Addictive Paradise. (Zayn y tú)

Capítulo 8.

Quería estar con Zayn.

Quería despertarme cada mañana con él e irme a la cama por las noches también con él. Quería que me cantara hasta dormirme. Quería ser la primera en escuchar las canciones que estaba componiendo, y quería irme de casa de mis padres para conseguir un sitio en el que estar solo con él. Quería hacerle el desayuno todas las mañanas, y cotillear sobre las noticias.

Y le odiaba por ello, ya que naturalmente quería follarme a alguien más.

Vale, sé lo que vais a pensar. Y tenéis razón, no me voy a defender, porque sé que fue estúpido lo que hice a continuación. Pero pasó lo que pasó.

Jenny y yo estábamos haciendo el tonto en la pista, y no tenía ni idea de dónde Zayn podría estar. Pero sabía dónde estaba Niall. Estaba detrás de mí, con las manos posadas sobre mis caderas mientras yo me movía al ritmo contra él. Lo suficientemente inocente para no levantar sospechas.

Siempre tuve curiosidad por Niall, parecía el más ‘rebelde’ de todos excluyendo a Daniel, que ese estaba fuera de control. Acercó la cara hacia mi hombro, dejando los labios cerca de mi oído. Creo que tenía curiosidad por saber qué despertaría en mi ese gesto, así que eché la cabeza ligeramente hacia atrás, invitándole a esa posición.

“Bueno, entonces qué,” Comenzó preguntando. “¿Eres la novia de Zayn, o no?”

Mi cara se tensó. “¡No! ¿Qué te hace pensar eso?”

Pude adivinar la sonrisa que se dibujó en su cara junto con su respiración sobre mi mejilla. “Solo preguntaba.”

Cada movimiento del cuerpo de Niall estaba saturado con sexo, y yo no pretendía quejarme por ello. Se le veía realmente bien allí arriba cantando 6’7, y él todavía era territorio inexplorado. Las ganas se me volvieron a despertar.

Su siguiente gesto me sorprendió. Mucho. Deslizó una de las manos hacia el interior de mis muslos lentamente, y pude sentir sus dedos viajar hasta la Ciudad Prohibida. La primera reacción que una chica buena tuvo que haber tenido, hubiera sido apartarle la mano rápidamente, pero no lo hice. Había muchísima gente alrededor, y Jenny estaba ya distraída con Liam. Nadie podía ver lo que estaba haciendo y era excitante.

“Me gusta como bailas.” Dijo.

Giré la cara ligeramente para mirarle, y hasta ahora no me había dado cuenta de lo mono que era. Se mordió el labio inferior.

“Gracias,” Le dije, observándole detenidamente.

Él ladeó una sonrisa. “Vamos.”

Cogió mi mano y me condujo entre la multitud hasta una de las esquinas del club, al baño. ¿El baño? Si, el baño de mujeres. Abrió la puerta, y allí estaba aquella menuda y preciosa mujer vigilando. Sus ojos se abrieron con curiosidad al vernos entrar, y sobretodo al Niall acercarse y susurrarle algo. Ella asintió.

En ese momento fue cuando me di cuenta de que iba a practicar sexo en un baño público.