Addictive Paradise. (Zayn y tú)

Capítulo 15.

Deseo. Sexo. Drogas. Destrucción. Fuego. Sangre. Armas. Miedo. Enfado. Flores falsas. Los ojos de Zayn. Negación. Aceptación. Indiferencia.

Me levanté con un grito por una pesadilla prácticamente imposible de describir. El sol estaba ya alto en el cielo, pero conscientemente, había decidido no preocuparme por el tiempo. Me sentí decepcionada cuando vi que Zayn no estaba junto a mí, pero extrañamente aliviada a la vez. Me deslicé sobre las sábanas y bajé del coche, sintiendo el dolor en mis músculos que aún se recuperaban de la falta de sueño, y le vi sentado en la verde hierba con el clásico gesto de Zayn. El ceño fruncido y al menos ocho colillas a su lado. Su cara estaba absorta en aquel cuaderno de espiral negra.

“¿Qué haces?” Pregunté.

“Lo que escribiste aquí,” Dijo. “Es intenso.”

Me senté junto a él. “No deberías leer las cosas que alguien ha escrito sin preguntarles.”

“Es mi cuaderno,” Dijo él. “Es juego limpio.” Pasó una página. “Farmers in the midwest need good land for their work so they can grow flowers, huh?” Me miró. “¿Qué quieres decir con eso?”

“Es algo muy personal,” Dije, deslizando los dedos de una mano por la fresca hierba.

“Qué, ¿no confías en mí?” Preguntó. “Quiero saber qué es lo que sientes. Dímelo.”

“Si la situación fuera al revés, te enfadarías,” Dije.

“No, no lo haría.”

Asentí despacio. “Claro que no lo harías. Todo lo que escribes no dejas que nadie pueda leerlo, así que no tienes que preocuparte de la gente intentando saber qué es lo que sientes en realidad exceptuando aquellos en los que más confías.”

“Eso no es verdad. Simplemente no me gusta que todo el mundo pueda leer las letras de mis canciones.”

“Oh, ¿de verdad?”

“Si.”

“Bueno, ¿entonces por qué no me dices a mí lo que sientes?”

Alzó un poco el cuaderno. “Te he preguntado yo primero qué significa todo lo que está aquí escrito.”

Le dejé ganar esta vez. “Estaba drogada. No significa nada. Solo incoherencias.”

“Pero es real,” Dijo él. “¿Recuerdas lo que te dije? Disfrazas lo que sientes. Si no hubieras estado jodida, quizás hubieras tenido miedo de decir todo lo que tenías que decir.”

“Bueno, lo que escribí de las flores...” Dije. “Es sobre lo que dijiste de que no puedes hacer algo de nada. Me siento como nada, como si nada pudiera salir de mí.”

“Eso es ridículo.” Dijo. “Todo esto ha salido de ti.” Miró el cuaderno de nuevo. “Si eso es lo que sientes, entonces hay algo realmente especial aquí escrito. Deberías cantarlo.”