Capítulo XVI

72 13 8
                                    

{Me estás destruyendo...}

POV: Jungkook

Las alas de súbito desaparecieron y el golpe de su ausencia me asfixió durante un corto, casi inexistente instante; pero fui consciente.

La droga no es precisamente una cura para los males, como droga al fin es adictiva por el efecto, pero cuando este desaparece regresa la anterior miseria.

Claro que ese no es mi caso.

La ansiedad desapareció junto a dichas alas cuando escuché sus palabras.

Había olvidado ese miedo... El de confiar.

No, lo había enterrado, pero como la hierba mala resurge en el momento que quiere.

Me pregunto si tú podrás cortar ese mal de raíz, Yoongi.

- Tengo miedo...

Susurro disminuyendo el agarre en su muslo, vislumbro de reojo las marcas amoratadas que dejaron mis dedos en su piel

Es tan perfecta... Tan fácil de lastimar.

- ¿De mí?

Alzo la mirada a sus ojos, encontrándome con el negro brillante por el rastro de lágrimas.

No ha llorado lo suficiente para que estén hinchados...

Ojalá nunca llegue a ese punto

Niego lentamente con la cabeza para comentar como si fuese algo gracioso, como si las palabras no tuviesen peso.

Como si la persona que está ahora mismo atado a la cama no pudiera fácilmente torturarme a fuego lento.

- Creo que lo más alarmante de todo es que no te tengo miedo.

No sé qué tienes; a pesar de que has sido mi sombra todo este tiempo, para mí apareciste ayer. Entonces ¿Por qué...? ¿Por qué dejé a Taehyung para venir contigo? ¿Por qué confío en ti más que en él?

Me hubiera gustado preguntarle todo eso, lo más estúpido es que no me pudiese dar una respuesta cuerda. Y yo ni siquiera la espero.

Tal vez... Es mi excusa para que me diga que le pertenezco.

Para que repita que me quiere.

Para que vuelva a susurrar esas locuras que un ser humano no debería aceptar.

Pero no lo hago... No puedo.

Sonriendo lo admiro, incómodamente atado a la cama, con las extremidades extendidas y abierto de piernas para mí.

Se remueve como puede arrugando la nariz, el metal seguramente entumiéndole las articulaciones.

- No sabes nada de mí, Jungkook.

- ¿No debo confiar en ti entonces?

Enfoca los ojos negros en mí.

- ¿Tienes miedo a perder?

Retrocedo hasta sentarme a orillas del colchón.

- Tengo miedo de no jugar.

- No tienes que temer entonces.

Giro la cabeza en su dirección, viéndolo con su traviesa sonrisa.

- En este juego no hay botón de escape. Estamos atrapados.

- ¿Hay Game Over?

Pregunto bajitito, sintiéndome repentinamente cohibido.

- Desgraciadamente no.

You belong to me: YoonkookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora