Capítulo 1.

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¿Cómo he llegado aquí? ¿Cómo se ha convertido esto en mi vida? No es tan extraño que preguntas como estas le crucen la mente a uno cuando se encuentra a si mismo en una situación nada habitual, extraña incluso. Obviamente cruzaron mi mente al pretender saltar desde la ventana del cuarto de Louis, quedando uno de mis tacones de ocho centímetros clavado en el mugriento barro que cubría el jardín de la parte posterior de su casa. Deslicé mi otra pierna por el marco de la ventana, sintiendo sobre la piel desnuda un fuerte arañazo. Finalmente, una vez que planté ambos pies en el barro, obviamente quedando atrapada en este, me bajé de los malditos zapatos para agacharme y así despegarlos con ambas manos de un tirón. Mala idea, ya que ahora mis pies desnudos se encontraban hundidos en toda aquella húmeda mierda. Ew.

Volviendo a la pregunta original. ¿Cómo he llegado aquí? Bueno, eso realmente depende de por dónde quieras empezar. Tranquilamente podría decirte que dejé que Louis me sacara de aquel club para traerme a casa y así poder follarme a gusto, pero eso obviamente os haría plantearos qué hacía yo en busca de tal cosa en Sycodown, el club británico de Simon Cowell. Estas preguntas tienen su respuesta.

Supongo que se podría decir que todo comenzó cuando yo tenía cinco años y la estadounidense  de mi madre decidió que tenía que hacer ballet. Eso estaba bien, hasta el día en que mi padre decidió que tenía que tocar el piano. Ni siquiera discutieron, simplemente se comprometieron ambos, y ello conllevó a que pasara trece años de mi vida con ampollas en los dedos de las manos y de los pies. Como si eso no fuera bastante, tuve que aprender a cocinar. Tenía que tener las notas perfectas. Estar en casa antes de las siete, _____ (TN) . Arréglate las cejas, ___(TN). Ponte erguida, _____ (TN). Haz esto, haz lo otro, haz esto, haz aquello. Compórtate así. Compórtate asá. Come bien. Duerme bien. Se buena. Quítate ese horrible esmalte de uñas. (Coño, mamá, ¿piensas que no lo sé?)

En fin, así es como terminé tirándome a un chico cualquiera que conocí en un club. Qué, ¿necesitas más explicaciones? Si hubieras tenido un tapón en el culo durante más de media vida, ¿no querrías deshacerte de él de la forma que fuera?

Libertad, tío, eso es lo único que yo buscaba. A los dieciocho me fui del reformatorio a Holborn, Reino Unido y me saqué el grado de psicología en la UTD. Sabía que no conseguiría un trabajo decente con un grado en psicología si no me sacaba el doctorado o hacía un master, pero de momento eso no entraba en mis planes. Simplemente quería disfrutar de cuatro años de libertad. Pero cuando me gradué la realidad me estalló en la cara y necesitaba conseguir un trabajo para tener una vida propia. El trabajo perfecto no cayó del cielo, y la única cosa que después recuerdo, es estar viviendo de nuevo con ellos en Holborn. Mis padres. Y con un trabajo en Neiman Marcus. Viva la universidad.

Eran mucho más liberales por alguna extraña razón. Parecía que finalmente me veían como a un adulto y su reinado parental se había terminado. O simplemente se dieron cuenta de que hicieron todo lo que pudieron y que lo que fuera que fuera a pasar, pasaría. Así que empecé a salir por ahí con Jenny de nuevo. Conoces a Jenny, ¿verdad? Ella era la típica amiga ligera de cascos que tenías en el instituto y que realmente nunca respetaste pero salías con ella simplemente porque estaba ahí.

Jenny fue la que me llevó al Sycodown, que era básicamente el club más increíble que puedes encontrar. En el mundo. Y punto. O quizás yo lo veía así porque raramente salía por clubs o pubs, pero de verdad pensé que aquel sitio era la polla. Había peceras iluminadas por las paredes que cualquier idiota borracho se podría quedar observando durante horas, y los lavabos eran de mármol blanco, perfectamente cuidados y limpios. Quizás no suene tan guay, pero creedme, lo era. Los baños estaban llenos de caramelos y condones y cigarros, y la mujer que te atendía en estos era la persona más agradable que te puedes encontrar en la vida. La música era buena siempre, porque los DJs solían poner las mejores mezclas de canciones nuevas y viejas, y también ponían a veces alguna que otra canción pop. 

Addictive Paradise. (Zayn y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora