El viento parecía hablar al rozar con las diferentes cosas que se interponían en su camino, pero aún así -con la advertencia del señor Viento- Kay permanecía en su sitio.
"Testaruuuuda" Canturrea el Viento.
«¿Qué es lo peor que me puede pasar?¿Morir de frío? Já. Puede irse a la mierda, señor Viento.» Responde la chica en su mente.
Kay había estado sentada en la acera observando la entrada del bar de Paul por un buen rato.
¿Cómo había llegado hasta ese turbio lugar? No lo sabía.
¿Cómo siquiera sabía el nombre de aquel sitio?
Bueno, el cartel con luces de neón con el nombre de aquel desconocido, acompañado por el café igual resaltado, la había hecho suponerlo."Café" Susurra ella y deja escapar una risita.
Café era lo último que servirían, al menos hasta la mañana, cuando sus clientes lo necesitaran para sobrellevar su resaca.
Inhala profundamente mientras el viento choca contra su rostro, revoleando su cabello marrón, y finalmente exhala, para luego llevar la pequeña botella que tiene en su mano directo a su boca.
La chica arruga su cara cuando el líquido pasa por su garganta, quemándola. Incluso está a punto de lanzar la bebida de vuelta por el mismo lugar por el que entró, pero no lo hace.
Se levanta con la botella aún en la mano, la guarda en uno de los bolsillos de su campera, chequea la hora.
«2:59 a.m.»
Y camina un poco mareada, pero decidida, hacia el bar de Paul.
•••
Luego de dar un par de vueltas en ambos pisos, y observar detenidamente a sus candidatos, se decide.
Un pequeño ataque de pánico parece asomarse cuando se acerca hacia el castaño de camisa abierta, que da su último tiro antes de retirarse del grupo que esta jugando al pool en una esquina.
Kay se muerde el labio intentando contener sus nervios, y cuando está a punto de hacer su jugada.
PUM!
Game Over.La música de un video juego para el perdedor se reproduce en la mente de Kay cuando ve cómo el castaño es acechado por una blonda de vestido corto -cortísimo-.
Bueno, acechado no es la palabra, porque el chico responde al desaforado beso por parte de la rubia.
«Bendita suerte la mía» Piensa Kay, desviándose para evitar mirar a la pareja a pocos metros de ella.
Con el ceño fruncido, se dirige hacia la barra y se sienta en uno de los taburetes.
"Una coca light, por favor" Dice alto hacia cantinero, sosteniendo su dedo índice levantado.
El hombre gordo y barbudo la observa como bicho raro, y Kay suelta una risotada.
Por supuesto que no estaba hablando en serio.Una simple broma interna para reírse abiertamente, porque qué más puede hacer al ver sus planes frustrados.
Llorar no esta para nada en su lista."¡Vamos, dile a Paul que lo ponga a mi cuenta!" Escucha Kay a su lado.
Gira su cabeza y ve al cantinero hablando con otra persona.
"¿Tu cuenta?¿Estás de broma, no? Deja de joder, y ve a tu casa antes de que Paul venga y se de cuenta que le debes más de lo que vale un perro caniche." Responde el barbudo.
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AISANATUE
RomanceLazz quería dinero, y Kay... Ella sólo estaba cansada. ••• "¿Qué estarías dispuesto a hacer por dinero?"