SOLO UNA HISTORIA DE AMOR…
(…) COMENTARIOS DEL NARRADOR
CAPITULO 1 “SU MIRADA"
(Esta es una historia “de amor”, y me atrevo a hablar de mi en tercera persona porque así se refiere todo el mundo a lo que soy. Soy la salvación de algunos y el martirio de otros, no me malentiendan, no soy algo negativo en la vida de las personas, soy algo positivo, brillante, libre y esperanzador que influye positivamente en el mundo, pero hay quienes no me saben usar, es una lástima.
Se que me han visto porque estoy en todas partes, en una madre que hace reír a su bebé a pesar de las dificultades, en un hombre que comparte su comida a un amigo hambriento, en una tierna abuelita que riega sus plantas para que los pajarillos hagan sus nidos o en los niños que comparten dulces… soy maravilloso. ¿Como nací en esta historia? Bueno, fue muy fácil porque como todo lo hermoso en la vida, llegué en el momento en que menos me esperaban, pero cuando era más necesario. En ocasiones hay personas que dicen que llegaron personas correctas a su vida en el momento equivocado, me río ante esa lógica tan absurda, eso no existe.
Hay muchas ideas y consejos de cómo mantenerme vivo, no sé porque no se dan cuenta, soy como una planta o como todo aquello que tiene un nacimiento, necesito cuidados y atenciones para florecer… para sobrevivir… no soy egoísta, no soy envidioso, no soy dolor, no soy amargura… no me gusta que me confundan. Soy algo puro, brillante, soy el sentimiento de inicio de todas las cosas buenas que existen, así que cuando crean que llego la persona “correcta" en el momento equivocado, puedo asegurarles que no era yo.
¿Que hace a esta historia tan peculiar? Nada… soy yo manifestándome como siempre suelo hacerlo, soy yo haciendo travesuras en dos corazones que me necesitaban con urgencia y que a pesar de las adversidades me han sabido mantener, soy el secreto que surgió de una chispa hasta convertirme en el aliento, la sangre, y la vida de ambos. Soy su motivo. Se que a veces soy complicado, pero eso es parte de mi belleza, no debe uno creer todo lo que ve, pero si sabes poner atención en su mirada de ambos puedes saber que soy real, ¡sí! ¡¡¡Fíjate bien!!! Estoy adentro, robando tu respiración y acelerando tú corazón de asombro porque ahora eres parte del secreto…
Como dije, esta es MI historia, porque yo soy ese sentimiento que buscas en los libros, que ves en las películas, que escuchas en la música, que sientes en los labios y hace vibrar tu piel…, esta es una de MIS historias que quiero compartir contigo…)
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C.
Jamás había estado tan nervioso. Sin duda alguna a su edad había pasado por un sinfín de pruebas e innumerables exámenes, pero ahora, era mucho peor; esto no dependía de su ingenio, su talento o su esfuerzo, el rumbo que tomara su camino estaba en manos de otra persona… ya no puede estar sentado más tiempo.
Se para de un salto para salir al aire libre en el balcón. Mira la ciudad, la rutina que corre allá afuera… no, nada sirve para tranquilizarlo, en una llamada se decidirá todo. El teléfono suena y se apresura a contestar, el nombre en la pantalla no es alguien con quien él desee hablar, ¿porque esa chica no lo dejaba tranquilo? ¿Qué parte de “no quiero una relación” era tan difícil de entender? El pobre hombre jamás entendería a las mujeres…
Tal vez si salía al bar o simplemente a dar un paseo podría calmarse, pero muy en el fondo él sabía que era imposible. Estaba demasiado ansioso, no podía quedarse quieto, si llamaban y había mucho ruido no podría escuchar esas palabras que le abrirían el camino que tanto había deseado o destruirían todo para siempre. Se sienta otra vez en el oscuro sillón, el no tener que hacer esta volviéndolo loco, agarra el celular y busca en las imágenes, se prometió a sí mismo que no volvería a verlas, de hecho, debió haberlas borrado hace mucho, pero por alguna razón no podía, le dolía de una extraña manera.
Era tan hermosa y alegre, su sonrisa parecía abrir el cielo nublado con sus rayos de sol. Cierra los ojos apoyando la cabeza en el sillón, pero ella sigue ahí, moviendo esas caderas de manera curiosa con esos grandes pantalones de mezclilla que acentuaban su pequeña cintura…
El sonido de una llamada lo saca de su transe, el nombre “FT" aparece en la pantalla y casi se le cae el teléfono de los nervios…
- Señor Faruk…- su voz es grave por los nervios, el estómago se le revuelve, las manos las siente sudorosas y su aliento lo abandona…
- Ha firmado…- contesta. Casi brinca de la emoción, una enorme sonrisa se estampa en su cara, siente unas infinitas ganas de reír que podría gritar.
- Gracias por avisarme. – contesta con emoción.
- Nos veremos el viernes en la comida de presentación, tenemos todo listo. Sabes que puedes llevar a quien quieras, pero como es un nuevo proyecto hay que cuidar la mala prensa, así que, por favor, solo la familia. ¿De acuerdo? - el señor Faruk es un hombre precavido, no quería mala publicidad para un proyecto en el que había puesto muchas esperanzas. Era una nueva apuesta y confiaba mucho en la gente que había seleccionado para dirigirlo, pero también era realista, siempre había malos sentimientos rodeando lo nuevo, lo bueno, no quería arriesgarse.
- ¡No lo decepcionare señor! Nos veremos ahí…- trata de contener su emoción. Termina la llamada y empieza a reír sin control. Al fin…
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D.
Necesitaba respirar profundo. Era la primera vez que había tenido una experiencia así, había visto gente hermosa antes, eso era básico y muy normal en la línea de trabajo que había elegido, pero la foto que tenía en frente apoyada en el volante no tenía comparación. Es que era tan perfecto a sus ojos, trazado tan simétricamente que no parecía una persona, era más bien una obra de arte…
No sabía si había tomado la decisión correcta, lo había pensado y pensado tanto que la cabeza le había estallado de estrés; sus amigas habían aplaudido la decisión, su madre y su hermano creían que era una oportunidad sin comparación, pero su novio… esa era otra historia. Aún así, ese día solo se levantó con la única misión de cerrar el trato, dejarse caer y esperar lo mejor…
No podía creer que él la hubiera pedido especialmente a “ella", era una tontería pero la idea tenía su mente tan embobada y su corazón latiendo tan rápido que sentía como si se fuera a desmayar. Recuesta su cabeza en el respaldo del asiento para inhalar y exhalar, todo su cuerpo estaba muerto de nervios, sus manos temblaban y su piel se sentía caliente, todo por esa mirada... la vibración de su teléfono la saca de su ensoñación, maniobra un poco para sacarlo del bolsillo de su pantalón, el nombre en la pantalla es un golpe en su corazón y su estómago, uff… no quería hacer eso…
- Hola…- contesta de forma tranquila. Ella no es una persona a la que le gusten los enfrentamientos, pero estaba justo en la línea para uno.
- ¡Hola amor! - contesta él del otro lado. Había algo extraño en su voz que era alegre siempre, eso le daban nervios. Habían estado peleando mucho últimamente, tanto por trabajo como por su relación, no entendía porque ella no solo hacía lo que le decía y eso arreglaría todo. - ¿Pasa algo?
- Pues…- no quiere decirle, pero al mismo tiempo ya está cansada. Siempre es pelea tras pelea por todo, siempre la trataba como si fuera una niña inmadura que no podía tomar decisiones y que estaba muy por debajo de él. Estaba harta. - Firme el contrato. Acepte ser la protagonista…
- ¡¿QUE?!- la firmeza con la que dijo las últimas palabras lo había sorprendido, no era su manera de hablar con él, por lo general era dulce y sumisa- Te dije que no era buena opción para ti. ¡¡Lo hablamos… no creas que voy a apoyarte en esto!!
Ella solo escuchó. Estaba tan cansada… así que colgó. Apoya su frente en el volante, cierra los ojos y unas lágrimas caen, ¿por qué todo era tan difícil ahora? Ella sabe que soy algo para disfrutarse, para reír para sonreír, pero ya lloraba más de lo que sonreía… abre los ojos, unos ojos penetrantes y cálidos le regresan la mirada a pesar de las lágrimas que lo empapan, y solo eso la hace sonreír otra vez.
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D.
Era la comida de presentación, todos estaban contentos cargando el ambiente de energía positiva para este nuevo proyecto. Ella estaba muerta de nervios, no sabía que esperar, pero le tranquilizaba el haber encontrado viejos amigos; ella era sociable, burbujeante y enérgica, la clase de persona que te cae bien al mirarla y te conquista al tratarla. Pero por dentro, su corazón estaba lastimado ya que antes de ese momento la persona que decía “amarla” la había despreciado, no quería pensar en eso. Mejor se centra en buscarlo por todas partes, no había llegado así que se asegura de lucir bien, su vestido estaba en su lugar, su cabello no estaba en su cara y sus ganas de vomitar controladas. Aunque tal vez si se ponía un poco de brillo en los labios… unas manos calientes y grandes se posan sobre sus hombros electrificando todo su cuerpo...
- Así que aquí estás…- una voz grave y ligeramente arrastrada suena detrás de ella, voltea y el impacto de su presencia golpea su corazón, su mirada era peor en persona que limitada por una imagen, apenas podía respirar, era única… ella solo sonríe.
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C.
Nunca se habría imaginado que ella fuera tímida, pero parecía que con él era la única muestra de su personalidad que iba a mostrar, estaba muy callada, aunque muy sonriente. Sus palabras siempre dulces, bromeaba con todos, hasta se había tomado fotos con sus representantes y con sus padres, pero cuando cruzaba mirada con él parecía entrar en un estado de combustión extraño… sus mejillas se incendiaban y su sonrisa caía.
Güldem siempre había sido muy cercana a su hijo, había guiado y cuidado de él durante todo el tiempo que vivió con ella para formarlo como un adulto decente, una persona maravillosa, estaba orgullosa. Pero aquí había algo, algo imposible de parar, una bola de fuego y electricidad que tenía cargado el ambiente. No le sorprendía que nadie más lo notara, tenías que ser muy sensible al carácter de los demás para verlo, notar pequeños detalles, miradas y acciones que podrían pasar desapercibidas para cualquiera, pero no para ella. Era madre, su trabajo era velar por su bebé, aunque este ya era un adulto y está situación la ponía nerviosa… no es que a Can no le hubieran gustado otras mujeres, porque si había más, solo que a esta chica la veía distinto, la perseguía con la mirada a cada movimiento que hacía y sus ojos brillaban cada vez que la chica reía. No quería que Can sufriera, había sido dotado de una belleza e inteligencia que cautiva a cualquier mujer, pero a veces ellas solo veían eso en él, no lo cuidaban, no lo protegían… no lo ayudaban a ser mejor, simplemente no eran buenas para él.
Can voltea a ver a su madre notando la preocupación en su mirada, ella le hace una seña para que se acerque a la chica con cuidado, pero también con una mirada de advertencia que lo hacía sentir como si tuviera 13 años otra vez. Amaba a su madre, ojalá hubiera heredado la paciencia y amabilidad que tenía en su mirada; por el contrario, era más inquieto con un carácter más serio, pero también impulsivo. Un poco incontrolable también... podía leer el mensaje fuerte y claro en sus ojos: “ve con cuidado". Todos seguían platicando emocionados por la nueva serie, reían, hacían bromas o contaban anécdotas… pronto hubo música y aunque sabía que ella era una gran bailarina, había declinado cualquier invitación quedándose sentada.
- ¿Hola… puedo sentarme…? - pregunta desde su altura. Para ella era raro teniendo en cuenta el saludo tan personal que había tenido con ella, la había abrazado, pero ahora mantenía la distancia. Probablemente pensaba que la había espantado… aunque, por el contrario, la había impresionado.
- Claro…- sonríe tímidamente. Se hace a un lado para dejarle espacio, es un hombre grande, pero a pesar del espacio, no hay manera de evitar que estén tan cerca, sus rodillas rozan el muslo de ella. Ambos son hiper conscientes del otro.
- ¿Como estas? - pregunta él. Era una pregunta extraña, sus ojos tenían real interés en su bienestar, observaban su cara en busca de respuestas, y por esa chispa en sus ojos, parecía que ya las tenía.
- Aaaahm… bien, si bien…- contesta sonriendo. Él se dio cuenta que esa hermosa sonrisa también era una cortina para tapar sus emociones.
- Tus ojos se ven tristes, ¿estuviste llorando? – abre los ojos impresionada, no podía imaginar cómo es que él lo sabía. Había hecho de todo para que no se notara en sus rasgos todo el estrés emocional por el que estaba pasando.
- No… no… solo estoy nerviosa, siempre me pasa así antes de un nuevo proyecto- él la mira desde abajo apoyado en su mano que tiene sobre su rodilla. La observa con atención. Le estaba mintiendo.
- Yo estoy emocionado, sé que será maravilloso. Aunque he notado que no te sientes muy cómoda conmigo…- sonríe para no incomodarla más. Ella se ríe abruptamente y toda la tristeza en sus facciones desaparece.
- Lo siento, es que no sé porque me siento así. ¿Leíste la primera escena? ¿No te pone nervioso a ti también? - de repente ella ya sentía que podía hablar. La idea de siquiera besarlo en las primeras escenas ya era bastante estresante.
- Si… debo decir que fue una gran idea, pero creo que debemos trabajar en nuestra confianza y comunicarnos bien. Puedes decirme siempre lo que te incomoda y lo que está bien, pero debo advertirte, Can Divit es una persona de contacto y no te va a dejar en paz…- ella ríe otra vez. Se sentía más relajada a pesar de que estaba viéndola con esos ojos que parecían brillar más cada vez que le sonreía.
Ambos se sostienen la mirada por un segundo que parece durar una infinidad de tiempo. No era normal que dos personas que apenas se conocieron ya pudieran llegar a los pensamientos del otro, para esto se necesita mucho tiempo, mucho esfuerzo y un sin fin de experiencias y emociones que cimentaban la relación. No era el caso de ellos, en ese segundo sus ojos fueron la ventana para ambos, la ventana que se abría para dejar pasar un sentimiento nuevo, una chispa de fuego… un indicio de que su vida estaba a punto de cambiar gracias a mi llegada.
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C.
Antes de filmar cualquier escena se hace una sesión fotográfica, es una campaña publicitaria para promocionar la serie y llamar la atención del público. Ya estaban hechas casi todas las fotos del elenco, solo faltaban ellos. Dentro del traje de “Can Divit”, se siente cómodo y seguro, querían lograr que el público los aceptara ya que era de suma importancia tener un buen nivel de audiencia en los primeros capítulos, la serie estaba programada para 12 episodios, pero tenía la sensación de que podían lograr más.
Camina en el jardín de la casa que sería de su personaje mientras espera a que terminen de arreglar a Demet para poder empezar, aunque no sabía que podían arreglarle, ya era hermosa. Sabía que tenía que relajar lo que sea que le estuviera pasando cerca de ella porque para empezar tenía novio, él no era la clase de persona que se metía en una relación, después ella no era muy abierta con él, no sabía que pensaba así que era difícil saber si era algo bueno o malo.
La chica sale ataviada en un vestido amarillo largo con flores, Converse blancos y el cabello suelto, lo más impactante para él era la enorme sonrisa que la acompañaba. ¿Como no ponerse nervioso? Esto iba a ser más difícil de lo que parecía…
Empezaron a hacer las tomas, pero era como si sus cuerpos se entendieran antes que su mente, sorpresivamente nadie les decía como posar, ellos solos se acomodaban, así como lo harían sus personajes y luego cambiaban. La conversación fluía lento, sus manos ya se sentían más firmes tomando las de ella y sus mejillas de ella ya estaban menos brillantes. Fue una sesión emocionante porque les permitió descubrir que bien encajaban el uno con el otro…
Al siguiente cambio de ropa Can se puso nervioso otra vez. Ya había visto mujeres hermosas antes con esculturales cuerpos, pero nada se igualaba al de ella, era más que perfecta y escultural. Can podía describir con toda seguridad cada curva que delineaba su cuerpo, por alguna razón, las manos le picaban por tocarla… eso era muy raro porque a pesar de ser alguien a quien le gustaba el contacto físico, no se dejaba impresionar tan fácil.
- Te ves hermosa…- susurra tomando su mano para calmar sus ansias.
- Gracias…- baja la mirada echando su cabello hacia atrás para disimular- no soy muy fanática del atuendo, pero dijeron que iría bien…
Se ríe de nervios. Le parece adorable, además era bueno saber que no es el único al que le tiembla el cuerpo entero…
Cuando acaba la sesión, el director les pide hacer un spot invitando a las personas a ver la serie. Cagri sabe que con la belleza y el encanto que ambos transmiten, el público quedara encantado. Fue ahí donde Can sintió esa extraña pero poderosa necesidad otra vez, esa necesidad de mostrarle al mundo que ella ahora estaba a su lado…
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D.
Las escenas nunca seguían un orden concreto, siempre era trabajo del director ordenarlas y todos debían seguir sus pasos. Cagri no quería su acercamiento, quería que esa primera e icónica escena que trazaría toda la trama de la serie tuviera sentimientos lo más reales posible, así que les había ordenado a sus dos protagonistas mantenerse alejados uno del otro. El problema era que ella no podía quedarse quieta cerca de él. Era demasiado para manejar; cada vez que pasaban cerca él la perseguía con esa mirada que parecía anclarla a donde él estuviera, necesitaba relajarse, pero no sabía cómo.
Demet nunca había tenido estos problemas, pero ahora parecía una niña inexperta y poco profesional, había besado a sus otros compañeros de trabajo, pero con él ni siquiera podía manejar estar en el mismo lugar. Era ridículo. Un estruendo suena en la puerta de su tráiler, parecía alguien que llevaba prisa, sale a su encuentro y es él.
Él entra casi aventándose sobre ella, la sostiene de la cintura, pero tapa su boca. Fuera se escuchan voces, el equipo técnico que seguía haciendo el acomodo de las luces. Él quita su mano de sus labios con un leve cosquilleo y sonríe como un niño travieso…
- ¿Qué haces aquí? - susurra ella con una sonrisa también. De todas las personas que se imaginó que podían ser, no pensó que era él.
- Tengo que hablar contigo, pero si Cagri se da cuenta se aventara a mi espalda…- le explica con una sonrisa juguetona, toma sus manos, con su mirada llama su atención para que lo escuche- viene la escena del beso. Nos tiene que salir perfecta, pero hay un problema…
- ¿Qué problema? - pregunta con curiosidad. Sus manos hormiguean por su contacto, trata de enfocarse en lo que le está diciendo, pero no es fácil.
- Me pongo un poco de nervios cuando estoy cerca de ti, no quiero arruinarlo. Así que necesito practicar nuestra cercanía…- para ella ya era extraño que su cercanía le mareara, pero que a él le pasara lo mismo si que era raro.
- Es buena idea, ven…- camina detrás de ella, se sienta a su lado, ambos voltean a verse y la chispa entre ellos se enciende.
- Me cuesta mucho sostenerte la mirada...- susurra ella viendo a todos lados menos a él. - es un problema…
- No pasa nada, practicaremos…- él toma su cara con su palma y la inclina hacia su mirada profunda- solo sigue mis ojos… no pienses en nada más que en mí, solo somos tu y yo…
Ella lo hace. Otra vez saltan chispas de electricidad, pero ambos respiran para calmarse, en los ojos del otro ven la respuesta a sus ideas confusas, era un secreto guardado en sus miradas, un secreto que ellos no sabían cómo manejar, pero lo atesorarían, les pertenecía y a nadie más lo tocaría. Con su mirada se jalan el uno al otro, una fuerza extraña se burla de ellos porque hace que todo lo demás desaparezca manteniéndolos en su propio mundo, ahí nadie juzgaba, nadie criticaba o cuestionaba, solo existían escuchando los latidos de su corazón uniéndose…
- No debo besarte…- susurra él con un toque de tristeza. Su aliento roza sus labios provocándolos.
- No… no debes…- contesta ella sin apartarse. - hay muchas personas que se enojaran, que se sentirían lastimadas… muchas personas a las que ofenderemos. Así que no te muevas…
Sus alientos y respiraciones fluyen juntas entre los dos siendo los únicos espectadores del secreto que ambos comparten. No hay ni una parte de su cuerpo que se esté rozando, sin embargo, se sienten como si el uno sostuviera al otro; este ejercicio para poder dar lo mejor de sí no hace más que avivar la llama, crepitar a su alrededor con pequeñas chispas que queman sus cuerpos, donde brota un río de necesidad tan fuerte y tormentoso que los hunde, los invade y nunca los iba a dejar salir…
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C.
Ya era la quinta vez que repetían la escena, pero sin besarse, todo tenía que salir perfecto pero los efectos de luz no habían podido acomodarse. Cada vez que repetían la secuencia Can sentía explotar su cuerpo de frustración, solo quería una excusa para besarla; sabía que era incorrecto porque ella tenía novio, su corazón y sus sonrisas le pertenecían al alguien más, pero en su mente el era libre para sentir, desear y pensar lo que fuera. Está oportunidad era única, no iba a desperdiciarla, iba a disfrutar cada segundo de ella saboreando, aunque fuera un poco, de esos maravillosos labios.
- ¡Muy bien chicos, creemos que ya está! - Cagri llama a sus actores para acomodarlos, esperaba que por última vez. Lo sorprendente era que ninguno tuviera cara de fastidio, más bien se veían expectantes y nerviosos. - Demet, Can ya hemos acomodado las luces, decidimos que el fondo azul seria lo mejor. Empezaremos la secuencia otra vez, pero esperemos que salga bien en una sola toma, confío en ambos. Esto es lo que quiero, quiero un beso que queme el pasado, quiero un beso que prenda emociones y sensaciones a todos… no hay límites. Jugaremos con las luces así que será la única ocasión donde no habrá peligros por multas. Este es el primer contacto que tiene Can con Sanem, a partir de este beso no habrá nada mas allá que el amor que surgirá en los personajes. Can, quiero que hagas énfasis en el aroma de Sanem… quiero que quede claro que Can se dio cuenta que no era Polen a quien beso, no sé, se me ocurre que puedas acariciarla. Demet, quiero que en ese beso brille la inocencia y la sensualidad de Sanem, así que por favor entren en su personaje porque espero que salga en una sola toma.
Can y Demet se dan una mirada entre los dos antes de regresar a sus lugares. Respira profundo antes de entrar al palco oscuro; ya en su personaje es más fácil caminar seguro, Can Divit está a punto de vivir algo surreal pero el alma del personaje le pertenece a una persona que, si existe, que, si siente, que estaba a punto de vivir el sueño de su vida…
Se acerca a ella tomándola de su diminuta cintura, la acerca con la posesividad de alguien que sabe que va a tomar algo que le pertenece, y acerca sus labios a los de ella. Presiona sus labios a los de ella, ella hace lo mismo, son suaves y muy llenos, saben a dulce tal como él se imaginó; la acaricia suavemente trazando sus curvas e inhalando fuerte, no había actuación ahí, había disfrutado besarla, pero aún más el hecho de tenerla cerca sintiendo como ambos encajaban a la perfección como aquellas dos piezas destinadas a encontrarse…
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D.
Al sentir su fuerte cuerpo tan cerca del de ella, su mente empezó a nublarse de emociones sin nombre, no sabía que le pasaba. Pero estaba tan atormentada siempre por lo que era correcto y lo que no que ya sentía que se estaba perdiendo a ella misma, así que, en un acto de rebeldía, rozo de manera MUY ligera la punta de su lengua con sus labios… el impacto eléctrico fue tan fuerte que tuvo que alejarse. En la oscuridad, pudo ver sus ojos confundidos, así que aprovecho para salir corriendo de ahí…
Cagri estaba encantado. La escena había salido tal cual estaba en su imaginación, aunque el beso era demasiado largo, iba a ser una primera escena épica. El orgulloso director, en su felicidad, no tenía idea de que la pobre chica corría a su camión a esconderse. Tenía que ocultarse, había hecho mal e iba a pagar por ello. ¿Qué le había sucedido? ¿Porque no había pensado con más claridad y se había atrevido a hacer algo tan descarado?
Ve el reflejo en el espejo y se da cuenta de la triste realidad. Había usado a su personaje como pretexto para saciar su repentina atracción y su insana curiosidad, así que, en un acto de furia, se quita el traje del personaje, no puede seguir usándolo sin sentirse culpable. Algo en la esquina llama su atención, un ramo de flores con una tarjeta: “Felicidades, mi amor” eso solo la hizo sentirse peor, ella era horrible…
Un fuerte golpe la saca de su estupor, sabe quién es. Abre la puerta y él está ahí, se asoma para ver alrededor y entra…
- Lo siento…- susurra avergonzada. No quiere que el piense mal de ella, pero con lo que acaba de hacer iba a ser difícil.
- No lo sientas…- susurra el mirándola fijamente limpiando sus mejillas; toma sus manos con suavidad y las aprieta- si no lo hubieras hecho tú, sin duda habría sido yo…
- ¿Que? - está muy confundida.
- Solo quiero que sepas que esa confusión que está en ti también vive en mí. Pero hay algo que tiene que quedar claro, no estoy enojado u ofendido, al contrario. Aun así, acepto la realidad, así que, ¿qué te parece si lo dejamos entre tu y yo? Será nuestro secreto, nunca lo volveremos a mencionar…
Eso provoca en ella una sensación de alivio, pero llena de tristeza su corazón. Ambos regresan a donde todo el cast celebra el inicio de una nueva era; ambos hacen como si nada pasara, pero en el abrazo que se dan después de cortar el pastel, está la verdad de ese nuevo sentimiento que con mucho esfuerzo intentan negar…
… … … …
c.
Se había prometido a si mismo alejarse de ella. Sea lo que sea lo que sentía no les hacía ningún bien a los dos, ese día mucho menos. Su novio estaba ahí, era evidente que la afectaba ya que era como una sombra negra que estaba detrás a donde sea que fuera. Cuando habían llegado a la locación de la “agencia” había estado riendo y bailando, tomado fotos y videos… todo el mundo estaba de buen humor, pero con el siendo su sombra ese espíritu había desaparecido.
Trataba de hacer un máximo esfuerzo para no verlos juntos, así que apenas habían cruzado palabra más allá de un saludo. Su novio lo observaba con desconfianza, no le importaba, solo quería terminar para que se fuera de ahí y ella volviera a ser la misma.
Ya les tocaba grabar juntos y apenas habían cruzado una mirada, el peso de sus confusas emociones y su coraje por verla tan distinta estaban haciéndose ver en su carácter, tenía que relajarse. Empieza la escena y “Sanem” empieza a quejarse de su jefe sin saber que él está detrás de ella, le sigue el juego y la deja hablar para esperar el momento para interrumpirla. Justo cuando ya le toca entrar, en vez de tocarla del hombro como está escrito en el guion, solo se acerca a ella apoyándose en la encimera…
- ¿Como te llamas? - le pregunta sosteniendo su mirada.
- Sanem…- susurra con la voz entrecortada.
- Sanem…- repite el como si acariciara su nombre.
- Mi nombre es Sanem…- ambos sostienen la mirada del otro. Can siente como si estuviera leyendo entre líneas la avergonzada y desesperada mirada que ella le da… no quiere que este de esa manera, no quiere que sea así entre ellos, pero no puede hacer nada. Se hunde en los pozos cristalinos que son sus ojos aun después de que el director ha gritado corten, es un momento surreal, es un momento único… es un momento donde solo existen ella y él…
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SOLO UNA HISTORIA DE AMOR
RomanceHistoria ficticia de como surgió el amor entre Can y Demet.