Bitácora de J. Hoseok

Una confesión

BITÁCORA DE J. HOSEOK

Mayo

Desde que me di cuenta que estoy enamorado de Yoongi… No he tenido paz.

Mi corazón es un completo desastre cada mañana que entra a mi baobab, cargando leche y pan. Cuando salimos a conseguir hierbas, evito mirarlo para no alterar a Jimin, pues aunque Tata y yo ya somos amigos desde lo del incidente, algo me dice que Jimin también puede morder fuerte... Sin mencionar que el resto de los animales también le obedecen.

…No quiero que me persigan las abejas, ni que aparezca un inmenso oso, ni nada de eso.

“¡Es mejor llevar la fiesta en paz!”, es algo que diría mi mamá, y yo le he creído y le he obedecido hasta ahora.

Ella era mucho de aconsejarme a no desviarme de mis objetivos: preferir el trabajo sobre la diversión para alejarme de los vicios, y llevar una vida de rectitud para llegar a ser un hombre productivo y útil para la sociedad.

Gracias a ella he sobrevivido durante dieciocho años en perfecta salud y sin mayores contratiempos… Excepto, claro, que soy náufrago en una isla habitada por hadas.

Me pregunto, ¿qué diría ella de esta situación? Me pregunto, ¿cuánto tiempo le va a tomar a mi familia darse cuenta de que nuestro barco naufragó?

Este viaje nos iba a tomar medio año, sin forma de comunicarnos.

Algo que no me pregunto, cosa rara, es: ¿Cuándo me voy a ir?

[¿Me voy a ir?]

No tengo tiempo de pensar en eso.

No quiero, ni puedo.

Ellos me mantienen ocupado.

Yoongi me mantiene distraído.

Como en una nube: flotando como las esporas de los dientes de león, como las hojas de un nenúfar sobre la cálida y tranquila agua de un lago, espejo del cielo; el corazón, un cosquilleo en el pecho; el estómago, una misteriosa fuente de calor que se esparcía hasta las puntas de mis dedos; pero, la boca…

—¡Hey, Hoseok! ¿Cómo vas?

—¡IGUALMENTEGRACIAS! —a la boca nadie la gobernaba.

—¿Eh…?

[¡IDIOTA!]

Me ruboricé inmediatamente y traté de hacerme el loco: No, Yoongi, yo no contesté algo completamente sin sentido, no, no estoy nervioso, para de mirar, ¿y por qué tuviste que ladear así la cabeza? ¿Estás jugando a cuán adorable puedes llegar a ser? ¿Quieres que mi corazón explote o algo así?

Estábamos intentando atrapar peces desde hace rato, mientras Jimin había ido a buscar miel. Yoongi, con una sonrisa cien por ciento traviesa, me había indicado que nos metiéramos en el río, asegurándome que los peces aquí son los más deliciosos.

El agua corría límpida, sorteando rocas redondeadas, lentamente, y éstas la hacían generar una espuma burbujeante que hacía al río lucir como de leche, aún cuando la corriente era una caricia a la altura del pecho.