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Ignoren la multimedia hasta que vean la notita en negrilla, ahora sí, ¡a leer!

── • ──

Abrí mis ojos de inmediato por culpa de una corriente de aire que se adentraba entre las sábanas y se aventuraba por todo mi cuerpo haciéndome tambalear. Llevé ambas manos a mi rostro, y en vez de sentir mi piel frotándose contra mis ojos, sentí un material rugoso y hasta picoso. Con algo de confusión las alejé, notando que estas se hallaban cubiertas por vendas manchadas con un leve líquido rojizo en ellas. Miré lado a lado, me hallaba solo, en una habitación totalmente blanca y ahí caí en cuenta que no estaba en el Hotel, ni en cualquier otro lugar que haya estado antes.

En ese momento la puerta se abrió de par a par mostrándome a un Charlie con el maquillaje corrido y ojos rojos, la cual corrió hasta mi y me regaló un abrazo algo sofocante.

─¡D-despertaste! ─ comentó con un tono de alegría, pero a la vez su voz se notaba algo cortada─, pasé todo el día a tu lado hasta que te pusieron medicamentos intravenosa y me dijeron que esperase a fuera...

No pude articular ni una sola palabra, me dediqué a observar sus delicadas facciones, que ahora estaban algo maltratadas por culpa del no dormir─notorias bolsas bajo sus ojos─y su cabello algo descuidado pero que aún mantenía su bello color. Llevé tímidamente una mano hasta su rostro, acaricié su mejilla y ella, se aferró a la misma con su mano, entralazándola. De un segundo a otro me percaté de que esto no era algo natural, el cariño... entre nosotros, ni siquiera existía en un principio, pero ahora era algo que mi ser pedía a gritos, atención y sobre todo, mimos.

Ella me sonrió de una manera un tanto... diferente, a lo que usualmente hacía. Esta sonrisa expresaba notoria tristeza pero algo de confort.

─Estarás aquí por un rato más, hasta que el doctor venga. Yo...─se encogió de hombros, metiendo ambas manos en sus bolsillos de su jean, chasqueando su lengua─, me iré a ver a Angel, cómo va todo con él y demás.

Abrí mis labios, deseaba hablar, pero nada salió. Absolutamente nada. Charlie devolvió un último vistazo hacia mí, para guiñarme el ojo y desaparecerse entre las puertas de la habitación.

Solté un leve suspiro para luego asomar mi cabeza con la intención de observar lo que había tras una ventana que tenía a mi derecha. Me llevé una gran sorpresa al no encontrarme con edificios y carros andando de un lado a otro. Todo estaba cubierto de árboles, era un hermoso bosque. Que desprendía ese gustoso aroma de tierra mojada; cerré mis ojos, dejándome llevar por ese embriagante aroma que me traía demasiados recuerdos, tanto buenos... como malos. No me enfoqué en eso, simplemente quise disfrutar de la música que emitía uno de los radios en la mesita de noche que estaba cerca de mí─canción en multimedia─y relajarme un rato.

(...)

Narrativa Omnisciente.

Desde que Charlie abandonó la habitación de Alastor y fue a la del arácnido chico, ella debatía con él sobre lo que realmente había ocurrido, y porqué había ocurrido. El de cabellos blancos se negaba a dar detalles de como acabaron los tres, llenos de moretones en su habitación y desmayados.

Al inicio esta se preocupó en saber como se encontraba, y si los efectos del antibiótico que le estaban dando por intravenosa le hacían efecto. Él notaba como esta mostraba cierto interés y preocupación hacía él, algo que le incomodó y decidió evadir respondiendo de manera cortante y sin detalles específicos.

─¿Por qué no me quieres contar?

─¿Por qué me preguntas a mí? Tienes a Nechles y al otro idiota, habla con ellos. ─La chica se le quedó mirando y ensambló una sonrísa ladina─, ¿qué?

─No seas así conmigo, Angel. Soy tu amiga.

Hubo un leve silencio, a Charlie de cierta manera le disgustó que este no le hubiese dicho de esas típicas respuestas coquetas que Angel decía todo el tiempo. Este solo agachó su mirada y apretó sus puños, intentando retener todos esos recuerdos que llegaban como una tormenta en un día soleado a su cabeza.

─No, no lo eres ─logró pronunciar, a penas en un susurro.

La chica, volteó sus ojos ansiosa, tomó las manos de su amigo con intenciones de hacer que este le abrasara─¡Claro que lo soy!

La reacción del jóven fue temblar ante el contacto físico. Ahora, hasta eso le aterraba, sin importar con quien fuese; apartó sus manos de forma brusca, evitándola.

─¡No! Eres una horrible persona, ahora lárgate de una puta vez que ni verte quiero.

Silencio.

La rubia se mantuvo congelada e impresionada ante tales frías palabras, aterrizó cuando la mirada del contrario se posó en ella, intimidándola y haciéndola regresar de su trance. No le quedó de otra que obedecer. Aunque no lo pareciese, a Dust le dolía desde lo más profundo de sí esas palabras, más que a la que las recibió, pero sobre todo el hecho de que estas solo expresaban realidad. Una jodida realidad que nunca se llegó a imaginar.

Cuando se encontró solitario, nuevamente, llevó una mano a su rostro─el típico "facepalm"─y soltando un quejido de dolor, al haberse hecho más daño en uno de los hematomas que tenía en su cara, sobre todo el que abarcaba casi todo su ojo izquierdo, como si fuera un maquillaje para halloween por lo negro que se hallaba.

Anhelaba con todas sus fuerzas salir de ese maldito lugar que tanto odiaba y largarse del Hotel. Quería alejarse de todo, y para ser específicos, de todo me refiero a "todo lo que le causa dolor". Pero debía aguantar unos cuantos días en el Hospital, o eso fue lo que logró escuchar de las enfermeras que venían a cambiar las sábanas por la mañana.

Se quedarían, los tres jóvenes, internados unos días ahí. Juntos.

Y sin que Charlie lo supiese hasta dentro de unas cuantas horas, esperando a la susodicha respuesta del médico, que ya Angel sabía desde muy temprano.


Esto se va a poner más interesante de lo que parece.


───
N/A:


¿Me odian? Sí
¿Me quieren matar? Tal vez
¿Pandemia? Cuarentena.
¿Cuarentena? Actualizaciones.
¿Hotel? Trivago.

(Ese chiste ya está muerto hace mucho, pero me hizo gracia :'))


No tengo más nada que hacer además de tareas que deja el pinche colegio. ¿Ustedes cómo van con todo esto? Los leo. Realmente es algo que me tomó desapercibida, pero toca adaptarnos para que no empeore.

Tengan bonita madrugada, no se desvelen tanto ;)

Les quiere (y demasiado),

─r.

𝙐 𝙢𝙖𝙠𝙚 𝙢𝙚 𝙛𝙚𝙚𝙡 𝙝𝙤𝙩 | 𝘙𝘢𝘥𝘪𝘰𝘋𝘶𝘴𝘵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora