Capítulo 6.

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“Quiero hacerte mía.” Zayn susurró.

No dije nada, ni hubo la necesidad de hacerlo. Le contesté con una mirada, y sus ojos calcaron mi profundo deseo. 

Se acercó y me besó gentilmente, sus suaves y cálidos labios hicieron a mi cuerpo sentirse débil con el simple roce de estos. Deslicé los dedos de las manos por su cabello y tiré de este ligeramente, notando como en respuesta a mi pequeño pero algo agresivo movimiento, mordía mi labio inferior.

“Si esto no está bien, pararé.” Dijo contra mis labios. “Pero si está bien, no lo haré.”

“Está bien.” Susurré.

Se incorporó rápidamente, arrodillándose aun en la cama, y deslizó la mirada por cada rincón de mi cuerpo, de arriba abajo. Llevó ambas manos a mi ropa interior, para despacio, retirar esta, consiguiendo así hacerme creer morir de impaciencia. Observó hambriento mi cuerpo desnudo mientras yo le miraba, desesperada, intentando averiguar cuál sería su próximo movimiento. 

Bajó una mano y me tocó suavemente unos segundos, viendo después su cara desaparecer entre mis muslos. Tras un instante no era capaz de diferenciar su lengua de sus labios, sin embargo, me sentí abruptamente vigorizada por la oleada de placer que estos me estaban proporcionando.

“Oh, w-wow,” Gemí entrecortada, aún sorprendida, y deslicé las manos por su cabello en agradecimiento. Mordiéndome el labio inferior, presioné ligeramente su cara algo más contra mi sexo.

Su lengua se movía con rapidez, indicándome que se deleitaba con mi sabor. Alzó ligeramente la cara para que pudiera ver sus ojos y labios, y lentamente, rozó la punta de la lengua por mi zona más vulnerable. Me estremecí con fuerza, sintiendo mi respiración agitarse con placer y frustración al ver sus esfuerzos parar poco a poco.

“No, no pares, por favor.” Dije.

Sonrió ante la confirmación. Comenzó a mover la lengua más rápida y eficazmente, y solo para asegurarse de estar haciendo el trabajo bien, llevó una de las manos al bajo de mi estómago, y comenzó a acariciar mi clítoris con el pulgar. Sus movimientos eran calculados pero pasionales, de la misma forma en la que Selena bailó poco antes. Zayn tenía las ideas muy claras y sabía qué tenía que hacer con cada rincón de mi cuerpo.

Eché la cabeza hacia atrás, sintiendo la satisfacción crecer de manera repentina dentro de mí. Pero no llegué al orgasmo. No me dejó. Estaba volviendo a parar.

“Dime si te gusta.” Dijo secamente.

“Me gusta,” Solté en un suspiro fuerte. “Por favor no pares.”

Se sentó junto a mí, manteniendo las caricias en mi sexo con una mano mientras se pasaba el dorso de la libre sobre los labios. Ladeó la cabeza ligeramente con un pequeño y adorable puchero.

“Pero quiero follarte.” Dijo.

“¡Oh joder, entonces hazlo!” Le gemí, casi suplicante.

Él sonrió. “Lo haría, pero aún llevo los pantalones.”

Addictive Paradise. (Zayn y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora