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Apenas lograba abrir los ojos, cada una de sus extremidades le pesaba, su respiración agitada le impedía procesar por lo menos un pensamiento, el calor lo agobiaba, las cristalinas lágrimas anteriormente derramadas, se perdían en las capas de sudor recubriendo su cuerpo, realmente se sentía más debil que otros días, no quería enfermarse, no podría salir de casa, aunque dados los extraños acontecimientos de la noche anterior, hubiera preferido esconderse entre sus sábanas para nunca más salir.
Pero el mundo no era tan sencillo, no podía escapar de sus problemas, no podía acobardarse, no podía deshonrar ningunos los valores que su madre le había enseñado...su madre, la extrañaba demasiado, su bondad y delicadeza lograba apaciguar todos y cada uno de los conflictos que hacían presencia en los pensamientos de HueningKai...

Aunque sus piernas no respondían a sus llamados, se vio forzado a levantarse de la cama, al sentarse a la orilla del colchón sintió una fuerte punzación en su sien, aunque le restó importancia y procedió a prepararse su endulzante café con leche mientras observaba sin mucha atención las noticias matutinas...

-El día de ayer, una pandilla fue atrapada robando en el shopping Jewlerys...- Decía una joven periodista rubia.

Mientras que el castaño seguía sumido en sus pensamientos, tomaba lentamente su café, dejando que su mirada se pierda en algún punto del bello árbol de cerezo al que su ventana daba una hermosa vista, el otoño estaba dejando rastros a su paso, varias hojas de este árbol ya habían desaparecido, dejando a la vista la calle siguiente, en la cual no era habitual encontrar mucha gente, rara era la vez que una multitud pasaba el frente del apartamento del castaño, a no ser que fueran días festivos y los pequeños niños corretearan por ambas veredas.
Al terminar su café, por primera vez en la mañana tomó su celular entre sus manos, con la esperanza de que la hora no se le haya ido de las manos..

06:30

Lamentablemente, contrario a lo que él esperaba, la hora había pasado demasiado rápido.
A paso acelerado acomodó algunos mechones que se asomaban sobre su frente, tomó su celular, su mochila, sus auriculares, y corrió en dirección al instituto.
Las calles desoladas le causaban un frío vacío al castaño, podría decir que algo de temor se había apoderado de HueningKai, pero el no lo admitiría, hace años vivía en aquel barrio, y nunca le había ocurrido nada fuera de lo normal...

-Cuídate niño- Le advirtió un hombre calvo apoyado en una de las paredes de ladrillos, a unas 3 calles de su instituto -Las calles son peligrosas hoy en día- Añadió con una pequeña sonrisa ladeada.

-Claro...gracias- Siguió su camino con un estremecedor sentimiento es su espalda.

Caminó alrededor de una cuandra más, cuando sintió un filo punzando en el costado derecho de su abdomen, y una respiración en su cuello, de reojo pudo observar que era el mismo hombre de hace unos instantes.

-Escúchame niño, sé cosas que podrían perjudicarte en todos los sentidos, a tí, y a todo lo que te rodea- Su respiración se había cortado, su cuerpo estaba estático ante la estremecedora voz de aquél hombre, solo quería huír de aquel sitio, no volver a ver a ese hombre, no sabía siquiera por qué cosas tan extrañas le estaban ocurriendo.

-¿T-tu enviaste los mensajes?- Pregunto el castaño temeroso y con voz temblorosa.

-No sé de que hablas, niño... pero si llegas a decir una palabra sobre mí, prometo que iré a tu lindo apartamento, y te cortare todas y cada una de tus lindas facciones-

Dicho eso, el hombre soltó a HueningKai, que se limintó a correr hacia su instituto, miles de preguntas lo agobiaban, ¿Quién era ese hombre? ¿Cómo sabía donde vivía? ¿Él sería el que envió esos mensajes? ¿Se enteraría realmente si el dijera o no algo? Lamentablemente, no tenía respuesta a alguna de ellas, solo le limitó a respirar hondo, y adentrarse en aquel gran campus frente a sus ojos.
Se sentía perseguido, sentía todos los ojos sobre él, sentía que en el momento en el que se diera la vuelta, aquél hombre estaría apuntándole con la navaja en la yugular.

-¿Cómo te la pasas, Kai?- Escuchó la voz de Taehyun detrás de él, lo cuál lo hizo dar un pequeño respingo en su lugar, no se había percatado que estaba parado en medio el pasillo, quien sabe cuanto tiempo estuvo ahí.

-B-bien, algo cansado, no dormí muy bien- Dijo forzando una sonrisa, para evitar preocupaciones por parte del otro.

-No te ves muy bien, hermano, estas pálido, nunca te había visto con ojeras a decir verdad, y tus labios...Kai tus labios están temblando, ¿tienes frío?- Su tono tranquilo pasó instantáneamente a uno de gran preocupación, está bien, aún tenía miedo, algo de ansiedad lo carcomía por poder contarle lo que habia sucedido, ya que,después de todo, era su hermanito, la persona más cercana que le había quedado..

-Estoy bien,Tae, tengo algo de frío, tal vez sea el cambio climático es todo- Diji, dejando a un no tan convencido Taehyun detras de el, hundido en la intriga, aunque en realidad este no dijo nada.

-Está bien, ¿almorzamos? Tengo muchísima hambre- Suplicó el más bajo.

-Claro que sí, adelantate, debo dejar los libros- Aclaró el castaño, levantando levemente sus brazos mostrando una pila de libros de ciencias.

-Está bien, te espero en la mesa junto a la ventana- Dijo el pelirojo desapareciendo por la gran puerta de madera que daba al comedor.

Mientras tanto, HueningKai se dirigía a su casillero, una vez allí depositó la pila le libros en el cubículo, en él habian fotos suyas, de su madre, algunos stickers y lo que parecía ser...¿una carta?

Intrigado, agarró el sobre entre sus delgados dedos, lo abrió para rebelar el contenido dentro de esta, allí se encontraba otro pedazo de papel, no tenía rastros de un remitente, pero solo un receptor -HueningKai- Con manos temblorosas leyo el contenido que había en ella..

"Sé quien eres, y de lo que eres capaz Kai, sabes que tienes miedo, nunca está mal aceptarlo, después de todo, deberías tenerlo en cierto punto...como sea, solo recuerda, que cada estrella brilla a su manera, y si no te salvas a tiempo, lamento decirte que no brillaras como una estrella, te convertirás en una...estas advertido, pequeña flor".

-Anónimo

Sus manos sudaban y su corazón palpitaba, en cuanlquier momento podría sufrir de una terrible arritmia, cada bello de su cuerpo de había erizado al leer cada palara...¿convertirse en una estrella? ¿a qué se refería?.
Debía tranquilizarse, por lo que aquella carta, en un instante se convirtió en un bollo de papel, que instantáneamente voló hacia es cesto de basura más cercano, el castaño tomó aire, se relamió los labios, cerró su casillero y acto seguido se dirigió hacia el comedor.
El aroma a café inundó cada rastro de él, fácilmente pudo rastrear a su amigo, que ya tenía su desayuno en la mesa.

-¡Kai! ¿Por qué tardaste tanto?- Dijo este con la boca llena de hotcackes

-Cochino, traga y luego te respondo- Dijo con una finjida mueca de asco, a lo que el pelirojo solo masticó, y con ayuda de un sorbo de café logró quedar libre de rastros de comida.

-¿Me dirás ahora?- Dijo entrelazando sus dedos y apoyando su menton sobre estas.

-Nada, se me cayeron unos libros y los levanté- Aún no tenía la suficiente seguridad de comentarle su situación, simplemente temía por su amigo y lo que podría pasarle.

-¿Osea que tragué sin degustar para nada? Maldita sea, Kai- Dijo este metiendose un gran bocado de hotcackes con nutella.

-Eres un asqueroso, Taehyun- Acotó el más alto entre risas...

˚₊· ͟͟͞͞➳❥My Flower*ೃ𝕊𝕠𝕠𝕜𝕒𝕚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora