No recuerdo a qué hora amaneció, solo sé que pude ver los rayos del sol entrar por las cortinas del cuarto haciendo que me cubriera del malestar que me provocaba su contacto con mis ojos.
Estuve unos minutos aferrándome a las sabanas pero no fue por mucho, ya que Matt golpeo mi puerta avisándome que ya era hora de desayunar. Me levante a penas y fui directo al baño. Me mire en el espejo y lo primero que me sorprendió fue ver lo demacrada que me veía. No recordaba cuando fue la última vez que me pare frente a un espejo, lo que me asusto fue ver mis ojos hinchados y unas bolsas que demostraban lo poco que había dormido. << Por dios que horrible>> pensé. Me aleje del espejo y decidí tomar un baño rápido para poder ir a tomar desayuno lo más rápido posible. Me puse la primera ropa que encontré que fue un jeans y una camisa cuadrille. Baje rápidamente al comedor y pude verlos a los dos en la mesa. Ambos me miraron al entrar.
─ Hola ─ salude tímidamente.
─ Buenos días Romi. Ven, tienes que desayunar ─ el único en saludarme fue Matt.
Katyna ni siguiera me dirigía la mirada, seguía comiendo como si ni siquiera existiera. Me acerque a la mesa y me senté junto a Matt. Quede frente a ella y no despegaba mi vista de esta, para de ese modo poder llamar su atención, pero simplemente me ignoraba.
─ Romi… ¿Dime como dormiste? ─ pregunto nervioso al vernos a ambas.
─ No muy bien ─ dije sin darle importancia.
─ Mmm… cuando vamos al doctor le preguntaremos que podemos darte para que puedas dormir bien.
─ ¿Vamos a ir al doctor hoy? ─ pregunte sorprendida.
Matt iba a responder, pero Katyna contesto antes.
─ Claro que si ─ intervino ─ ¿No quieres estar segura si estas embaraza? Además de ese modo si lo estas te puedes deshacer de él más rápido ─comento sarcásticamente.
Al escucharla no pude evitar sentirme atacada, sin poder controlarme salte de mi puesto y para contéstale a su insinuante comentario.
─ ¡¡¡¿Tanto te molesta que no quiera tenerlo?!!! Katyna creí que tu serias la primera en entender lo que estoy sintiendo y no me juzgaría ─ grite ─¡¡¿ Es que no puedes entender que no estoy preparada para ser madre?!! No puedo cuidarme de mi misma y crees que voy a poder con un bebe.
─ Vamos chicas. Por favor cálmense ─ Trato de intervenir Matt.
─ Tu no te metas ─ Gritamos ambas.
Ella se saltó de su puesto y rápidamente comenzó a gritarme.
─ Si, me molesta y porque soy tu amiga no te apoyo en esa tonta idea que tienes en la cabeza. Ese niño no es un envoltorio que puedes llegar y tirar a la basura Romina, además puedes salir muy mal si haces eso.
─ ¿Eres mi amiga? Si fueras realmente mi amiga me apoyarías y entendería por qué no puedo tenerlo. Además tú no sabes nada, si con suerte sabes lo que es un bebé.
─ ¡¡¡Si lo sé!!! ─ Grito furiosa.
Me asuste al verla tan alterada, pero antes de poder responder ella salido del salón y me dejo sola. Matt no dijo nada y simplemente dio un largo suspiro que consterno.
─ ¿Qué fue eso? ─ pregunte confundida.
─ Nada Romi ─ contesto levantándose de su puesto ─ Sera mejor que vallamos al doctor. Ya estamos en la hora.
No me dejo decir nada o mejor dicho no me atreví, ya que él se veía muy serio.
No tardamos en llegar a la clínica donde me había comentado que me realizarían el chequeo. Al entrar no se diferenciaba mucho de los que ya había conocido a lo largo de mi vida, pero alguien destaco al momento de que entramos. Una chica de cabello rizado, estatura promedio, de piel morena que se acercaba velozmente hacia nosotros.
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Mi secuestrador..
Ficción GeneralRomina, luego de haber cumplido su mayor sueño de poder ir a vivir a japón había comenzado a tener una vida muy alegre en ese país. había comenzado a salir con un chico el cual era su primer novio. todo era perfecto asta que un día su vida se cruz...