¿Qué Pretendes?

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Respiré hondo cuando la hoja del examen de Matemáticas tocó mi mesa.

Le quité el tapón al boli, me senté recto y me aislé completamente del resto del mundo, como siempre hacía cuando tenía un examen.
Puede que algunos no me crean, pero nunca en mi vida he suspendido un examen. Siempre me ha interesado toda la materia que se da en el instituto, se puede aprender mucho si lo aprovechas, ya que el hecho de verlo como un hobby y no como una obligación lo hace mucho más ameno.

Toda la clase dio la vuelta a la hoja del examen una vez la profesora lo hubo ordenado.

Estaba escribiendo mi nombre, cuando de repente, siento que algo toca mi hombro.

Me doy la vuelta y veo que es una bola de papel que alguien me ha tirado.
Frunzo las cejas extrañado, pues nadie solía intentar molestarme.

Cogí el papel del suelo y lo desdoblé con disimulo, la profesora podría enterarse y creer que estaba copiando o algo.

"Aquí detrás".

Me di la vuelta y observé con sorpresa a Min Yoongi en el asiento justo de detrás mío, sentado con una pierna doblada, poniendo el pie sobre la silla.

Tenía su típica media sonrisa, y me hizo un saludo militar.

-Hola.

Debí de quedarme varios segundos mirando sus afilados ojos, pues él enarcó una ceja.
Sacudí la cabeza y tiré la bola de papel al suelo.

-Estamos en un examen -mascullé.

Oí una pequeña risita que ignoré.

A ver, primera pregunta, escoger una de las siguientes opciones...

Me di cuenta de que la mano que sujetaba el boli estaba temblando, y enseguida me la sujeté con la otra mano, como queriendo parar el temblor.

Sentía sus ojos clavados en la nuca, ¿por qué me mira tanto? Espera, ni siquiera sé si me está mirando.

-Joder -susurré para mí mismo- concentración.

Otro pequeño golpecito en el hombro.

Puse los ojos en blanco y me giré bruscamente, algo molesto.

-¿Qué es lo que quieres? -dije susurrando entre dientes.

-No puedo concentrarme. ¿Tú puedes?

-No me estás dejando, idiota.

Escuché un "tsss, silencio" por parte de la señorita Jiwoo.

-Ah, perdona -se disculpó en voz aún más baja.

Desvió la mirada de mis ojos para fijarla en el examen, mientras tenía un extremo del boli en la mano y el otro entre los labios.

Había vuelto a quedarme mirando como pasmarote, y no me di cuenta hasta que volvió a mirarme.

-Pensé que habías dicho que...

-¿Qué? Sí, ya iba... ya iba, ya.

Me di la vuelta rápidamente, había quedado patético.

Empecé a escribir en sucio las posibles respuestas para decantarme por una, pero el resultado eran todo tachones.
En esos momentos deseaba tener un estuche, agradecería típex ahora mismo. Pero siempre llevaba sólo un boli azul en el bolsillo pequeño de la mochila, que realidad era suficiente en mi día a día.

¿Por qué me estaba equivocando? Eso no me pasaba nunca, no entendía nada, pero no estaba razonando de la manera en la que había practicado tantas veces antes.

Un boli cayó en el suelo a mi derecha.

-Perdón, se me ha caído el boli -dijo una voz grave y rasposa.

Detrás de mí.

El susodicho se levantó y se encaminó hacia el costado de mi mesa para luego acuclillarse y coger el boli, no sin antes dirigirme una penetrante mirada.

-La respuesta es dos.

-¿Qué?

-La respuesta siempre es dos.

El peliverde se levantó sin dejar de mirarme ni un segundo y volvió a su sitio.

Ya está. Definitivo. Me había quedado completamente en blanco.

¿Había algo que jodiera más que estudiar y luego quedarte en blanco en el examen?

Tiré el bolígrafo sobre la mesa y posé los codos sobre ella, posando mi frente sobre las palmas de mis manos y repasando mi pelo con los dedos hasta llegar a mi nuca. Así es, tenía la manía de echarme el pelo hacia atrás a menudo.
Este gesto solía poner a la gente de los nervios, pero no podía evitarlo.

Y ahí estaba yo, pensado en mi pelo en pleno examen.

Había pasado ya un buen rato y yo no lograba recordar nada, me estaba desesperando.

-Jimin.

Oh no.

-Me aburro.

Estallé las palmas de mis manos en la mesa, levántandome con impulso.

-¡Me da igual!

Le estaba mirando, a él, sí, a Yoongi, estaba sentado en su sitio con postura relajada y el examen escrito entero.
Y yo estaba alterado, nervioso, con el examen en blanco y de pie en medio de la clase ocasionando que todas las miradas fueran hacia mí.

-Señorito Park, ¿qué se piensa usted que está haciendo?

Suspiré y cerré los ojos por un par de segundos.

-Nada.

Volví a sentarme, esta vez con postura desgarbada y asimilando el cero que me iban a poner.

-¡Si se cree usted que puede interrumpir mi clase de esa manera y volver a sentarse tan tranquilo, está muy equivoc...!

-Tome.

Me levanté y dejé mi hoja de examen sobre su mesa.

-¡Espero que el examen por lo menos esté con buena letra, limpio y ordenado!

-No, si limpio está, no se preocupe.

Fui a mi sitio y me colgué la mochila de un asa.

-¿Qué pretendes conseguir con esto? -le dije al peliverde.

Y salí del aula sin esperar respuesta e ignorando las réplicas de la señorita Jiwoo.

A pesar de mi derrota en Matemáticas, al menos podía saborear el dulce triunfo contra Yoongi. Antes de irme, cuando le pregunté aquello, mis alargados ojos color chocolate, ganaron a sus cortantes ojos color noche por primera vez.

No pude reprimir una pequeña sonrisita al recordarlo, mientras en mis audífonos se reproducía "Dumb Litty" de KARD.

Sweet Chaos - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora