Anclada a tu mirada de otoño que poco a poco se va marchitando ¿Qué puedo hacer para evitarlo?
Fan de tu sonrisa azul como aquella melodía que te arruya en las madrugadas
Amante de tus rizos marrón que bailan una balada triste con el viento de nov...
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Dicen que los poetas somos seres solitarios, que vamos por la vida con la herida sangrando, buscando amor en cada sitio roto, sanando corazones y rompiendo el nuestro, tal vez tengan razón.
Plasmo en una hoja frágil lo que en mi corazón late, disculpe usted si en el solo habita la tristeza, la nostalgia y la melancolía.
¡Si! Puede ser que sea un mar desolado, pero ¿Dónde queda la esperanza, el amor y la alegría?
También en mis poemas, mi objetivo es acariciar almas... ¿Qué cómo lo logro?
Con una frase y en tus pupilas desbordandose el mar, mi expectativa es que tu alma sane a través de mis escritos.
Con cada frase, palabra, tú te vuelves a enamorar de la vida, de la naturaleza, de ¡EL! y de la vía láctea que se proyecta en sus pupilas.
Llámenme melancólico, pero yo aún admiro su sonrisa despistada y ese andar suyo flotando entre mariposas y pájaros azules habitando en su melena.
Tal vez ya no estemos juntos y está madrugada yo te extrañe más que ayer y las promesas dormidas estén bajo la almohada, pero mis poemas aún llevan tus caricias.
