Resistiendo el amor

CAPÍTULO 11

                                                                         .         "UNA BALA PERDIDA"

 El tiempo dirá si al final nos valió lo dolido

La relación con Cameron estaba empeorando, ya casi no nos veíamos. Se iba a las ocho de la mañana y volvía a las diez de la noche. De suerte lo veía cuando me levantaba en la mañana para tomar mis pastillas. Pasaba la mayor parte de sus tiempos libres visitando a Karan, que eran tres veces a la semana un par de horas.

Me prometía llevarme a patinar, al parque, a cenar, pero esas promesas se borraban junto con su ausencia. Pasaba la mayor parte del tiempo sola en casa, salía a conocer lugares pero necesitaba a alguien con quien hablar. No quería que todos dejaran de hacer sus cosas por mí, pero necesitaba a mis amigos.

Soledad. Nos sentimos solos cuando nadie logra entendernos, cuando en las noches lloramos y necesitamos un abrazo, pero sabemos que esa persona no puede venir a consolarnos, cuando necesitas contar algo y no tienes a quien o quien te entienda como quieres. Nos sentimos solos cuando la vida nos tira abajo y no tenemos quien nos levante con esa confianza que necesitamos para sentirnos fuertes, con esa fuerza para que no nos volvamos a caer y con esas palabras para que ya no nos duela, cuando queremos gritar a todo pulmón y nadie quiere gritar con nosotros. Nos sentimos solos cuando no recibimos ni la mitad del amor que nosotros damos, cuando las cosas buenas que les contamos que nos pasan a las personas para ellos son comunes, cuando nuestras lagrimas necesitan que alguien más las seque, aún que ya aprendieron a secarse solas después de tanto. La soledad arrasa con la mayoría de las vidas porque ¿Quién no se sintió solo en algún momento? Dicen que la soledad se cura con el tiempo, yo digo que se cura con un abrazo, unos odios y unas palabras que te reconforten el alma.

Fui a visitar a Karan en mi tiempo libre después de una semana agotadora. Agarre el sillón azul oscuro que estaba en una esquina y lo asome a la cama, tomé su libro favorito que no pudo terminar de releer "Un plan fallido" y lo continúe yo.

>> Vi que Troy quiso tratar de sacar a Jane del campo tratando de abrir los alambres de púa, entonces tome su camisa de la parte de atrás y lo tiré al suelo.

-¿Qué crees que haces Troy?

-Estoy casando de que quieras tenerlas de prisioneras solo porque a ti no te fue bien en el amor. Y ni siquiera sé si es por eso. Crees que las chicas nos pueden superar por eso quieres matarlas las odias. Dime realmente ¿Por qué las tienes acá maltratándolas deseando morir?

-Tú no sabes nada, ya déjala.

-No, no me voy a ir. La amo.

-No la amas, amas como te hace sentir cuando no te sientes bien contigo mismo, amas cuando te da la solución de tus problemas, amas que te apoye con esto que estás viviendo, amas que este arriba tuyo sanado tus heridas que te haces creer a ti mismo que son graves, amas como cuida de ti, amas que te sonría cuando tienes un día malo y te haces creer a ti mismo que su sonrisa puede mejorar tu día, amas que no te haga sentir un idiota con una miserable vida, cuando lo eres, amas que te de contacto humano, amas que de te esperanzas para poder salir de este lío por el que estas pasando, amas que le ponga color a tu vida cuando está cubierta de gris. Pero no la amas, porque si la amaras harías lo mismo por ella y la salvarías sin importar nada, pero no, solo vienes haces que te cure y luego te vas. <<

Decidí cerrar el libro antes de que me pusiera a llorar.

-Que libros tan deprimentes eliges leer amigo-le dije tomando su mano- No sabes cuánto te extraño y te necesito, quiero contarte tantas cosas.

Mientras me caía una lágrima que seguro caía en alguna parte de su mano, le dije- Me violaron y estoy embarazada del violador, por favor despierta te necesito.