REY ALPHA THORNE. -Solo Una- +18// klsy-Mdln//- //Jst Sne//

capitulo 2

La lluvia no había cesado . Golpeado la ventana de cada hogar, siendo el centro de atención de cada familia . No habiendo ningún otro sonido más que , el agua cayendo muy rápido para aquellas personas que no la ven detenidamente.

Unas pequeñas pisadas, se oye abriendo la puerta y cerrandola sin hacer ningún ruido audible para que su pequeña escapada no sea descubierta. Dándose unos minutos de jugar muy cómodamente con el frío que le gustaba sentir y el agua mojando su pequeño rostro.

Corría muy alegremente al mojado suelo del césped, recostandose observando al cielo. Como las gotas iban cayendo y preguntándose el por que cae gotas y no como ella corría el grifo y salía agua en abundancia. Una pregunta tan  inocente pero la consideraba importante.
Dando una pequeña sonrisa al cielo, apoyo ambas manos al pasto mojando para poder pararse.

Corriendo de un lado a otro, riendo como si ubiese otra persona jugando y correteando junto  a ella.
Una imagen tan linda, que cualquier persona desearía nunca olvidar.

Una voz muy enojada y delgada hacía su llamado, interrumpiendo el divertido momento que pasaba. Tropezando con sus pies torpes, golpeándose con una roca sobresaliente de la tierra. 

__¡Madelin! _ la voz de su madre preocupada y acudiendo en su ayuda, se había escuchado en toda la cuadra.

__ Mamá, estoy bien _ su dulce voz habia calmado a su madre.

__ Cariño, no me gusta que salgas y mucho menos en la noche con esta lluvia _ dio una pequeña regañada a su niña de  cuatro años.

__ perdón _ se disculpó,

Sintiendo como sus pequeños pies ya no tocaron el suelo, su cuerpo había sido levantado por su madre quien la llevó de regreso a su casa .
Abrazando el cuerpo de su madre, observó una vez más las oscuras calles de su pueblo, no habiendo muchas personas a excepción de dos hombres que caminaban en dirección opuesta, seguramente marchando sé de aquel lugar. Un suave bostezo de su parte, habiso a su madre de lo cansada que se encontraba. 

Solo escuchaba como su madre subía las escaleras, recostandola en la cama sin antes quitar sus botas que se había puesto sin saber el par correcto de cada pie y su poncho de agua. 
Observando a su pequeña hija, que tan solo a su corta edad ya sabía como engañarla, solo para jugar en la lluvia. Depositó un tuerno beso en la frente de su hija, la cual se encuentra dormida profundamente. 

Saliendo de su habitación, fue directo a la suya. Sintiendo el vacío en ella, lo único que llenaba en vacío que su esposo hacía dejado un año antes era Madelin, el único recuerdo que tenía del gran amor que sintió y siente aún por su fallecido marido. 
Deseando que su vida esté llena de felicidad y no de sufrimiento. Protegerla de todo y todos, para que ninguno la haga daño. Sería la promesa que había hecho su padre en el nacimiento de su hija, promesa que debía de cumplir ella y lo haría bajo su propio nombre. 

Omicente. 

__ Hazlo  _ ordenó, observando la ventana 

__ Está seguro _ expreso tememeroso. 

__ ¡Te di una orden! _ dijo alzando la voz _ cumple con tu deber o vete _ sentecio en lo último. 

__ Ala orden _ hizo una reverencia antes de salir por la puerta. 

__ Espero y no te arrepientas _ habló con respeto.

__Arrepentirme de que _ dijo dando la cara _ Yo nunca me arrepiento y eso ya lo deberías de saber.

Fue caminando, hasta llegar a la puerta de su oficina y abrirla.

__ Si no tienes nada más que decir, puedes irte _ dijo molesto.