You're my Sunshine || FlutterDash

Capítulo 19. Mi hogar.

Aquella noche estaba nevando, lo recuerdo bien, la única calidez que podía sentir era la de mi propio aliento, estaba esperando a Discord afuera de una gran fábrica de piezas para autos, no era más que una chica tonta de unos quince o dieciséis años, era movida por mis deseos de ayudar a quienes me habían ayudado antes, al menos al principio. Nunca fui muy buena persona, nunca quise serlo, cuando terminé de ayudar a los Apple pude haber huido, seguir mi vida, pero no, preferí moverme por dinero, por las maravillosas cosas materiales que a esa edad nos fascinan, me equivoqué.

En ese entonces yo era la mano derecha de Discord, no había cosa que hiciera sin consultarme, las tareas más importantes eran para mí, era egoísta, me movía por los deseos vacíos del poder y el dinero, jamás pensé en nadie más, jamás puse a nadie por encima de mí, era sólo yo... yo contra el mundo, nadie jamás hubiera sido lo suficientemente importante para arriesgar mi seguridad por él o ella.

Aquella noche nevada un auto negro sin luces se estacionó frente a mí, tocó dos veces la bocina y subí en él, nos dirigimos hasta una pequeña casa a la orilla de la ciudad, las luces estaban apagadas, entramos sin avisar, el techo se caía a pedazos, las ventanas estaban rotas y dejaban entrar la corriente de aire, la gélida noche penetraba los huesos, bajamos al sótano, Discord ya estaba ahí sentado frente a otra silla ocupada por una chica, otro de los hombres que venían en el auto conmigo prendió el foco del lugar que parpadeó un rato hasta quedar completamente encendido.

Entonces pude vislumbrar el rostro de aquella joven, sus ojos llenos de lágrimas, la boca amordazada y las manos atadas en su espalda, estaba aterrada, esperando que alguien pudiera ayudarla me miró desesperada, pero desvíe la mirada, llevaba poco tiempo con Discord pero era la primera vez que veía en primera fila lo que le hacía a quienes rompían su palabra.

La chica balbuceó pidiendo ayuda, intenté evitar mirarla, pero Discord puso un arma frente a mí.

― Dispara ―ordenó. Lo miré confundida—. Es ella, o tú.

Tomé el arma con las manos temblorosas, era más ligera de lo que esperaba. Y pensar que en ese entonces no sabía que lo que pesaba de un arma no era el objeto en sí, sino contra quién lo habías utilizado. Apunté a la cabeza de la joven, sus ojos me pidieron piedad, pero yo tiré del gatillo ignorándola y quedé ensordecida por el disparo, quedé vacía...

Aquella fría noche nevada, había asesinado a alguien a sangre fría, aquella chica fue la primera de muchas otras; años después habría una redada en la cual perdí mi libertad, sabía que me lo merecía, sabía que estaba condenada a estar sola por el resto de mi vida, y era lo justo, si yo había condenado a tantas personas a la muerte, ¿por qué yo tendría derecho a vivir una vida plena?

― ¿Dashie...?

Abrí los ojos con suavidad, Fluttershy yacía frente a mí, perdida en sus sueños al igual que yo, murmuraba mi nombre y después se acurrucaba contra la almohada.

Tres meses habían pasado desde el incidente con Cake en la cafetería y la incómoda visita de sus padres, Fluttershy ya tenía seis meses de embarazo por lo que la vida en prisión era más complicada de lo habitual, tanto para ella como para mí.

La miré con una sonrisa mientras roncaba levemente con la boca entreabierta, su vientre abultado cada vez crecía más, lo que me hacía pensar que pronto ya no podríamos dormir en la misma cama. Acerqué mi mano con suavidad y la coloqué sobre éste esperando no despertarla, pude sentir un ligero movimiento durante varios segundos, no pude evitar sonreír y pensar que lo que sea que estuviera creciendo ahí a pesar de tener la sangre de Straight también tenía la de Fluttershy, me emocionaba imaginar cómo sería una persona pequeña igual a ella; un golpe desde el interior interrumpió mis pensamientos y separé rápidamente mi mano, Fluttershy soltó una risa burlona, ¿cuánto tiempo llevaba observándome? Estaba tan concentrada mirando su vientre que no me percaté de su mirada.