Eℓ ¢ℓιк ѕóℓσ σ¢υяяє υиα νєz? ☄᭄ ~KσσкV~

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2 años habían pasado del aquel intento de suicidio, jungkook aparentemente estaba mejor desde aquel día, las sesiones con su psiquiatra iban cada día mejor, hoy sería el último día que lo vería, pues ya era hora de que el viviera su día, dia sin depender de un doctor, se habían cambiado de casa, ahora vivían en el centro de Seúl al igual que el profesor Kim, ya que después de lo sucedido, se habían vuelto más cercano, al punto de que se habían vuelto buenos amigos, el pequeño baek ya tenía 4 años y eso era algo que jungkook no quería aceptar, pues se había perdido de un año con su hijo, y ahora apenas se estaba acercando de nuevo a él, en ese año jungkook tuvo que estar en el psiquiatra, Namjoon había arreglado ese asunto para que el pudiera estar fuera de ese lugar y seguir con las consultar fuera de este, Nam vivía ahora, permanentemente con jungkook, ya que después de no haber trabajado durante todo este tiempo, había entrado en quiebra.

El profesor Kim los apoyaba en lo que jungkook permitía y a escondidas le daba dinero a Nam para que este le comprara lo esencial al pequeño baek, jungkook no estaba del todo contento con todo esto, ya que no quería que mal interpretarán las cosas con el profesor Kim, pues el los llevaba a la escuela, a jungkook a su nuevo trabajo, y en ocasiones salía con el pequeño baek, ya que este se había vuelto demasiado cercano al profesor Kim, Baek no recordaba a su padre Jimin del todo, ya no recordaba su rostro, si no fuese por las fotos que jungkook en su teléfono lo recordaba y a veces se ponía triste, el pequeño no sabía que su padre estaba muerto, jungkook le dicia al pequeño que su padre aún estaba escondido trabajando y desde ahí los cuidaba a ambos, claro que, esto no era sencillo, ya que para jungkook mentirle a su único hijo no era sencillo, pero por otro lado no podía romperle el corazón a decirle que su padre estaba muerto, ya que una parte de él aún no aceptaba eso, pues el cuerpo de Jimin no lo habían encontrado, ante aquel suicidio que su esposo había hecho, no negaría que iba al cementerio para ver aquella lápida en la cual estaba su nombre grabado, ahora mismo se encontraba camino a la escuela de baek, hoy tendrían una salida especial, la cual consistía en una tarde en el parque, vio como el pequeño cuerpo de su hijo salió de la escuela, después de aquel llamado de la profesora, iba agarrado de la mano del profesor Kim, como todos los días.

- Bien, campeón listo para nuestra tarde juntos?

- si papi, pero... Puede ir el profesor Kim con nosotros?

- ehh.. Pues, no lo creo cariño recuerda que el profesor Kim no siempre podrá salir con nosotros, en otra ocasión podrá acompañarnos, le avisaremos con tiempo ¿si?

- Tu padre tiene razón baekie, además está es una salida entre padre e hijo, tu padre quiere pasar tiempo contigo.

- Pero yo quiero que tu seas mi padre también

- BAEK! Amor no digas ese tipo de comentarios, disculpa te con el profesor Kim

- No, no tranquilo Jungkook el pequeño no dijo nada malo, no es necesario que se disculpe, tranquilo

- Hyung no sta enojado por lo que dije?

- claro que no pequeño, solo no lo vuelvas a decir

- Bien vámonos baek, estamos distrayendo al profesor Kim

- adiós Hyung. Con un pequeño abrazo se despidió baek

- adiós pequeño, nos vemos más tarde, adiós jungkook

- adiós profesor Kim, nos vemos después y gracias.

🐱

~Los Angeles 2 años después~

Acostados en la cama, sobando la desnuda espalda de su ahora esposo Jimin estaba yoongi, aún tenía mucho miedo, de que un día Jimin se levantará con la idea de regresar a Corea, si bien los dos años de "tratamiento" en el que estuvo sometido para olvidar todos aquellos recuerdos de su antigüo esposo e hijo, al parecer habían funcionado, pues ya no mencionaba nada de jungkook y al parecer estaba más que feliz con su nuevo comienzo que había tenido en los Angeles, había hecho crecer una empresa de la cual ahora era dueño, ya no tenía pesadillas, con su "intento de suicidio" estaba feliz por que había logrado enamorar al 100% a Jimin, eran el matrimonio perfecto. El sonido de su teléfono hizo que lo sacara de sus pensamientos, miró la notificación y al notar que era mi padre abri el mensaje.

No respondí a aquel mensaje, no había nada que responder solo sonreí, pues me alegra que todo parece marchar bien, aunque siento culpa de engañar a Jimin así, pero no tengo alternativa solo me queda olvidar y disfrutar de nuestro recién matrimonio y nuestra nueva vida aquí en los Angeles. Mi padre tiene razón nadie puede separarnos.