Capitulo 2: Un café de esencia estricta

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Han pasado los días, y con ella la comodidad de la rutina diaria, como muchos de ustedes aprecio las comodidades de la rutina diaria, la seguridad de lo familiar, la tranquilidad de la repetición. Lo disfruto mucho. Alexia y yo apenas hablábamos, es curioso como algo tan fuerte y tangible puede llegar a ser tan efímero. Estaba lloviendo, era una noche bastante fría, es de madrugada y como siempre, yo no podía dormir, mi mente no se callaba, tenia tantas cosas en mente pero todas decían tu nombre: Thamara...
Me encontraba divagando en la nada, sumergiéndome en mi soledad, en compañía de un café, un irlandés para ser exactos, fue entonces cuando decidí volver a ver los videos de nuestros días juntos, las fotos y viejas conversaciones de aquel día en el que nos perdimos en las calles de esta gran ciudad, se veía tan hermosa como siempre, su hermoso cabello color chocolate, con rizos hermosos que me volvían loco, su estatura, la forma de sus labios gruesos y sus ojos de tamaño mediano, de color chocolate y su piel blanca como las nubes en un atardecer de invierno, usaba un hermoso vestido negro con flores rojas, de escote en la espalda y unos zapatos de suelo color café, caminábamos tranquilamente sobre Av. Reforma tomados de la mano, era una tarde del mes de noviembre, el invierno nos regalaba las tardes mas hermosas con ese bello contraste de luces con el clásico sol de invierno, como es típico del capitalismo, las ventas navideñas ya estaban en su punto, en nuestro camino encontramos una pequeña exposición de nochebuenas, de todos tamaños y de colores cada vez mas extravagantes, ella, como amante de las flores, corrió hacia ellas para observarlas con mas detalle, nunca olvidare su sonrisa, esa sonrisa tan perfecta y hermosa, cada que veía algo que llamaba su atención, abría demasiado los ojos, se podía apreciar con mas detalle su bello color, tomaba mi mano y me jalaba hacia el lugar donde su atención había sido captada, cuando llegábamos, ella daba un mini salto, y con ella su cabello chino, se inclinaba para tomar una maceta y la extendió hacia mi, mientras su expresión de asombro me cautivaba mas que la planta en si, devolvió la planta y me volvió a tomar de la mano y me condujo a lo largo de la avenida, ella iba frente mi y cada cierto tiempo, volteaba a verme, sobre su hombro, sonriendo, y siento una pequeña lagrima correr, puse pausa al video, cerré la laptop y bebí mi café mientras perdía mi vista en esta inmensa ciudad, y por un momento pensé en hacer algo productivo con mi vida, olvidarla y seguír con mi vida, pero en vez de eso cintemore los rincones de la ciudad que en su momento tu y yo recorrimos, pasaron las horas, con ellas los litros de café, no podía dormir, así que, tomé el auto y fui al lugar donde se encuentra su tumba, compre las Gerberas que tanto le gustaban y visité tu tumba.

- Hola mi amor, han pasado 3 meses y aun siento como si fuese ayer... Mira! te traje tus flores preferidas, las pondré aquí, en tu florero favorito, ¿te importa si te hago compañía en esta fría noche?, no podía dormir y te extraño como no tienes idea...

Me acurruque a lado de su tumba, cerré los ojos y me dispuse a soñar con ella...

- Gracias cariño, me encanta cuando me traes flores y se que me extrañas, pero siempre estaré aquí contigo, puede que mi cuerpo no este a tu lado, pero mi alma siempre estará a tu lado.

En mi sueño ella me decía eso mientras acariciaba mi mejilla, quise besarla, sentirla una vez más entre mis brazos y bailar con ella, de esa forma tan característica propia de ella que tanto me volvía loco, fue un hermoso sueño, volvía a revivir una y otra vez el recuerdo de cuando la conocí, el 18 de noviembre del 2015, por alguna extraña razón ella y yo coincidimos en una fiesta de cumpleaños, yo, un niño de 14 años inseguro, gordo, cuyo único tema de conversación era de temas informáticos, en ese entonces yo había descubierto la maravilla del internet, y aprendí a programar, a tal grado que cuando terminaba los videojuegos, los reprogramaba para tener más misiones.
Iba subiendo las escaleras con una mesa plegable que por alguna razón mi madre había llevado, llegué al primer piso, deje la mesa y cuando levanté la vista, ahi estaba ella, sentada como una niña bien portada, cruzada de piernas, con su hermoso cabello chino color chocolate, usaba una blusa ajustada con cuello tortuga de color blanco, jeans algo ajustados, una chamarra de cuero rojo y con la mirada perdida en algún lugar de la habitación, se veía tan hermosa, yo, paralizado por su belleza, apenas y podía moverme y acatar a las órdenes que me daban, nos presentaron y desde ese entonces a la actualidad, sigue siendo la mujer de mis ojos, la dueña de mi corazón, la musa de mis manuscritos y el tormento de mi vida, la profundidad de mi sueño se vio frustrada por mi celular, ya era el día siguiente, lunes para ser exactos, era una llamada importante y en ese momento volví a la dura realidad, tenía que volver al trabajo.

Hasta nunca mi amor, y por siempre mía.Where stories live. Discover now