Anclada a tu mirada de otoño que poco a poco se va marchitando ¿Qué puedo hacer para evitarlo?
Fan de tu sonrisa azul como aquella melodía que te arruya en las madrugadas
Amante de tus rizos marrón que bailan una balada triste con el viento de nov...
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Fuego de luna plateada, enamorada de la naturaleza que habita en tu ser, querer sin merecer, esa es la cuestión, eres una canción tierna y delicada que arruya en la madrugada este corazón moribundo, de amor, de sed agrietado, desorientado sin tu Voz azul, atrapado entre las olas del mar, gimiendo piedad a esta soledad. Espejarme en tus pupilas obsidiana sería mi salvación.
Con devoción anhelo dar pinceladas rosas a tu alma azul y así despertarnos ena(morado)s, mirar cientos de crepúsculos mientras las mariposas que habitan en mi le hacen el amor a tus rizos de miel.
Observa el universo de estas pupilas y te prometo no querrás explorar ningún otro. Cariño mío, te adoro con frenesí, el roce de tu piel hace explotar miles de estrellas fugaces en mi risco, y todos los deseos llevan tu nombre.
Podríamos estar versandonos el alma, pero tu estas allá perdido entre nubes de seda, tratando de encontrar besos de luciernaga y yo aquí flotando en la deriva de este cielo que no sabe hacer otra cosa que llorarte, ¡joder! Te miro y eres arte, con esa sonrisa mística y esas pupilas llamarada.
No tardes que muero de frío, que necesito el sol que habita en tu piel, derriteme de amor el corazón, no temas dejarme en cenizas que ya seré ave fénix por poder posarme una vez más en esos labios de ángel.
¡Incendiame! ¡ámame! ¡Quiéreme! ¡Necesitame! Tu rincóncito intacto esta, ya no huyas más ¡regresa! Que tengo la certeza de que soy yo, soy yo ¡el amor de tu vida!
