Apareándose con su Captor

10

Cuando Ji Yong se despertó, el sol aún brillaba afuera y en la cabaña, por lo que no se dio cuenta enseguida de que era al día siguiente hasta unos minutos más tarde.

Se levantó de la cama, sintiéndose bastante bien después de estirar su espina dorsal hasta que escuchó un estallido satisfactorio, y solo cuando se vistió y se dio cuenta de que lo habían limpiado, y no estaba tan dolorido como probablemente debería estarlo, entonces juntó cuánto descanso había tenido realmente.

Había ruidos afuera, las aves gorjeaban mientras algunos de los niños jugaban entre ellas.

Ji Yong se arriesgó a mirar por la ventana, solo para ver qué estaba pasando allí. El sol estaba saliendo en el este, proyectando sombras que no habían estado allí cuando Ji Yong perdió la paciencia con Taeyang.

Se estremeció al recordar eso. Tendría que disculparse con Taeyang lo antes posible por eso. No quería caminar mientras Taeyang tenía una mala impresión de él. Y a Ji Yong le agradaba Taeyang.

Más importante aún, ¿dónde estaba Seung Hyun? Después de lo que sucedió la noche anterior, que había sido bastante sorprendente, quería ver al otro hombre de nuevo. Quería aclarar un par de cosas.

Seung Hyun parecía bastante molesto cuando Ji Yong lo había acusado de no importarle. Por lo general, eso significaba que a la persona en cuestión le importaba, muchísimo.

Ji Yong solo quería confirmar eso con él. Parecía algo importante en ese momento que vio a Seung Hyun por esa misma razón.

Ji Yong se dirigió a la puerta pero luego se detuvo antes de que pudiera abrirla.

Los repentinos gritos y ladridos de las personas y los lobos que lo habían rodeado ayer, que le habían gritado y le habían arrojado piedras, estaban en primer plano en su mente. Estaba allí de nuevo, en medio de eso, sosteniendo sus brazos sobre su cabeza mientras trataba de evitar que las rocas golpearan su cuello y su cara, pero no antes de que un par de ellos hubieran logrado darle algunos golpes fuertes.

Ji Yong sintió su rostro y luego fue al tazón de agua en el tocador para ver por sí mismo cómo era.

Era agua fresca con un paño limpio. El cuenco estaba lleno. Seung Hyun debió haber cambiado el agua en algún momento de la noche anterior, y eso le permitió a Ji Yong mirar mejor su reflejo.

Ya había sentido su piel. Había sido suave, y ahora, mientras se miraba a sí mismo, apenas podía ver una pizca de moretones en él. Todavía había algo alrededor de su ojo, pero no era nada comparado con lo que había estado allí antes. Ni siquiera podía llamarlo ojo negro. Esto fue bastante bueno. Era como si estuviera completamente y totalmente curado.

Tal vez Seung Hyun lo había estado lamiendo otra vez cuando Ji Yong había estado durmiendo. Le gustaba la idea de que Seung Hyun lo cuidara cuando no lo sabía.

El pensamiento ahuyentó el frío que se había filtrado en el pecho de Ji Yong. Lo llenó de calidez. Era como un líquido suave que cubría cada centímetro de su interior, lo reconfortaba y lo hacía sentir como si pudiera enfrentar el exterior, como si pudiera enfrentar a las personas que lo habían atacado.

Ji Yong iba a ser valiente. No iba a esconderse aquí porque quería ir a ver a Seung Hyun. Iba a encontrar a Seung Hyun, y no iba a dejar que este miedo lo venciera. Él era el compañero del alfa, después de todo.

Ji Yong abrió la puerta. Simplemente no tenía tanta energía como había querido hacerlo, y se quedó parado en la puerta por un minuto más o menos, mirando afuera, asegurándose de que nadie estuviera a punto de correr tras él.

Pasaron unos pocos lobos y algunos de los shifters en sus formas humanas. Los niños miraron hacia él. Ese adulto y los lobos no lo hicieron. Parecía que estaban más felices de fingir que no estaba allí en absoluto.