Lo que queda atrás | Juliantina I Terminada

Tiempo y realidad

Tiempo y realidad de lo que queda atrás

Este capítulo es una locura, ¿eh?

Tómenlo con calma porque creo que todo tendrá sentido en algún momento. Dejen comentarios sobre lo que piensan y lo que les gustaría que suceda. Quién sabe lo que podría pasar en esta historia loca, ¿verdad?

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- Ella. Ella es la razon.

Sé que no tiene sentido lo que acabo de decirle a mi médico. Quizás con eso llegaría a la conclusión de que tenía que ser internada para siempre. Al menos tendría confirmación de mi locura, la locura que era mi vida. Tanto pre-Valentina como post, cada una con sus rarezas. Pasé la mayor parte de esta vida estudiada por médicos, curanderos, sacerdotes, cualquier cosa que pudiera darle a mi madre una opinión sobre mi condición. Me aburrí, me metí en máquinas, obtuve pases, me encerré en confesionarios. ¿Y para que? Darme cuenta de que mi único antídoto real era una chica que no solo me salvó de un mundo inhóspito sino que me robó todo el corazón.

- ¿Qué quieres decir, Juliana? ¿De qué estás hablando? ¿Es alguien a quien tu mamá te llevó a ver y te está tratando? El Dr. Mateo me miró incrédulo y curioso. ¿Cómo me había ayudado alguien y no él? ¿Qué pudo habersele pasado para que alguien más lo descubriera? Vi en sus ojos que estas eran las preguntas que realmente quería hacerme. Pero las respuestas que daría lo sorprenderían aún más.

- No. Ella no me está tratando. Quiero decir, ella me hace bien, creo. No puedo explicarlo bien, pero puedo decirte con seguridad que con ella a mi lado, el mundo es lento y comprensible. No tengo idea de lo que está pasando, pero es real. Y su nombre es Valentina, la chica más bella del mundo.

Creo que hablé con tanta convicción y afecto que cuando volví la vista hacia el Dr. Mateo, estaba boquiabierto. No preguntó nada, solo asintió e hizo un gesto para que continuara la historia.

Le platiqué desde el principio. Le dije que el día del evento había comenzado normal, de la manera habitual, yo como siempre tarde y el mundo en el lapso de tiempo. Llegué a clase, me senté y vi un cabello largo y castaño claro que caía hasta la cintura de una nuevo estudiante. Pregunté quién era esta chica a uno de mis compañeros de clase. Me dijeron el nombre y la niña debe haberlo escuchado cuando se dio la vuelta. Y ahí fue cuando todo sucedió. Sus ojos en los míos. Y todo ha cambió.

Mientras describía lo que estaba sucediendo hace dos semanas, las expresiones del Dr. Mateo eran cada vez más nerviosas y su mente debía estar hecha bolas. Nunca lo había visto tan confundido, y mira que era extraño cuando nos conocimos, porque te imaginas a los 10 años diciéndole a alguien que a tu cabeza la velocidad del mundo no tiene sentido, que no entiendes cómo pasa el tiempo tan rápido y tu cuerpo no reacciona. En realidad pensó que era una joven loca, ¡ahora debo pensar en cómo iba a decirle a mi madre, doña Lupe, que tendría que meterme en un manicomio!

Después de contarle todo sobre cómo pasamos los días hablando, me voy a casa pensando en ella, me despierto y ella es lo primero que se me viene a la mente, que ha sido mi mejor compañía, parecía tener un idea. Algo hizo clic en su mente y todavía la sacudía con una mirada distante, ligeramente desacreditada. No parecía que no creyera mi historia, sino que había recordado algo que no le habia dado importancia.

Comenzó a decir en voz baja cosas que no podía escuchar correctamente, se levantó de su silla y fue a su librero. Tenía muchos libros, trabajos académicos, tesis en los estantes. Algunos eran suyos, otros de autores que le gustaban y algunos estudios que recibió de personas que querían su revisión. Estaba buscando algo específico, porque vi su nerviosismo. Fue entonces cuando dijo a-ha y se volvió hacia mí con lo que parecía ser un papel viejo usado como borrador de un papel. Se acercó a su mesa, que era grande en madera pálida y muy bien organizada. Se sentó y miró el papel frente a mí, sin hablarme y muy concentrado. De repente, se detuvo y me miró a los ojos, que debieron de estar muy abiertos y asustados como nunca había visto.