ғɪᴠᴇ

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No había pasado mucho desde que Gerard comenzó a interrogar a Frank, Gerard solo intentaba juntar pequeñas piezas del enorme problema que tenía.

—¿Quién era ese que vino a buscarte ayer? ¿El te hizo esto? —

Preguntó Gerard. Frank por su parte bajo la mirada, tendría que decirle todo a Gerard y supuso que era justo, después de todo lo aceptó en su casa cuando sus condiciones no eran las mejores.

— Se llama Bob, es mi amigo, creo... En realidad lo conocí por qué somos compañeros en el departamento, vivimos ahí tres personas, Bob, Pete y yo, yo fuí el último en llegar. Al parecer, Pete jamás se dejó llevar por las malas influencias de Bob y, yo si, es muy grosero conmigo, me golpea si llego tarde y cosas así—

Gerard se sorprendió mientras escuchaba hablar a Frank sobre lo que ocurría, aunque, se le vino una sola pregunta a la mente.

— ¿Son pareja? —

— No, ni loco salgo con alguien así—

Respondió mientras Gerard solo asentía en señal de que había entendido. Era bastante curiosa la situación a decir verdad... Inclusive parecía sacada de algún libro de novelas, sin embargo, esto no era una historia inventada, era real, y tenía que hacer algo para ayudar.


— Tienes que ducharte, hueles a bar


Frank no tuvo de otra más que aceptar, entrando a la ducha, no sin que antes Gerard le prestará algunas prendas para él, mientras tanto, Gerard acomodaba su casa, no era un desastre, solo estaba un poco descuidada, y eso que únicamente la usaba para dormir.

No había caído en cuenta que literalmente había dormido con ex crush, no, eso no era una señal de que estuviera enamorado otra vez de él, claramente no lo estaba y tenía ese pensamiento grabado en la mente.

No sería tan fácil aceptar que Frank aún le gustaba, estaba decidido en lo que se habría prometido, no era un chico que se dejara pisotear varias veces y eso tuvo que aprenderlo a la mala, lamentablemente. Solo lo había perdonado y, estaba más que seguro que no iba a dejar que este sé metiera en sus sentimientos a hacer todo un desastre y terminar con un corazón roto.

Frank salió finalmente de la ducha, cuando salió, Gerard ya se estaba arreglando para ir al trabajo, Frank hizo lo mismo, al parecer tenían la misma costumbre de irse sin desayunar.

Ambos salieron de casa. Mientras caminaban hacia su trabajo, Gerard pudo notar que Frank intentaba tomar su mano y para evitar eso, puso las manos en su sudadera aislando cualquier contacto con Frank.

Quizás se veía grosero, pero claramente no iba a ceder.

No tardaron en llegar a la oficina, está vez, Billie los estaba esperando a los dos, lo cual era extraño, ya eran dos días consecutivos que tenían pequeñas sorpresas como esas al llegar. Está vez, estaba acompañado de una chica.

— Ustedes, vengan, les voy a presentar a Lindsay, es nueva en todo esto y creí que no había chicos más amables que ustedes para ayudarla a instalarse —

Mencionó el pelinegro que está vez tenía más ojeras de lo normal, la chica de cabello oscuro solo saludo con la mano, Frank y Gerard imitaron el gesto.

— Hola, es un gusto conocerlos, soy Lindsay Ann —

Gerard estaba inspirado a hablar, pero Frank comenzó antes de que el pudiera hacerlo.

— Soy Frank, él es Gerard —

Vaya, que seco había sonado eso. Miró algo confundido a Frank, pues este estaba fulminando con la mirada a la chica y viceversa, ¿Se conocían? Pareciera, pero si hubieran sido cercanos esperaba otro gesto.

— Gerard, yo le enseñaré el lugar, tu adelanta el trabajo, ¿Si? —

Asintió mientras iba a sentarse, esos dos se fueron, se quedó sentado sin hacer nada y pensando en lo que acababa de ver. Quizás eran ex's, o Frank estaba celoso, por qué la chica lo vio mucho a decir verdad

Al pensar lo último su corazón se aceleró, sus mejillas ardieron y solo negó incontables veces poniéndose a trabajar lo más rápido posible

(Eres un idiota Gerard Arthur Way)

Se maldijo internamente mientras seguía en el trabajo.

[...]

El almuerzo fue normal, nuevamente almorzó con Frank, sin embargo está vez sintió una mirada fulminante posada en ambos, prefirió no saber quién era, aún así era incómodo, para ambos, quienes terminaron comiendo debajo de un árbol del patio de la empresa.

[...]

Ya era hora de irse, tomó sus cosas e igual que la vez pasada, salió junto con Frank, hablaban de lo bien que les había quedado el trabajo, hasta que cruzaron aquella puerta corrediza, se despidieron y cada quien se fue por su lado, pero.

Gerard sintió una opresión en el pecho de solo pensar que Frank volvería a aquel infierno que llamaba "casa" juntó todo su orgullo y dignidad y las botó, mientras se giraba en sus tobillos para tomar la muñeca de Frank y detenerlo.

El tatuado volteo arqueando una ceja con confusión.

— N-no quiero que vuelvas a casa, ¡No es por nada! Pero ya sabes, con lo que me dijiste, no creo que sea muy sano que regreses a casa y no quiero otra vez ir por ti a un bar en la madrugada —

—Lindo, ve al grano —

Respondió Frank mientras esbozaba una pequeña sonrisa, Gerard se congelo con eso, pensando.

(No me sonrías así maldito de sonrisa perfecta, me haces mierda el mundo con una sola sonrisa)

— Quiero que te quedes a dormir conmigo, otra vez, está vez me aseguraré de inflar el colchón para que yo duerma ahí —

Frank rió, Gerard también, pero este último de los nervios de haber dicho eso, el tatuado solo se sintió enternecido por la acción del pelinegro.

— Está bien, pero tienes que prometerme un bote de helado y películas —

Gerard rió y asintió, mientras ambos cambian su rumbo, al supermercado más cercano, se sentían cómodos el uno con el otro, Frank por su parte solo sentía como se enamoraba más del pelinegro.

Gerard estaba más confundido que antes, pero, eso no importaba, no por ahora, y menos cuando ambos se estaban viendo con una ligera sonrisa

No quería enamorarse pero, ¿Lo estaba haciendo?

𝐁𝐫𝐨𝐤𝐞𝐧 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 - ᶠʳᵉʳᵃʳᵈDonde viven las historias. Descúbrelo ahora