Not sure if you know this
But when we first met I got so nervous
I couldn't speak
In that very moment I found the one and
My life had found its missing pieceSeis años pasaron de la última vez que Luisita y Amelia cruzaron palabra. La última vez que se vieron no fue después de Luisita salió por la puerta del piso de Amelia con intención de no mirar hacia atrás sino cuando se vieron en un café para que la última imagen que tuvieses de esa relación no fuera la peor. Porque ambas sabían que no tenían necesidad de que lo malo y esa última discusión sobrepase todas las cosas lindas que habían vivido.
Luisa logró ser una contadora con su propio estudio en la ciudad de Nueva York. Estuvo negada mucho tiempo al amor, a las relaciones, y a todo lo que eso conlleva porque sabía que su corazón siempre le iba a pertenecer a Amelia. La verdad que seguía pensando en la morena y en cómo estaría, dónde, con quién, si seguiría siendo exitosa en su profesión, si consiguió todos los objetivos que le había contado alguna vez que tenía por hacer. La rubia no pudo nunca sacarla de su mente ni de su corazón aunque hizo todo lo posible para mantenerse alejada.
Su estudio era de mucho prestigio aunque su labor era de llevar la finanza de los negocios más pequeños, centrados en lo local, en los emprendimientos que moviesen causas humanas. Hacía bastante tiempo que Luisa había comenzado a trabajar llevando a cuestas la finanza de una librería: Luna de Cartón. Fue su primer cliente propio y como ambas partes eran principiantes en sus trabajos llevó a que las dos se hiciesen amigas. Isabel era una mujer guapa, esbelta, educada, culta, luchadora, madre de Teo y esposa de Marcela.
El matrimonio acogió más de una vez a Luisita en su casa para una cena, un festejo, un almuerzo en el jardín enorme que tenía su casa o simplemente para tomarse unos cafés en cualquier cafetería de Nueva York. Si bien, La Luna de Cartón era más que un espacio rodeado de libros porque también era un café. Y de pronto se había convertido en el lugar favorito de la rubia -que ya no era rubia- y pasaba mogollón de horas dentro de ese lugar.
La Luna de Cartón era el lugar donde se sentía como en casa, a salvo, bien consigo misma. Un lugar donde podía ser ella sin tapujos ni mentiras, donde sentía a la gente de ahí como su familia. Isabel creía que Luisita pasaba los días ahí porque era el único lugar donde se sentía como con Amelia, aunque no lo quisiese ver. Cada vez que la joven hablaba de Amelia su semblante cambiaba y el amor que tenía -y sigue teniendo- desprendía por sus poros. Y lo mismo pasaba cuando hablaba de la librería y su gente.
So as long as I live I love you
Will have and hold you
You look so beautiful in white
And from now 'til my very last breath
This day I'll cherish
You look so beautiful in white
TonightAmelia en casa paso que daba seguía teniendo presente las palabras de su rubia porque aunque no siguieran juntas, la morena seguía considerándola parte de ella. Los años la cambiaron, sí porque de eso no hay dudas. Las situaciones la hicieron (re)pensar todos sus actos y plantearse el permutar, las decisiones que tomó, que sabe que no fueron apresuradas, la llevaron a que adquiera una madurez en todos sus aspectos que antes no supo alcanzar.
Ella sí pudo tener otras parejas pero nunca sintió la confortabilidad que le brindaba Luisita ni los deseos como persona que tuviese a largo plazo. Amelia nunca antes se había (re)planteado ser madre hasta que la conoció. Y cuando la rubia cerró esa puerta hace seis años, con ella se fueron todos los pensamientos hasta hace cuatros años atrás: la morena tuvo que defender a una mujer por sobre las personas que habían creído que tenían el derecho a jugar, no sólo con su economía, sino con sus esperanzas de ser madre. Margarita tenía 37 años y había pagado un costoso tratamiento de fecundación in vitro pero la clínica había resultado ser falsa dando diagnósticos falsos a cualquier tipo de mujer que fuera que siempre se reducía al: no podía concebir hijos bajo ningún concepto. La cuestión es que Margarita había decidido probar en otros lugares porque tenía más esperanzas que ganas de escuchar a gente que le dijese que no podía y cayó en la cuenta que esas personas no sólo robaban el dinero sino que con ello, también, una familia.
ESTÁS LEYENDO
Degradé
Fanfiction"El amor era un sentimiento completamente relacionado con el color, como miles de arcoíris superpuestos uno sobre el otro." - Paulo Coelho.