Capítulo 2: La Frágil Vida

143 13 2
                                    

Mi madre ahora estaba más conmocionada que antes, sólo me abrazó y me dijo que todo estaría bien. Salió del cuarto y se dirigió en silencio hacía nuestra cocina, tomó todo lo que pudo y lo subió a la habitación donde estábamos, sabía que pasaba algo malo y permaneceríamos ahí bastante más tiempo, mi madre había comenzado a llorar en silencio, nadie sabía que era lo que ocurría, sólo me miró y me dijo:
-No te preocupes, todo estará bien...
Entonces me abrazó pero yo sabía que las cosas no estaban bien, lo que vimos afuera fue horrible, sabía que eso le había pasado a todos los demás, ahora no sólo temía por mí, también por todos mis amigos, era posible que algo les hubiera pasado, aunque no podía dejar de pensar en mi padre, la escena de lo que le ocurrió se repetía en mi mente de manera muy gráfica y yo también comencé a llorar, temía que a todos les hubiera pasado lo mismo.

Las horas pasaban, todo parecía estar en silencio así que nos decidimos a salir, mi madre se asomó por una ventana y de nuevo no vio el cuerpo de mi padre, esto era preocupante, se lo habían llevado? No lo sabíamos pero con una cara de preocupación mi madre me miró y me habló:
-Ya no es seguro estar aquí, tenemos que irnos, quizás si logramos ir por los patios traseros lleguemos a la ruta 101 y podamos ir a Pueblo escaso, está un poco lejos y con suerte ahí habrá alguien que pueda ayudarnos... Entendido?
-S-si...

Mi madre y yo salimos de aquel deprimente sótano y caminamos en silencio a la puerta trasera, la abrimos y a pesar de no tener una buena vista nos dimos cuenta que había humo, algún edificio estaba quemándose, podíamos oír helicópteros pero estaban muy lejos, así que comenzamos a saltar bardas y paredes, sabía dónde estaba la ruta 101, ya estábamos más o menos a cinco minutos a pie, cuando en uno de los patios donde entramos me pareció familiar.
-Espera mamá, está es la casa de Sonia, tenemos que ver si está aquí y hay que ayudarla a ella y su familia.
-Darío, no hay tiempo, tenemos que...
La mire con una cara de total determinación, no estaba dispuesto a dejarla atrás si es que seguía con vida.
-Bien Darío, hagamoslo pero tengamos cuidado y sólo será un vistazo rápido...
Mi madre y yo nos acercamos con cuidado y tratamos de abrir la puerta de el patio, por suerte estaba abierta y no tuvimos problemas para entrar, todo estaba en silencio, su casa era parecida a la nuestra en cuanto a estructura, revisamos los cuartos y no había nada, así que bajamos al sótano, pero en cuanto encendimos la luz lo primero que me recibió fue un golpe en la cabeza.

“BOINK"

-AYAYAYAYYY, Sonia!?
-Darío!!! Eres tú, menos mal!!! OH, señora mamá de Darío, que feliz estoy de que estén aquí, empezaba a sentirme sola y asustada, mis padres salieron temprano y no han regresado...
-Pobre, Pero no hay tiempo, debemos salir de aquí, es peligroso, ven con nosotros
-Pe-pero mis padres...
-No te preocupes, dejaremos una nota, cuando vuelvan la leerán y sabrán que hacer...
Mi madre ayudo a Sonia a escribir una carta en caso de que sus padres volvieran, los dos sabíamos que eso era muy improbable pero decidimos no decirle nada.

Una vez acabada la carta la dejamos en la mesa de su sala y nos fuimos por los patios, así continuamos con nuestra huida hasta que llegamos al final de los patios, ahora había un gran camino, era la carretera directa a la ruta 101, mi madre se asomo en todas direcciones, había vehículos chocados y parados, podíamos oír gritos y gruñidos a lo lejos, mi madre nos tomó de la mano y trotamos por la carretera a la ruta 101, pero cuando íbamos a salir de la villa sentí que nos observaban, miré atrás sin dejar de correr y vi a alguien parado a lo lejos, no lo pude ver bien pero noté algo demasiado peculiar, ese individuo tenía una capucha blanca y parecía sostener una bola de carne... Sólo me miró y se dio media vuelta para seguir caminando, estaba impactado pero preferí no decir nada para no alterar más a mi madre, la ruta 101 era demasiado larga, así que una vez que estuvimos lejos mi madre empezó a revisar los vehículos en busca de alguno con su llave, por suerte no pasaron más de 10 minutos cuando vimos uno, rompimos la ventanilla y mi madre comenzó a conducir maniobrando en medio de todos los vehículos detenidos y chocados, ya estábamos por entrar a la ruta 101 cuando un extraño se atravesó en el camino, era un Mightyena, mi madre casi se detenía a ayudarlo porque vio que estaba ensangrentado, pero aceleró la marcha cuando vio que esa sangre no era suya, sino de la cabeza de un Wurmple que tenía en su hocico...

Esta escena casi nos hace vómitar pero si hizo a Sonia llorar.
Con ese último vistazo nos adentramos en la ruta 101 sin muchos más problemas, nuestro destino era Pueblo Escaso, con suerte alguien ahí estaría dispuesto a ayudarnos, tener esperanza era nuestra única oportunidad en este momento donde todo era Incierto y de hecho lo único que sabíamos con seguridad es que una mala decisión podría llevarnos a una muerte segura...

Pokémon ZOMBIES: Historias de Hoenn (Spin Off) [TERMINADO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora