Bitácora de J. Hoseok

¿Qué es un beso?

BITÁCORA DE J. HOSEOK

Aún mayo

A mis dieciocho años, esta era la primera vez que le confesaba a alguien lo que sentía, y que era correspondido.

Digo esto como una especie de justificación de mi parte… Soy inexperto, ¿de acuerdo? Tengo problemas expresándome y soy novato en eso de las relaciones románticas.

[He estado reprimido].

Los días siguiente a la confesión, nada pareció cambiar.

Me sentí confundido.

Pensaba que tal vez Yoongi aún no comprendía el significado detrás de un “me gustas” humano, así que me decidí a demostrárselo, porque era importante para mí que entendiera que, en estos momentos, no existía nada más hermoso para mis ojos que él, y que nadie nunca había hecho que mi corazón latiera tan rápido ni que mi estómago diera vueltas así.

Que esta era la primera vez que me sentía así.

Y me moría de ganas por saber qué sentía Yoongi. ¿Sentiría algo especial, como yo, o nada nuevo?

¿Su corazón enloquecería como el mío, anhelaría escuchar el sonido de mi voz, sentiría que podía abandonarlo todo para estar juntos toda la vida o pasaría la noche pensando lo perfecto que habría sido si nos hubiéramos conocido desde antes…?

[Así que… Así es como sueno…]

Qué vergüenza, ¡qué vergüenza! Sólo después de anotarlo es que puedo notarlo. Yo quiero suponer que todos los enamoramientos comienzan así, tan cursis.

Se necesitan más experiencias para comenzar a hablar como, por ejemplo, el contramaestre del barco del que naufragué: Era un hombre de cincuenta y tantos años, con la piel tostada por el sol y el cabello fragante a la sal del mar. Sus ojos, de un azul tan claro como el cielo de mediodía, se tornaban amargos mientras oteaba el horizonte y compartía una que otra de sus historias. Era un hombre práctico y siempre iba al grano.

Ahora recuerdo vivídamente la noche que nos contó a los marineros, tras hacer la limpieza de cubierta, que el amor romántico no era nada más que deseo sexual y cierto miedo a la soledad.

Había dicho que el amor era sencillamente el deseo primordial de poseer al otro.

Yo había guardado silencio mientras el resto de mis compañeros (más o menos de mi edad) pretendían concordar mientras en sus ojos resaltaba el desacuerdo.

No lo sé… Lo que siento por Yoongi no se percibe tan sencillo. No podría decir “es esto y aquello”.

Es algo complejo, como la trama de los hilos de telaraña; algo que unía varios aspectos y pensamientos míos unos con otros, de tal forma que ya no podían estar por sí solos.

•°•°•

Sucedió ayer, por la noche.

Los tres (con Tata, cuatro) habíamos salido a buscar hojas y raíces, a llenar nuestras tinajas de agua dulce, a buscar miel y a intentar cazar conejos a espaldas de Jimin (no lo conseguimos, por cierto).