Frank, Gerard y otros dos compañeros más.

Antes de que Gerard pudiera decir que trabajaba solo, Billie mencionó que quería que todos se llevarán bien, y exactamente en ese momento, Billie miró a Frank y a Gerard. Oh no, los había visto. Fue cuando Gerard se resigno, y solo suspiró

— ¿Lo hacemos juntos? —

Preguntó el tatuado al pelinegro, el cual solo asintió.

Estuvieron trabajando juntos todo el día. Frank estuvo hablando de lo que fue de el después de, aquel incidente, y haciendo énfasis en que había terminado con Jamia. ¿Quien era Jamia? Bueno, fue la chica que se entrometió en la vida de Frank y, gracias a ella, se podría decir que hizo que Frank rechazará a Gerard para que estuviera con ella. Mala idea si ahora le preguntas a Frank.

Aunque todo eso, no lo sabía Gerard, y era lo que había tratado de explicarle durante estos tres días. Sin embargo, está vez, no lo hizo, sintió que el ambiente estaba relajado por primera vez entre los dos, no quería arruinarlo.

¿Que te parece si le agregamos a Yoda? —

Mencionó Frank, mientras veía a Gerard, quien soltó una pequeña risa, haciendo que el corazón de Frank comenzará a latir rápidamente. Si, de eso Frank se había enamorado, de aquella risita tan bonita.

— Dudo que Yoda tenga algo que ver con Ghost B.C

Gerard solo sonrió, era la primera vez que lo hacía o al menos con Frank. El resto del día se la pasaron juntos, incluso comieron en la misma mesa, bueno, era un enorme paso para Frank.

Así el día terminó. Frank y Gerard estaban caminando a la salida, hasta que Frank se le ocurrió decir.

— Gerard... ¿Crees que seas capaz de perdonarme? Junto a todo lo que hice —

Gerard se quedó estático en su lugar y antes de que pudiera responder, un chico alto, rubio completamente y con barba se acercó a ambos, tomando a Frank del brazo. Que por cierto, ese agarre no era nada cariñoso, al contrario, veía como apretaba un poco el brazo de Frank.

— Es hora de irnos, enano —

Incluso Gerard se sintió intimidado con eso, cosa que lo hizo quedarse callado. Bob miró al pelinegro, riendo suavemente mientras ponía una mano en las mejillas del mismo.

— Oh Frank, ¿Quien es este ángel? —

Frank solo quitó la mano de Bob bruscamente de la cara de Gerard, mientras veía con odio a Bob. Gerard aún asustado, miró los ojos de Frank y con eso entendió. Tomó sus cosas y sin mirar atrás, se retiró. No sin antes escuchar como Frank decía.

— No le vuelvas a poner una mano encima, asqueroso —

Después de ahí, no escuchó nada más.

Simplemente salió casi corriendo a casa, ni siquiera tomo el autobús. Tardo más en llegar, pero le sirvió para su ansiedad. ¿De que? De saber que le habrá pasado a Frank, quien era ese tipo horrendo que se le acercó a Frank y exactamente qué quiere de él.

Al llegar a casa se dió una merecida ducha, se puso su pijama y se digno a ver nuevamente la televisión. Pasaron tres horas, ya eran las diez de la noche y esa vez, quería dormir temprano. Se fue a su habitación, dónde se escabulló entre las sábanas para poder dormir con tranquilidad.

Se había dormido por primera vez en su vida un poco temprano, para el ya era un pequeño avance, siendo que ahora lo hizo sin pastillas para dormir.

Eran las tres de la mañana, y recibió una llamada.

Algo adormilado, fue en busca de su teléfono. Paso por toda la casa, hasta encontrarlo en el sofá. Era Ray.

Suspiró y contesto, con un pesado tono de voz, estaba somnoliento aún, sin contar que eran las tres de la mañana. Al responder, escuchó a Ray

— Necesito que vengas, es Frank, está drogado —

Gerard juraba que se estaba quedando sin aire al escuchar eso, abrió los ojos como dos platos y simplemente soltó

— ¿¡QUE!? —

𝐁𝐫𝐨𝐤𝐞𝐧 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 - ᶠʳᵉʳᵃʳᵈDonde viven las historias. Descúbrelo ahora