Amar duele

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Tener un hijo no debe ser fácil. Todavía no tengo el mío (tengo que decirle a Val que pienso en tener más de uno ...), pero imagino que la misión de crear un ser humano decente en este mundo en el que vivimos es algo digno de premios. Los ejemplos que tengo, tanto del pasado de mi novia como del mío, son que esta misión no es para todos. Doña Lupe me pasó el pan que el diablo amasó para darme lo que tengo hoy, que no es mucho, pero creo que me hace una buena persona. Trato de pensar que tomé todo lo mejor de ella. Y en ese momento, cuando apareció en mi puerta, descubrí lo que saqué de la otra parte, la parte que me abandonó y que no había sabido por casi 15 años.

- ¿Que haces aquí? ¿Cómo supiste dónde encontrarme? - Solo soltando esas dos oraciones, estaba temblando por completo. ¿Qué podría querer ese hombre egoísta conmigo en este punto de mi vida?

- ¿Así es como tu madre te enseñó a hablar con la gente? ¿Especialmente con tu padre?

- Disculpe, pero yo no tengo padre. Existe un extraño que donó una parte genética para que yo fuera concebida. Aparte de eso, esa persona no hizo nada más.

Él todavía estaba parado en la puerta, luciendo superior, como si estuviera ganando el juego y caí directamente en la pila de sus provocaciones. Valentina no se movió. Estaba entre él y yo, sin saber qué hacer, si trataba de cerrar la puerta por la fuerza o si corría a llamar a la policía. Las dos estábamos llenas de miedo e inseguras de cómo actuar.

- Veo que sacaste ese lado malcriado de tu papá. Me gusta ¿Puedo entrar? No esperó las respuestas y entró en nuestro departamento. Y estaba paralizada, teniendo casi un ataque de pánico al ver la preocupación en el rostro de Valentina. - Este lugar es hermoso, ¿eh? Buen gusto. Lugar realmente lujoso.

Y ahí estaba. Con esa frase ya entendí a dónde iba la conversación. Esperaba que lo dejara ir pronto para poder echarlo de esa casa con toda mi amargura.

- Chino, tú y yo sabemos que tu interés no está en la decoración. Habla para que podamos volver a lo que estábamos haciendo.

- Está bien. La niña quiere ser dura y directa. Entonces también lo seré yo. - Seguía vigilando el departamento, pero ahora volvió su atención a la mujer asustada que todavía no se movía en la puerta. - Pero primero voy a presentarme con tu pequeña amiga. Chino Valdés, encantado. - extendió su mano para que mi novia lo saludara.

- ... Valentina. - Agitó su mano, sin entusiasmo, mientras su voz era baja, un poco temblorosa.

- Tu madre no me dijo que compartías un departamento con una mujer tan hermosa. - habló con un aire repugnante y galante, de conquistador barato. ¿No veía él que ella era mi prometida e incluso si no lo era, que era una chica a mí?

- Por favor no le hables así, tu asunto es conmigo. - Me acerqué y me paré entre ellos, haciendo que Valentina mirara hacia abajo y él se rió entre dientes como si hubiera descubierto algo muy importante.

- Ahhhh, entonces los rumores son ciertos. Mi querida hija, heredera de mi apellido, es lesbiana. Al menos es una con buen gusto. - La sonrisa se convirtió en una risa más llamativa, que contenía sarcasmo y malicia en todo momento. Que deseo tenía de matar a ese hombre. ¿Con qué derecho se cree para entrar en mi casa, después de que simplemente no había existido en mi vida para hacer algún tipo de comentario sobre quién era yo?

- Chino, te volveré a preguntar, antes de que pierda los estribos y llame a la policía. ¿Qué es lo qué quieres?

- Respira, hija. Nuestro tema es simple. Necesito el dinero que te envié de vuelta.

- ¿Dinero? ¿Que dinero?

- ¿No te dio tu madre el dinero que te envié?

- Que yo sepa, dejaste de dar noticias y dinero cuando tenía 10 años.

Lo que queda atrás | Juliantina I TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora