📝 | «Mes de enero. Comienzo de año. Trabajo nuevo. ¿Qué más podría pedir, Park Jimin?
Pareja. Es lo que muchos de sus amigos le han dicho. Pero esta absurda idea, él lo quitaba de su mente.
Lo que nunca contó a ellos fue que, va todos los días a un...
Jack no paraba de reír por la cara sonrojada y enojada de su mejor amigo. Había venido a su departamento solo para dejarle sus pertenencias del trabajo y volver a su labor. Sin embargo, lo encontró hablando por teléfono. El chico rubio, perfeccionista y sin tiempo para nadie estaba siendo adorable con alguien, con el pasar de los minutos su voz se volvía dulce de escucharlo y sabiendo de quién se trataba no pudo evitar bromear sobre ello.
—Eres un tonto, ¿lo sabías? —alegó, dejando su celular sobre la mesita.
—Ay, por favor, Jiminie —se cruzó de brazos. —. Apenas pasaron horas o un día de haber salido del hospital, vengo y me entero de que estás saliendo con Taehyung.
Jimin negó con la cabeza, soltó una risa nerviosa y evitó sonrojarse hasta por las orejas por su respuesta. No quería decirle nada sobre su proceso de relación con su chico cursi, ya que solo tenía en mente recuperarse y retomar sus actividades lo antes posible. Se acomodó en el sofá, tomó su té y lo miró estando sereno.
—¿Entonces?
—Créeme, me estoy empezando a aburrir estando tranquilo sin hacer nada —comentó, evadiendo el tema. —. Antes de que llegaras, envié mi reposo y regué mis plantas. Ya quiero regresar al trabajo, Jack.
—No creo que te aburras estando con Tae, ya sabes.
—Estoy hablando enserio.
—Lo siento. Te traje tu portátil, pendrive de todos tus trabajos y lo mejor es que puedes seguir haciéndolos a distancia y entregarlos a Hye —respondió, mostrándole sus pertenencias que estaban sobre la mesa. —. Si hay algún problema, me llamas por interno, ¿está bien?
Jimin asintió.
—Mira, estas revistas no tienen fechas de publicación —prosiguió, con voz seria. —. Hye ya sabe de tu condición, te da las gracias por ser considerado en presentar tu informe médico y te manda una porción de ttok*.
—Gracias, Jack.
Se levantó de su sitio, lo abrazó y acompañó a la entrada principal.
—Te deseo éxitos, Jiminie.
—Antes de que te vayas, dentro de dos semanas debo ir al médico.
—Uh, pronto te pondrás bien, lindo.
—Lo digo para que no me empieces a preguntar por mi estado de salud, tonto.
—Lo siento, ¿vale?
—Estoy bromeando, sé que te preocupas mucho por mí y lo aprecio, pero no dejes de hacer tus actividades por mi culpa, ¿sí?
Jack besó su frente. Abrió la puerta, se despidió haciendo una reverencia y salir del departamento. Mientras, Jimin se sonrojo por el cariño inesperado de su amigo. Caminó hacia el salón, colocó su taza sobre la mesa y observó sus artículos laborales. Con una sonrisa, ahora que tenía las herramientas necesarias para seguir con su trabajo no se iba a aburrir como lo pintaba. De igual manera no tenía que exigirse ni mostrarse fatigado ante ambos chicos.
Se sentó en la silla, prendió el portátil y espero con calma que cargara la pantalla. Miró la hora en su móvil, colocó la contraseña y abrió el programa que utilizaba para editar portadas. Esta vez, sobrellevaría las situaciones como correspondía.
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