Capítulo XXIX Especial 69 ⭐

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{Mío Mío Solo Mío}

Prácticamente sintió como de su espalda brotaron alas negras.

No de demonio... Alas de un cisne. Parte de una criatura perdida de su camino al bien. Yoongi, que siempre se consideró el patito feo, podía sacar la bestia en su interior. Dejar de ser un débil patito feo y sacar el cisne oscuro que lleva dentro.

Ambos totalmente desnudos frente al otro. Pareciera un espejo, sus miradas son dolidas, contienen en ellas sus tortuosas tormentas encerradas.

Ya no temían, ni siquiera Suga estaba asustado de que Kookie quisiera huir al vislumbrar la fealdad y profundidad de sus grietas... De sus tan irreparables quemaduras.

El mayor de ambos no escuchaba más la voz que siempre intentaba dominarlo, tentarlo a hacer daño.

Porque ahora era esa voz la que tomaba el control.

Su voz

De igual manera Jungkook no oía el molesto pitido que antes ensordecía sus oídos.

Simplemente estaba siendo hipnotizado por el respirar de su cisne, el ángel ya no quería sus propias alas, no si con ellas tuviera que volar a un lugar en el que su razón de existir no estuviera.

Llévame de aquí... Volemos juntos y luego caigamos en picada

POV:Yoongi.

Mis sentidos estaban al cien por cien. Mis vellos se erizan por la intensa sensación del fluido de mi sangre por mis venas.

Me siento volar.

Con la boca entreabierta, dejando salir leves bocanadas de aire, extendiendo como nunca mis pulmones hasta el punto de sonreír

Me siento libre

Deslizo mi mano por el costado izquierdo de la cadera de mi Kookie quien espera con las mejillas sonrosadas y ojos cristalizados mis próximos movimientos. El miedo y la excitación claramente danzando en su vientre. Enterré mis dedos en su piel sonriendo abiertamente mientras observo un gesto adolorido en su expresión.

- Entrégate... A toda mi lujuria, a toda mi oscuridad... A toda mi maldad, entrégate.

Las puertas de mi infierno están abiertas de par en par y mi pequeño ángel baila desesperado porque le permita entrar.

- Oblígame.

Mi otra mano asciende por su espalda hasta detenerse en el nacimiento de su cabello, del cual tiro con fuerza al tenerlo al alcance de mis dedos.

- ¿Entonces no quieres piedad?

Teniendo que poner un gran esfuerzo para moverse bajo mi agarre inclina el rostro para acercar unos milímetros su boca a la mía.

Sisea

- No quiero soledad... El resto no me importa.

Las comisuras de mi boca llegan al límite formando el tramo más doloroso para él. Mi sonrisa es prácticamente un trecho, un encorvado camino que promete dolor...

- Entonces arde y disfruta de este tu último vuelo.

Susurro antes de agarrarlo de la muñeca, siendo este el único dominio que tengo sobre él para poder hacer mi próximo movimiento. Me agacho para abrir la jaula que desde hace mucho dejó de tener cerradura, y me hago a un lado retando a Jungkook con una sonrisa.

Sus ojos ganan un brillo de destellos aterrados, el café se vuelve más intenso por el jugueteo de la pupila.

- Entra.

You belong to me: YoonkookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora