Anclada a tu mirada de otoño que poco a poco se va marchitando ¿Qué puedo hacer para evitarlo?
Fan de tu sonrisa azul como aquella melodía que te arruya en las madrugadas
Amante de tus rizos marrón que bailan una balada triste con el viento de nov...
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Hay seres que son naturaleza, que no importa si es mucho o poco el tiempo, que acampes en sus rincones, te sanan, te salvan, te aman. Te tatuan de flores, canciones y poesía.
Que llegas harto del mundo exterior, con heridas en el alma, rasguños en el corazón y dagas en la mente... Un torbellino de emociones ásperas.
Que quieres tirar la toalla cada lunes cuando suena la alarma, que cada domingo subes al balcón te dejas mecer por el aire y las lágrimas brotan sin piedad. Tu mente se transforma en un lugar frío y oscuro.
Y de pronto surge una voz, si aquella que calma tus dudas, que abraza a tus demonios, que te enamora con ternura y paciencia, te trae de vuelta a su guarida y te aleja del abismo... Te susurra tranquilo, estoy aquí, te quiero, te necesito, ya no llores.
Tomás el valor de mirarle a los ojos, para prometerle una vez más, que será la última en que arruinaras su orden con tu caos, Tomás coraje para susurrarle: eres lo más bonito de este jodido mundo, porque todos estamos rotos, heridos, vacíos, pero tu no te autocompadeces, tu sanas, curas, llenas, amas, lo intentas cada día y esa es tu magia... Soy un ser tristemente azul y no voy a cambiar, pero tu me aceptas distorsionado, borroso, marchito y creas un cuadro con mi tonalidad sombría, le das un toque de fe verde, amarilla, morada... Y me amas por lo que soy, y yo te amo porque me salvas.
Y cada madrugada que te susurro "solo me importas tú" tienes la certeza de que no miento, tú eres mi pasatiempo favorito, la canción que quiero escuchar eternamente, el cuadro que me inspira profundamente, la poesía que me rescata de la nostalgia.
El mundo es hermoso cuando te reflejas en mis pupilas, sigo aquí solo porque quiero acariciar tu mano todos los días, tu sonrisa es mi antídoto contra la tristeza.
Todos querian cambiar mi tono azul, huían de mi, me juzgaban, me abandonan... Y aquel domingo de otoño, posaste tus pupilas magicas y ¡me salvaste! Tomaste mi mano y me convertiste en poesía azul, sacaste la mejor versión de mi, por eso te adoro, por eso seré siempre de ti y para ti. Me abrazaste y la tristeza que habita en mi se enamoro de tu alma y te escribe versos y los esconde bajo tu almohada, para despertarte enamorado. Pará velar tus sueños con un manto lívido.
Porque soy tormenta eléctrica, pero tus caricias, me transforman en lluvia plácida, que te arruya para dormir.
Hay seres de todas tonalidades, solo basta encontrar la idónea, solo basta quien pueda tener el coraje de mirarte y amarte sin cambiarte hasta el fin y yo te encontré sin buscarte, llegaste a mi, me aceptaste tal cual soy y mis heridas sanaron.
