-Cielo, no te vi en todo el fin de semana.Nuestra segunda cita, a mis ojos era exactamente igual que la anterior. Creo que no estaba demasiado cómodo en ese ambiente tan lujoso, pero Heejin parecía encantada, así que, ¿quién era yo para decirle que no?
-El sábado me invitaron a una fiesta, y el domingo no tenía ganas de salir, lo siento.
Realmente no lo sentía mucho, el sábado me lo había pasado genial. Sonreí recordando ciertos momentos.
-No pasa nada -me miró con sus bonitos ojos, aleteando las pestañas- la próxima vez avísame y vamos juntos.
No me imaginaba a Heejin en una fiesta como esa, pero asentí con la cabeza pues era lo que ella quería oír.
Un silencio cómodo se introdujo entre nosotros, y lo aproveché para pensar en lo que estaba por hacer. Tenía decidido pedirla salir oficialmente, pero estaba temblando de nervios. ¿De verdad quería hacerlo? No. Pero todo el mundo me daba su aprobación, la gente nos miraba con ternura por las calles, y todo parecía demasiado sencillo a su lado.
Ya me podía imaginar mi futura vida a su lado, yo trabajando como oficinista en algún lado y ella como profesora, con un par de hijos y una casa con un perro, reuniéndonos con su familia en Navidad y celebrando aniversarios...
Joder.
Pero mi mayor miedo se hacía presente en mí, diciéndome "te vas a quedar solo". Ese era mi gran temor, acabar solo, no tenía familia a mi lado y mis amigos harían su propia vida y familia con el paso del tiempo. Entonces ¿qué le quedaba a alguien tan mediocre como yo? Heejin.Apreté los puños para que mis dedos dejaran de temblar y carraspeé.
-Heejin, tengo algo que quiero decirte desde hace tiempo.
-Claro, dime -esbozó su sonrisa de ángel.
Rebusqué en el bolsillo de mi pantalón y saqué una cajita que acaricié con las yemas de mis pulgares.
-Nos conocemos desde hace mucho tiempo, y siempre hemos sabido que estuvimos d-destinados, o algo parecido... -su mirada era esperanzada y las comisuras de sus labios se elevaban cada vez más- yo personalmente, querría seguir disfrutando nuestro tiempo juntos, pero de otra manera -tragué saliva- así que, ¿quieres ser mi novia?
Deposité en la mesa la cajita de terciopelo rojizo abierta, dejando ver una pulsera de plata con un infinito.
Ella se tapó la boca con las manos en un acto de sorpresa y me miró con los ojos brillantes, asintiendo rápidamente.
Mi corazón me gritaba que dejara de hacer el idiota y me fuera corriendo antes de que acabe prometido o algo, pero mi cerebro me decía que una vida estable, aceptada socialmente y que garantizaba que todo iba a salir bien, era lo mejor.
Y por eso, me levanté de la silla intentando sonreír, aunque el intento quedó en una mueca, y la besé el dorso de la mano, caballeroso.
Salimos del restaurante poco tiempo después.***
Lunes y martes fueron días festivos, así que no tuve que ir al instituto.
Suspiré mientras me miraba al espejo con desaprobación, como siempre. Hoy era miércoles así que ya debía volver.
Reconozco que siempre he estado un poco obsesionado con mi físico, y he llevado a cabo muchas dietas peligrosas además de ejercicio diario, pero nunca me convence.
Me eché el pelo hacia atrás y salí con la mochila colgada de un hombro, sin molestarme en despedirme de mi madre.Tarareando "Galarina" de "Leïti Sene", visualicé a mi grupo de amigos en la entrada del instituto.
Quedé un poco en shock al ver que no estaban sólo ellos, si no que estaban con el grupo de amigos del peliverde.
Me paré en el sitio, ¿qué hacían con ellos? Charlaban animadamente y bromeaban dando voces, como si fuesen amigos de toda la vida.
Hice memoria y recordé verlos juntos en la fiesta en ciertos momentos, quizá se llevaron bien. No sé, yo estaba ocupado bailando.
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Sweet Chaos - Yoonmin
FanfictionJimin es un chico de instituto normal y corriente. Hasta ahí no hay ningún problema, ¿no? Bueno, quizás el mayor problema sea que es demasiado corriente. La llegada de una persona a su vida y una simple mirada de ojos felinos bastará para cambiar su...