Apareándose con su Captor

11

Ji Yong se despertó con la cabeza dolorida. Su estómago también dolía, y su respiración...

Inhaló lentamente, con cuidado, sin querer disparar algo.

Su respiración estaba bien. Podría ser mejor, pero no corría demasiado peligro en lo que se refería a su respiración, y mientras mantuviera la calma, todavía podría respirar.

Luego se dio cuenta de por qué estaba teniendo tantos problemas para respirar y por qué su cabeza giraba y su cara se sentía caliente.

Estaba tendido sobre el hombro de uno de los betas que lo habían tomado. El mundo parecía rebotar hacia arriba y hacia abajo con cada paso que daba el hombre.

Ji Yong no estaba seguro de si esto era Tristan o Hoyt, y realmente no le importaba. Quería escapar. Lo estaban llevando a algún lugar, y él no quería que lo lastimaran.

¿Por qué otra cosa podrían estar haciendo esto para no matarlo? ¿Para enseñarle una lección y obtener su venganza por ser expulsados de su manada?

Maggie pareció notar que ya no estaba completamente inconsciente.

―Se está despertando.

Ji Yong se congeló. Mierda. ¿Realmente había sido tan obvio? No lo había pensado así, pero aparentemente lo había hecho.

El hombro debajo de él rebotó con fuerza. El hombre que lo llevaba se rió entre dientes.

―Ya era hora. Ahora puede caminar solo.

Ji Yong se quedó sin aliento cuando fue dejado caer descuidadamente. Intentó tirar sus manos para atraparse, pero estaban atadas detrás de su espalda, y no había nada que lo atrapara.

Rodó hacia un lado para que su hombro golpeara en lugar de su pecho. De esa manera él no sacaría el aire de sus pulmones.

Aterrizar en su hombro casi parecía la peor opción cuando golpeó y sintió la presión de su peso y la gravedad trabajando contra él. Luego se escuchó un ruido diminuto, cada vez más pequeño, en los huesos de su hombro.

Ji Yong gritó todo el aire en sus pulmones. Tanto para mantener la calma.

―Jesús, ¿puedes callarlo? ―Maggie se apresuró a pararse frente a él. Sus ojos brillaron con pánico y rabia. Ji Yong no podía preocuparse. Rodó sobre su espalda, aunque solo fuera para disminuir el dolor, pero el latido caliente todavía estaba allí, cegándole a absolutamente todo lo demás a su alrededor. No podía pensar en el peligro en el que estaba o en dónde estaba y cómo volver a la manada.

Todo en lo que podía concentrarse era en el dolor. Incluso después de que dejó de gritar, no tenía nada más en qué pensar, y su boca permaneció abierta, como si estuviera gritando en silencio.

―Tal vez deberíamos dejarlo así. Y dejar que los elementos lo atrapen.

―Idiota, no podemos simplemente tirarlo en cualquier lugar. Seung Hyun encontrará el cuerpo. Él sabrá que fuimos nosotros, y nunca nos dejará volver a la manada.

Ji Yong jadeó con dificultad para respirar, finalmente pudo recuperarse a sí mismo a través del dolor.

Su cabeza aún estaba nublada y no había nada claro, pero él había oído eso. Ji Yong escuchó a Maggie decir que querían volver a la manada.

―Puedo... puedo ayudarte. ―Ji Yong tragó saliva, aún tratando de forzarse a controlarse. Él podría hacer esto. Él iba a negociar por su vida, y todo iba a estar bien. Ojalá.

Solo tenía que pasar por esto. Tenía que superar esto, y Seung Hyun vendría por él. Eventualmente se daría cuenta de que Ji Yong estaba desaparecido, y él vendría.