_TreeThen_

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Los cuatro tomaron sus cosas y se dirigieron a la pequeña casita del árbol, la cual era de pura madera, una no tan sólida, si no más bien, desgastada, muy desgastada y humedecida.

Pasaban con cuidado, pues no sabían exactamente por dónde pisar, por lo que iban con pasos lentos, hasta que empezaron a oír sonidos de personas que pisaban las hojas secas y algunas ramas del suelo, por lo que aceleraron su paso hasta llegar a dicho lugar para poder esconderse.

Entraron rápidamente, pues la casa estaba escasa de una puerta, lo que les ayudó bastante en ese mismo momento.

Los jóvenes se escondieron detrás de las paredes, escuchando atentamente como desde el lado de afuera, personas iban y venían, sumado a varios murmullos que no lograban entender.

Al cabo de unos, tal vez diez minutos de puro silencio, durante los cuales ni uno musitó ni una sola palabra, el ambiente volvió a tornarse calmado y callado, dándoles una pequeña señal de que el peligro había pasado, y que podían volver a respirar.

Entonces, nuevamente se pararon, compartieron algunas miradas entre ellos, pero nadie dijo nada, hasta que la castaña suspiró, luego sonrió, e inició a caminar por las viejas maderas de aquel hogar.

— ¿A dónde vas? — Preguntó TaeHyung.

— ¿A dónde más? Hay que recorrer el lugar, ¿no quieren venir conmigo? — Propuso ella.

El lugar donde se hallaban contaba con dos pisos, los escalones estaban, en su mayoría, rotos, y si ponías un pie encima de estos, un crujido salía sin vergüenza, dando a entender que llevaban en ese estado hace mucho tiempo.
Siguieron caminando por la planta baja, aunque en dicha sección no contaba con ningún solo mueble, o al menos otra sala donde pasear la vista, solo eran unas paredes con unas pocas ventanas que estaban construidas alrededor de un viejo, pero resistente, e inmenso árbol.

Con temor a caerse o que los escalones se rompieran, los cuatro subieron las escaleras, y se aventuraron a ver que había en la parte de arriba.

Una vez en el segundo piso, allí pudieron apreciar un estante antiguo, más un montón de libros esparcidos en el suelo, algunos sillones desgastados por aquí y por allá, una ventana rota, y unas muy descuidadas paredes.

Jungkook se acercó a una de las ventanas, dejando su mirada en el bosque, explorando la zona desde otra perspectiva.
Sana y Tzuyu se acercaron al estante con los libros desparramados por todo el piso, sintiendo curiosidad por saber su contenido.
Mientras que Tae sólo se quedó sentado en uno de los sillones individuales de ahí, disfrutando de lo cómodo que podía llegar a ser.

Todas las cosas que se encontraban allí, estaban cubiertas en polvo, ya que al parecer, y por lo visto, llevaban así hace más de diez años como mínimo.

— ¿De qué son los libros? — Inquirió Kim, acercándose a Tzuyu, y leyendo el que ella tenía en manos.

— En su mayoría de historia, algún son cuentos, novelas, otros de-...

— Oigan, vean esto — Llamó Jungkook, interrumpiendo a la chica de tez un tanto morena.

Los otros tres se acercaron al ventanal, donde el chico de procedencia coreana estaba mirando.
A su disposición, pudieron apreciar que unos metros más adelante, yacía un tren abandonado, oxidado y viejo, en el medio de un lugar casi desierto, donde al parecer, antes eran estaciones, pero que ahora, estaban olvidadas.

— Suponiendo que sobrevivimos otro día más... ¿Quién se anota para el recorrido al tren fantasma? — Propuso el mayor.

Sana y Jeon asintieron, ya que en esta ocasión, estaban emocionados por ir a inspeccionar dicho lugar. Pero como siempre, nuestra bonita Tzuyu negó con la cabeza, retrocediendo, y mirándolos con desaprobación.

— No, ni lo piensen, la última vez que salimos al bosque, nos encontramos con un espíritu, sumado a que TaeHyung mató a alguien y lo escondió en ese lugar, ¿qué les pasa?, o sea, ¿ustedes van a ir por el mundo haciendo las locuras más idiotas que la vida les dé? — Acusó, confundida, pero a la vez molesta por su insensatez.

— Sip.

— Así es.

— Definitivamente.

Zhou frunció el entrecejo, y se frotó la sien, ya no sabía qué hacer.

— Mira, le dije lo mismo a Jungkook, si quieres volver, está bien, no te diremos nada, pero solo piénsalo un segundo, ¿que vas a tener cuando vuelvas?, dudo que una vida muy feliz, además, tienes quince-...

— Diecisiete — Corrigió.

— Cómo sea, tienes diecisiete años, ¿que otra aventura has vivido a parte de ésta? Solo dime una, que sea mucho más genial que ésto, y nos quedaremos aquí el resto del día — Sentenció — No obstante, si quieres, puedes volver, después de todo, la policía no te está buscando a ti, los delincuentes aquí somos nosotros — Recordó.

Minatozaki, Jungkook, y TaeHyung, miraban atentamente a la taiwanesa, pues su respuesta era todo lo que querían oír en ese instante.
Tzuyu por su parte tenía una batalla interna, sobre sí debía seguir con ellos, o si debía volver a casa junto a su familia.

— Ya va a esconderse el sol, tu decides — Concluyó el mayor.

Ella lo miró, y él extendió su mano.
La menor lo dudó un segundo, pero finalmente la tomó.

El castaño sonrió, aprovechó el momento, y estiró de su brazo, atrayendola a su cuerpo, para darle un abrazo.

— ¡Abrazo grupal! — Chilló la japonesa, extendiendo sus brazos, y uniéndose a ellos.

Kook elevó los hombros con desinterés, y también se unió.

Aunque parezca raro, y un tanto tonto de creer, para los cuatro chicos presentes, ese pequeño abrazo, les hizo sentir como si todo estuviera bien, como si no hubieran problemas, nada de que preocuparse.

Soltaron un suspiro silencioso, y se separaron.

— Bien, creo que está empezando a hacer algo de frío, ¿deberíamos cambiarnos? — Indagó el pelinegro.

— Supongo que si, ustedes vayan abajo, y nosotras nos cambiamos arriba, andando — Planteó la castaña.

— Hey, ¿por qué ustedes arriba y nosotros abajo? — Se quejó Jeon.

— Primero que nada, eso sonó mal, segundo, déjalas, no tiene nada de malo — Aclaró Kim.

— Yah, hagamoslo antes de que cambie de opinión — Protestó Zhou.

— ¡Eso también sonó mal! — Exclamó el mayor, recibiendo un golpe directo en la parte del hombro.

Nimin_36

(editando) ¬ 365 Fresh ¬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora