Anclada a tu mirada de otoño que poco a poco se va marchitando ¿Qué puedo hacer para evitarlo?
Fan de tu sonrisa azul como aquella melodía que te arruya en las madrugadas
Amante de tus rizos marrón que bailan una balada triste con el viento de nov...
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Recostada a la orilla de tu espalda, con la mirada hacia la nada, tus rizos enmarañados con los míos, tibios labios se deslizan por la piel, el tiempo nos consume como velas ¡pronto cenizas seremos! y por más que intente proteger la llama, esta vez, me temo que no podré salvarle del viento.
Te miró distante, hace dias que ya no te siento y me miento frente al espejo que aún me miras con amor, pero este se fugó por la ventana un verano, extendió sus alas cuál mariposa a posarse en otra flor de primavera.
Tú finges quererme, yo le miento a la rutina: esperando el trágico final, con una taza de café y un libro de Benedetti.
No es que quiera retenerte, tu eres libre de volar en otros cielos, así llegaste a mi, tan místico, pero es que eres lo más bonito que tengo ¿¡por que iba soltarte!? por favor no me mientas más, las cosas saben mejor cuando se dicen de frente.
No tengas miedo de romperme el corazón, que antes de ti, ya lo estaba, pero tu le colocaste una bandita... Ya habrá quien cure la herida que lleve tu nombre.
No te preocupes por mi, ocúpate de ti, que me haces más daño con tus dudas que con tus certezas, me lastimas más con tus mentiras que con tus verdades.
Eres la decisión más bonita que golpeó aquella mañana mientras te acariciaba el sol. Que te juro que ni una duda se asomo, cuando me refleje en tus pupilas, que aún siento las olas del mar golpear este risco cuando me acaricias.
Que tengo la sospecha que un huracán se avecina, amenazando, nuestra guarida y solo yo saldré lastimada. ¡Rompeme! ¡Quiebrame! Pero, por favor ya no mientas más...
Hoy hay un sol precioso, finjo perderme en las páginas de un libro salpicado de poesía... Pero sólo tengo ojos para tu mirar que urga en mi ¿Qué buscas? Puedo verlo, el desastre se acerca.
