Más allá de su mirada©

Capítulo 18

NF-Goodbye

GEMMA

Respirar es difícil, el frío está comenzando a calar cada parte de mi cuerpo y mi cabeza duele. No soy capaz de entender qué ocurrió, pero el grito de George resuena en mi cabeza, luego el golpe fuerte que mis oídos lograron percibir al mismo tiempo que mi cuerpo era lanzado hacia otra parte y el cinturón de seguridad aprisionando mi pecho, evitando que salga volando.

Mi cabeza duele, hay un dolor en mi brazo izquierdo y mi costado derecho, mis oídos pitan y no soy capaz de ver absolutamente nada, no tengo mis lentes pero siento el agua en mis piernas, siento el frío calando mis huesos.

—¡Papi! ¡George! —grito en medio del terror.

Sollozo aterrada, llena de pavor. Quiero a mi madre, quiero que mi padre me abrace, quiero que George agarre mi mano y de un apretón mientras me sonríe y dice que todo estará bien.

—Gem-Gem —logran apenas decir por lo bajo.

—¡Papi el agua! ¡Está subiendo papá!

No hay una respuesta de inmediato, comienzo a lloriquear cada vez más fuerte. En terror me invade. No me gusta la oscuridad, no me gusta estar sola.

—Lo sé, mi amor —vuelvo a escuchar a mi padre decir por lo bajo mientras tose—. Ahora, escúchame, tienes que quitarte el cinturón y salir de aquí. Debes nadar hacia la superficie.

Sollozo y niego con la cabeza.

—George. ¿Dónde está, George?

—Él está bien, amor. Ahora sé una buena niña y hazlo.

—¿Vendrás conmigo, papi? —digo con la voz temblando y sintiendo el agua entrar cada vez más rápido.

—Iré detrás de ti.

Asiento y con mi mano libre me quito el cinturón. Mi visión es borrosa sin mis lentes. Dejo salir un chillido por el dolor en mi brazo, mis costillas también duelen, al igual que el resto de mi cuerpo.

—Papi, duele.

—Sigue mi voz amor, ven hacia mí.

Entre sollozos y lágrimas me movilizo. Siento sus dedos en mi pequeña cintura y sus labios besan brevemente mi frente. Mis manos buscan su rostro y cuando lo encuentro, un líquido caliente cubre mis dedos y el olor a hierro cubre mi nariz.

—Papi —musito en un sollozo.

Sus manos acunan mi rostro y deja un beso en mi frente, escucho un leve sollozo provenir de su boca y mi corazón se rompe, se estruja con fuerza dentro de mi pecho.

—Voy a romper el vidrio, cielo. Al hacerlo entrará mucha agua y tendrás que nadar. ¿Recuerdas cómo te enseñe?

—Sí.

—Bien. Iré detrás de ti, mi amor —su voz se rompe y deja un largo beso en mi frente por segunda vez—. Te amo, Gem-Gem.

—También te amo. Papi.

Me pide que respire profundo, lo hago con dificultad. Siento la presión del agua chocando contra mi rostro cuando el vidrio se rompe, papá me ayuda a salir por la ventana, gimoteo al sentir algo cortando mi pierna y comienzo a nadar hacia la superficie.

Pero no sé si llegaré.

No sé hacia donde voy.

Sólo veo oscuridad y pronto el aire en mis pulmones se acaba.