Capítulo XXVIII

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Dedicado a mi ídolo en Wattpad que aunque puede que nunca vea esto, se lo merece. Gracias CynthiaMacchiato Por haberme enseñado tanto y dejado compartir contigo <3 Es un privilegio que siempre agradeceré.

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Pareciera que baila... Justo ahí, en el encuentro espléndido entre el cielo y el infierno.

Como niño pequeño extiende sus brazos simulando alas y colocando un pie frente al otro, avanza.

Una inocente sonrisa en sus labios mientras se contonea de una dimensión a otra, el lado derecho expuesto a la luz, y el izquierdo sumido a una cruel oscuridad...

Pero se mantiene jugando, entre su yo del pasado y el que será luego.

En un extremo suenan risas escandalosas, pasos rápidos como quien corre por unas escaleras.

- Espérame Tae... No es justo, eres más grande que yo.

Se quejaba desde atrás mirando a la espalda de su primer amor alejándose, mas este terminó girándose con lentitud y la sonrisa cuadrada llegó como regalo esperado.

-Vamos pequeñín, sé que puedes, toma mi mano...

Toma mi mano...

Como un error de archivo, se desprende desde su oído derecho un potente ruido que lo hace tambalear de manera peligrosa.

Un quejido sale por sus delegados y mullidos labios, su mano vuela a la parte de su cuerpo lastimada, no sorprendiéndose al encontrar saliendo de este un hilillo de sangre.

La sonrisa cuadrada fue cortada en tajos y de vez en vez regresaba a su forma inicial. Curiosamente el flequillo castaño le impedía ver de manera casi estratégica sus ojos.

El pitido se volvió constante, un molesto zumbido invariable que le hacía, precisamente, sentir sordo.

El lado derecho, así mismo con todo y su luz perdió belleza ante sus ojos.

Es tan aburrido allá, un interminable ciclo que siempre acaba conmigo roto. Pero me mantengo con mis piezas en mis manos, con mis lágrimas ajustando los fragmentos juntos otra vez... Ya no quiero eso.

El molesto ruido se ve apagado por una melodía... Una sórdida y tétricamente hermosa.

Un piano, un instrumento de madera marrón y con teclas amarillentas.

Es feo

Está a mínimo siete metros de él, sobre el terreno de tierra oscura, mientras una pieza es tocada por nadie. El piano está totalmente desafinado, definitivamente necesita mantenimiento si es que tiene salvación.

No me sorprendería ver cucarachas salir de él.

¿Por qué no dejas de mirarlo entonces?

Alarmado por la voz intrusa en su cabeza, gira la misma a ambas direcciones buscando alguien en tanto vacío.

¿No te da asco? Entonces gira la cara y no vuelvas a mirarlo.

- Está roto... ¿Qué le sucedió?

¿Por qué te importaría?

De imprevisto le da la espalda a la luz y como si cerrase el portal en sus propias narices, se adentra al irregular terreno.

- ¿Quién te descuidó, piano? ¿Necesitas de alguien?

Las teclas cedieron a su voz, y la melodía pasó de ser desordenada a una extremadamente desafinada, pero visiblemente triste.

You belong to me: YoonkookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora