4. ¿Cierto, Lucia?

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Han

Desde que recogí a Lucia en su casa no ha parado de zapatear contra el tapete del auto, tampoco deja de pellizcarse los labios con los dedos, lastimándose y sacando una que otra capa fina de piel. Ahora sus labios se ven realmente heridos y pelados.

Esta demasiado nerviosa, al igual que yo, pero verla de esa forma me angustia. Estamos de camino al aeropuerto... Para recoger a Ros.

La verdad es que no creo que Lucia y yo debamos estar frente a ella tan pronto debido a lo que pasó, y menos con Andrew a su lado.

–¿Hablaste con Lucia?–reviso el mensaje de Andrew aprovechando el semáforo en rojo.

Miro sin ganas el celular. Si le contesto que no me va a reprochar, y si le contesto "si" me va a pedir detalles y se pondrá cansón, más por el reencuentro de las "mejores amigas".

Bloqueo el celular dejándolo en visto, le doy una ojeada a Lucia, ahora se come las uñas. Volteo los ojos, antes solía tenerlas largas y siempre bien arregladas, lo que queda sobre la punta de sus dedos parecen borradores mordisqueados. Mejor me concentro en conducir porque su ansiedad comienza a estresarme.

No he tocado el tema de las imágenes con ella, pero siento que es muy evidente que las envió a propósito, pero lo que Andrew, yo, y hasta Febe queremos saber es: ¿Por qué lo hizo? Siendo la mejor amiga, de quien me habló tan bien muchas veces hasta cansarme, quien "alegra" sus días por lo que me contó, y la única persona que sabe las razones del por qué se mudó de país.

Al llegar al aeropuerto busco un campo libre para parquear mi auto y minutos después salimos. Caminamos en dirección al muelle internacional, por lo que tengo entendido el vuelo de Ros se retrasó una hora lo que significa que nos tocará afrontar algunos minutos incomodos, porque la notificación del vuelo de Ros la recibí hace treinta minutos.

Vemos a Andrew a lo lejos, con los ojos fijos en su celular y haciendo muecas con los labios, mínimo se está arrancando cueros de la boca también, no sé cuál es la manía de la gente con eso, al parecer se ha vuelto muy normal en las personas hacerlo, y más cuando están ansiosas o nerviosas. Mi corazón pareció volcarse cuando por fin nota nuestra presencia al llegar junto a él, como si tuviera la habilidad de quitarme el aliento con solo mirarme, o con solo existir.

Lleva unos pantalones negros y una camisa manga larga de cuello de tortuga del mismo color, típico de él, y un abrigo beige permitiéndole lucir alto, delgado, sofisticado y guapo. Suspiro.

Lucia me toma de la mano y le da un pequeño a protón, logro sentir lo frías que están las suyas, debe de ser por tanta ansiedad.

Andrew me da un saludo casual, como si lo que pasó entre nosotros hubiera sucedido hace años y ya estuviéramos en buenas condiciones, lo cual me sorprende. A Lucia si le da un saludo demasiado seco, con una mirada de pocos amigos. Ella me mira incomoda, pero no digo nada, entiendo su enojo y las pocas ganas que tiene de verla cerca.

–Bueno–Lucia intenta romper el hielo–, ¿Por qué Ros regresa tan rápido de sus vacaciones? Creí que todavía le faltaba casi un mes.

–Las clases comenzarán antes de lo que Ros tiene planeado, por eso regresa mucho antes, para organizar mejor sus horarios y sus asuntos con Febe–responde Andrew sin mirarla, haciendo como si estuviera buscando en la enorme pantalla frente a nosotros algo acerca del vuelo de su novia cuando la intensión es evidente, solo quiere evitar a Lucia.

–Ah–exclama sin ganas la rubia–, verdad que ella se ganó una beca completa.

–¿Por cuál carrera se decidió?–intervengo, como para aflojar el ambiente.

DOS CONTRA UNO [UPLD #2] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora