Lucia
Ya hace más de una hora que Rose y yo estábamos sentadas en un parque cerca de su edificio, hacia buen clima,, venteaba fuerte y el sol se mostraba resplandeciente, las personas caminaban por los alrededores del parque con sus hijos, su familia o solos.
–Te juro que mi intención nunca fue que pasaras por todos eso, yo... Actué sin pensarlo bien–Rose no me miraba a la cara, solo a sus manos, sus labios se curvaban hacia abajo por las ganas de llorar, podía notar lo mal que se sentía, pero a puesto que no tanto como yo–. La verdad es que he estado un poco envidiosa de ti, parecía como si todo te saliera bien sin esfuerzo; a la final conseguiste un buen trabajo, un excelente novio, resultaste ser la consentida de tu trabajo y yo al ver todo eso, llegue a pensar de que nunca podría ser como tú, y que nunca lograría lo que me propuse al venir a este país.
–Lo cierto es que no me lo esperaba, llegué a pensar que uno de la oficina fue quien tomo las fotos, –se le entrecortaba la voz, y me sentí mal por darme cuenta de lo estúpida que fui por lastimar a alguien que siempre me ha dado su apoyo.
–No, no. Yo no tome la foto–me apresuro a aclarar, poniendo mis manos frete a mi pecho y moviéndolas de un lado a otro para acompañar mi negación.
–¿Entonces...?
–Fue Han, recibí las fotos de Han, y como vi que en el texto decía "para Febe" solo las reenvié.
–Ah, bueno...–Rose guarda silencio de repente, suelta aire y mira al cielo–. Han está comenzando a fastidiarme.
–Si... Tiende a ser un poco compulsivo en ocasiones–opiné imitando su gesto, mirando el cielo, apreciando lo cerca que se veía, pero lo inalcanzable que estaba para nosotras.
–Lucy, ¿Qué tanto te gusta Han?–me toma de la mano y la aprieta un poco, por primera vez desde hace muchos minutos, desde que comencé a confesar que fui yo la leña que avivo el fuego que se inició en la oficina de sus jefa, me mira y con preocupación.
–Ya no estoy tan segura, ha cambiado, y mucho. Ya no es el hombre alegre y presumido que conocí, él que me llevaba de paseo cada tanto, me sonreía y me besaba como si realmente sintiera algo por mi... ¿Por?
–Creo que tienes que saber algo respecto a Andrew y Han, pasó el mismo día que Febe me despidió y es que los vi...
Fue ahí cuando me di cuenta que el hombre al cual le puse todas mis esperanzas no es quien yo pensaba. Mis sospechas son más que ciertas, Han es gay, uno al cien por ciento, pero eso no es malo, lo que jode a Han es que ahora es un hombre deprimido que no supera a su primer amor. No le cabe en la cabeza que escogió a Ros por encima de él, y con razones, porque ¿Qué más insano que un mejor amigo queriéndole arruinar la vida a tu novia mientras habla porquerías de ella?
–Señorita–una anciana, ya muy arrugada, sentada a mi lado me saca de mis pensamientos–, se le va a caer el celular, guárdelo bien, hoy en día hay muchas personas que se aprovechan de eso.
Señala mi celular que está a punto de caerse del bolsillo de mi pantalón y me apresuro a agarrarlo.
–Muchas gracias.
Le doy una última mirada acompañada de una fina sonrisa y me voy de ahí, algo incomoda. Lo cierto es que estar en un hospital estando enferma o no me inquietaba a montones, siento como si en cualquier momento me voy a enfermar de algo solo con la mirada de otro.
Camino por los blanqueados pasillos con numerosas puertas a ambos lados de la pared. Estoy en el piso de los pacientes VIP, esos que reciben una habitación solo para ellos, que incluyen varias comodidades como: televisor, room service, un mini bar, sofá, camillas cómodas y todo eso. A Rose le conviene su vida al lado de Febe, si quiere continuar con los lujos, por supuesto.
ESTÁS LEYENDO
DOS CONTRA UNO [UPLD #2] TERMINADA
Genç KurguTodo parecía ir bien entre Andrew y Ros, tener una relación a distancia no les molestaba, al contrario, les provoca ansias de que el tiempo pase rápido para verse otra vez cara a cara, pero... ¿Qué pasará con Han, Haru y Lucia? Ellos contribuyeron m...