Sweet Chaos - Yoonmin

Enorme Sonrisa

Hice un choque de palmas amistoso con Himchan y Jungkook, que era nuestro saludo habitual, y me senté junto a ellos en el césped de los jardines del instituto.

-¿Qué hay, Jimin?

-He sacado un 0'1 en Matemáticas.

Ellos se miraron con incredulidad y comenzaron a carcajearse.

-¿Me estás diciendo que tú, el niño modosito, ha suspendido con un cero? -dijo Himchan entre risas.

-Coma uno. Cero coma uno.

Jungkook habló cuando pudo dejar de reírse.

-Sabía que este día llegaría -inspiró y espiró calmando su risa- ¿y por qué el coma uno?

-Por poner el nombre.

-Oye eso no es justo, a mí ningún profesor me sube por poner el nombre.

-Es el truco de sentarse en primera fila.

Jungkook puso los ojos en blanco y yo me recosté sobre la hierba húmeda, recién cortada.
Arrullado por el sonido de las conversaciones de los estudiantes y de la agradable brisa que hacía hoy, casi caigo en los brazos de Morfeo, pero desgraciadamente, el timbre sonó y una mano sacudió mi costado sin delicadeza alguna.

-Vamos, bella durmiente, que tenemos que entrar.

Me puse de pie con dificultad y sacudí la parte frontal de mis vaqueros, pero no pudimos ni poner un pie fuera de los jardines, pues una mano se posó sobre mi hombro.

-Hey.

Me giré para encarar a la persona que me reclamaba, al igual que mis amigos al notar su voz.

No le había visto en mi vida, su pelo era moreno y con ricitos, un poco más alto que yo, y me miraba con una enorme sonrisa y con los ojos brillosos.
Después de revisarnos con la mirada mutuamente, miró a mis amigos, quienes estaban detrás de mí.

-Chavales, este sábado hago una fiesta en mi casa, no nos conocemos de nada, pero con alcohol de por medio todos somos amigos, ¿no? -me extendió un papelito- mi dirección. No hace falta que llevéis nada, estamos bien abastecidos -rió ligeramente. Cada vez que sonreía, parecía iluminar el mundo, como si fuese la alegría personificada.

-¿Hoseok? -dijo Himchan, con voz dudosa.

¿Hoseok? ¿Ese era el nombre del chico de sonrisa enorme?

-¿Os conoceis? -pregunté, algo desubicado.

El tal Hoseok entrecerró los ojos unos segundos mirando a mi amigo, como si no terminara de reconocerle.

-¡Ah, joder! Himchan... ¿no?

Mi amigo asintió con la cabeza.

-Wow, hace mucho ya de aquella vez... ¿estuvo bien? Era de buena calidad -dijo Hoseok. Jungkook y yo no entendíamos de lo que estaban hablando, pero Himchan se ruborizó.

-Sí, gracias por eso.

-Bueno, con suerte este fin de semana podemos repetir, porque os quiero ver allí a todos ¿eh? Habrá mucha, mucha gente, mucho, mucho alcohol, y mucha, mucha buena música -los ojos le destellearon con sólo pensarlo.

De repente, el móvil le vibró en el bolsillo y le cogió.

-Me tengo que ir, un gusto volver a verte Himchan, nos vemos.

Le observé marcharse, sus andares eran muy seguros de sí mismos y daba la sensación de que arrasaba por donde pisaba, tanto que la mayor parte de los estudiantes dirigieron sus miradas hacia él. Sobre todo, cuando abrió la puerta de un Trans Am 2002 y se sentó en el asiento del conductor.
En cuanto arrancó, una música procedente de los altavoces del vehículo se escuchó a un volumen atroz, y así se fue, con "Gucci Flip Flops" de "Bhad Bhabie" sonando.
La chulería de ese tío desbordaba, pero a pesar de eso no parecía prepotente.

Me giré hacia mis amigos, al parecer no era el único que se había quedado estupefacto con lo que acababa de pasar, así que chasqueé los dedos en frente de sus caras para que volvieran a la realidad, y les empujé para entrar en clase.
De lejos, se oía la melodía alejarse poco a poco.

***

-No sé, a mí me da igual, si queréis ir por mí bien.

-La verdad es que a mí me da un poco de cosa...

-Vamos Jimin -Himchan colocó una mano sobre mi hombro- no te vayas a rajar, hasta a Jungkook le da igual.

Me mordí el labio inferior pensando frenéticamente los pros y contras de la supuesta fiesta a la que habíamos sido invitados, mientras daba vueltas con los dedos el papelito que Hoseok me había dado.

-Es que... ugh, no sé, nunca he ido a una fiesta, nunca he bebido...

Por fuera, solía parecer un chico confiado, y a veces hasta desvergonzado, pero la cruda realidad es que mi "yo" verdadero, era un chico tímido que le tenía miedo a las novedades.

Himchan puso ojitos de cachorro abandonado e hizo un puchero, por lo que solté una risita.

-Está bieeen, está bien.

Mi amigo dio un salto triunfal y se despidió de mí dándome una palmadita amistosa en la mejilla.
Un rato después, Jungkook me anunció que sus padres habían ido a recogerle y se fue también.

Sentí un poco de envidia en ese momento, dado que yo también quería que algún día mi madre viniese a recogerme a la salida del instituto, pero eso era totalmente surrealista.
Por ahora, me tendría que conformar con Heejin.

La chica me sorprendió abrazándome por la espalda, colgándose de mi cuello.
Yo sonreí cuando se puso a mi lado.

-Hola.

-Hola.

-¿Qué tal el día?

-Bien, ¿y tú?

-También bien.

Cada vez que la miraba, me parecía más atractiva, y me gustaba el hecho de que la gente nos mirase con ternura de vez en cuando, como si fuésemos un par de jóvenes enamorados.
Aunque, eso es lo que éramos, ¿no? O lo que se supone que debería ser a mi edad, ya que lo normal es tener una novia.

Quería ir despacio en nuestra relación, todavía no estábamos juntos oficialmente, tiempo al tiempo.
Si ahora mismo me hubiesen preguntado que si la quería, que si me hacía sentir mariposas en el estómago o alguna tontería de esas, hubiera dicho que no. Sin embargo, estaba cómodo con ella y eso me bastaba.

Me acompañó hasta la puerta de mi casa y nos despedimos con un beso en la mejilla, al cual no pude evitar ruborizarme.
Tenía que hacer algo con esa estúpida timidez mía.

Mi madre no dio señales de estar en casa así que respiré aliviado. Una vez en mi habitación, saqué el papel de mi bolsillo y le desdoblé, decidiendo buscar aquella dirección en Google Maps.
Al parecer, a aquel chico le debía ir muy bien económicamente, pues vivía en una zona bastante adinerada.

"La suerte de los veinte" pensé "carnet de conducir, piso solo y libertad".

No lo pensé dos veces y desbloqueé el móvil, añadiendo a contactos el número de teléfono que se hallaba en el reverso del papel.

Park Jimin:
iremos

Esperé unos minutos a que contestara.

Jung Hoseok:
Genial :))

Apagué el móvil y me tiré en la cama, con "Who Do U Love" de "Monsta X" de fondo.
No sé en qué mierda estaba pensando cuando decidí aceptar la invitación, ¿quién sabe lo que pasaría esa noche? No tenía ni la menor idea, pero sólo sabía que el hecho de pensar que iba a salir de mi tortuosa rutina por una vez en diecisiete años, me ponía el vello de punta.
Sonreí, y esta vez sonreí de verdad, no por compromiso como la mayor parte de las veces en mi vida.
Porque por una vez estoy dispuesto a asumir el riesgo.