Capitulo 26: Quiero Volver a Sonreír

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Ya ha pasado una semana desde que supe toda la verdad. Me encerré en un cuarto sin que nadie pudiera entrar. Solo quería estar sola, tumbada en una cama sin que nada entrara en mi cabeza, la cual estaba a punto de explotar.

Los pensamientos constantes  de todo lo que acababa de pasar, destrozaban la poca fuerza que me quedaba, solo podía ver a Eijin diciendo que me amaba, aunque todo aquello era mentira y nada más. 

Matt venia todos  los día a la misma hora, me traía comida, la cual simplemente cuchareaba y dejaba a un lado. Katyna no se acercaba, ni me miraba a los ojos, podía sentir su culpa con solo estar frente a ella. Pero no la culpaba, no sabía por qué, pero no sentía rencor por haberme mentido, simplemente  no podía decírselo aun.

Matt cada vez que aparecía en mi cuarto me decía que Eijin había venido, que deseaba hablar conmigo, que lo mejor era conversar pero yo no le respondía, simplemente  lo escucha en silencio, como si me estuviese hablando de algo sin importancia.

 Fueron pasando los días sin que me percatara de nada, solo podía ver el blanco del techo de la habitación y hundirme en lágrimas.

 ─ Debo estar maldita para que todo me pase a mi ─ dije, mientras me acurrucaba en la cama como si fuera un feto.  Me sentía mal, no solamente emocionalmente ya que sentía como si algo se estuviese moviendo en mi estómago  <<Sera que tengo hambre>> pensaba para volver a dormirme. Pero rápidamente mi estómago volvía a crujir para decirme que era hora que me levantara para comer hasta no dejarme conciliar el sueño  ─ Maldita sea ─ me queje al levantarme de golpe de la cama ─ vale, iré a comer.

 Salí de la habitación, camine lentamente al primer piso.  Al ir bajando por las escaleras pude ver a Matt junto a la entrada mientras hablaba por el móvil, él al percatarse de mi presencia me miro sorprendido. Yo le salude tímidamente y él hizo lo mismo, al parecer no se podía creer que saliera del cuarto voluntariamente.

 Me pare junto a él esperando que colgara para poder preguntarle sobre Katyna porque no la había visto ni siquiera escuchado. Matt siguió conversando por el móvil por unos segundos, pero luego lo colgó rápidamente.

 ─ Hola ─ me saludo con una sonrisa de alivio en su rostro ─ que bueno que decidiste salir del cuarto.

 ─ Bueno, más que una decisión, fue una necesidad ─ le sonreí de vuelta ─ Tengo mucha hambre. Creo que iré por algo de comer y volveré a mi cuarto ─ agregue al final. Me di vuelta para dirigirme a la cocina cuando Matt me tomo de la mano y me detuvo.

 ─Espera. No tienes que volver a encerrarte en tu cuarto Romi ─  dijo mientras me miraba con una mirada cálida y comprensiva que jamás pensé que él pudiera poseer. ─  ¿Por qué no comemos algo los dos y conversamos? No tienes de que preocuparte, no hablare de nada que no desees hablar ─ dijo al tratar de convencerme.

 Sostuve mi mirada por unos segundos al ver su clara intención de acercarse a mí y  notable interés de hacerme sentir cómoda en su casa. Pero no podía evitar el pensar “¿Por qué?” simplemente era la amiga de su mujer y nada más, ya que nosotros casi éramos unos completos desconocidos.

 ─ ¿Por qué? ─ pregunte con curiosidad.

 ─ ¿Por qué?,  Bueno, siempre he pensado que es mejor comer acompañado que solo. ¿No crees eso? ─ respondió con una pequeña risa.

 ─ No, ¿Por qué me estas ayudando? No soy tu amiga, no soy nadie importante y con suerte soy amiga de Katyna. Tú no tienes ninguna obligación conmigo, pero aun así, me tienes hospedada en tu casa, me llevas todos los día la comida, siempre estas tratando de ayudarme de algún modo aun yendo en contra de tu mejor amigo. ─  volví a preguntar más confundida, al darme cuenta que Matt siempre estuvo ayudándome  sin darme cuenta antes.

Mi secuestrador..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora