Los días pasaban con normalidad y pese a que todo aparentaba estar normal es que aún no conocían a sus nuevos integrantes, las dragonas junto a Gintoki hacían cualquier trabajo que se les presentase por la puerta, desde buscar a un gato perdido hasta aceptar trabajos de ayudar a familias británicas en otras ciudades o continentes en busca de objetos antiguos y malditos como una máscara que transforma en vampiros a la gente.
Trabajar para gremios mágicos en otro mundo, visitar el Santuario de Athena para ayudar al patriarca, viajar por el espacio a Namekusei, llegar por accidente a la sociedad del alma al competir por quien aguantaba más la respiración y hasta perderse en una guerra ninja por un loco de ojos rojos que recibió su merecido al meterse con la princesa de la luna y sus sailors guardianes.
Sí, todo era un desmadre al lado de ese grupo para nada parejo, para empezar Tohru y Elma siempre discutían sobre cualquier cosa como si fueran hermanas siendo Tohru la que casi siempre iniciaba las peleas mientras Elma la acusaba con Gintoki.
Kanna que aparentaba ser la tranquila del grupo pero que en realidad era quien más energía tenia al estar siempre en el regazo del permanentado siendo considerada la mini Gintoki al ser una copia casi exacta de él al imitar cada uno de sus hábitos como el hurgarse la nariz en cualquier lugar y compartir el gusto por la lectura de la Shonem Jump junto a sus ojos de pez muerto todos pensaban que era la hija del Shiroyasha.
Y por último Lucoa quien era la otra adulta del grupo quien era calmada y gentil con la que Gintoki salía a tomar siendo ella misma la encargada de traerlo de sus borracheras para cuidarlo siendo casi como la madre que todas acudían para defenderse del samuray que al contrario de Lucoa parecía el típico padre enojón con más canas que arrugas pero que gracias a su cabellera se le era imposible ver.
El distrito de Kabuki había recuperado al Yorosuya, el Yorosuya que siempre debió ser, mientras que el bar de Otose había ganado buena reputación gracias a Fafnir, un dato curioso era que todas por extrañas razones se habían vuelto adictas al azúcar casi como su jefe, no era de extrañar que al entrar a la casa el aire este impregnado de un suave aroma a caramelo.
Justo ese día todos estaban haciendo lo suyo pero la diferencia era que Kanna se la pasaba viendo a los niños que acudían a la escuela desde el balcón de la entrada y eso Gintoki lo pudo notar, antes de siquiera pensar en eso un cliente toco el timbre donde fue atendido por Tohru para luego proseguir a explicar su problema –sé qué hacemos cualquier trabajo... pero esto- Elma solo bufaba con molestia por ese pedido.
–Aunque me duela admitirlo esta vez estoy deacuerdo con ella, esto es ridículo- Tohru solo se giró hacia la cocina mientras Lucoa conversaba con Gintoki en una esquina sobre el repentino trabajo
–que se le va hacer, oye viejo aceptamos- proclamo Gintoki junto a Lucoa que solo asintió; sin mucho que decir ambos dejaron a cargo a Elma y a Tohru en lo que ellos salían a realizar el trabajo.
Solo consistía en asistir a clases y hacerse pasar por la hija de aquel anciano por un tiempo para engañar al sistema, fue una buena oportunidad que el permanentado aprovecho en beneficio de Kanna quien se mostraba más hiperactiva de lo habitual –con que ya has asistido a las escuelas antes, al menos diré que tienes experiencia para lidiar en esos lugares- expreso Gintoki con aburrimiento leyendo la lista de útiles tan caras que la institución pedía, personalmente él pensaba que las escuelas y las empresas conspiraban para sacarle dinero a los padres.
–Debe ser divertido ir a aprender ¿a qué escuelas fuiste Gin Chan?- pregunto Lucoa curiosa si por lo menos su jefe había asistido a esos sitios viendo como este poso su vista de pez muerto en el cielo.
–lo poco que recuerdo es que siempre dormía en clases- contesto este hurgando su nariz tranquilamente llegando a una tienda antigua cubierta de polvo –solo compraremos un cuaderno y un lápiz- rompiendo la lista de útiles pronto Gintoki se ganó una mirada de reproche por parte de Kanna que no estaba para nada contenta.
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La Sirvienta Dragón De Sakata Gintoki
FanfictionLuego de vencer a Utsuro en aquella batalla por la supervivencia del planeta tierra. Gintoki jamas imagino que una simple mentira terminaría por destruir todo lo que alguna vez construyo con el alma de su espada... abandonado y olvidado como un perr...