En esta ocasión, Shoji y Midoriya debían cuidar de Eri y Katsuki a quienes habían perdido de vista al rededor de diez minutos, habían volteado a comprar algo en la máquina expendedora y cuando se dieron cuenta ninguno de los dos estaba ahí
Mientras que Izuku estaba cerca de sufrir un colapso por no encontrar a ambas personas Shoji estaba tratando de usar su Quirk en la edificación de U.A, habían quedado en distraer un poco a ambos pues Aizawa hablaba con el resto de la clase en los dormitorios de la misma
Habían pasado dos semanas desde que Slavik había aparecido frente a ellos en el centro comercial y la clase no necesito de una advertencia más, así que no habían dudado en decírselo a su profesor, todos los profesores habían tomado medidas sobre la situación y ahora especialmente que se acercaba Navidad
Mientras tanto, Eri y Kacchan habían salido de la U.A pues a pesar de que estaba nevando y que hacia mucho frío a ambos les apetecía caminar por algún lugar que no fuera el campus de la academia, estaban seguros que ya conocían todo el lugar así que comenzó a hacerse aburrido
Pasaron a algunas tiendas a comprar galletas, dulces y algún chocolate caliente que se detuvieron a beber en una banca cerca de la plaza donde se encontraban, en cuanto lo terminaron siguieron con su recorrido, aún no perdían de vista la U.A y claro, un edificio tan grande era casi imposible dejar de verlo
Eri caminaba de la mano con Kacchan, el más alto caminaba al mismo ritmo que la pequeña para no arrastrarla y ser él el que era arrastrado, iba algo distraído observando de reojo su reflejo en las ventanas de las tiendas, sin reconocerse aún, el no era así, el gritaba y odiaba a todos, no necesitaba del calor de nadie y tampoco de su compañía, pensó en todos los cambios que había tenido y aún no estaba seguro de sentirse bien consigo mismo ahora, pero ya lo hablaría con Deku o Kirishima quienes solían escucharlo más que nadie
Un pequeño jalón lo saco de sus pensamientos, Eri lo miraba fijamente con una cara algo preocupada, ella no sabía ni tampoco tenía por qué saber que era lo que había pasado con el chico que había tocado los tambores en el festival, pero podía preocuparse porque al chico le costara sonreír, la peliblanca le sonrió y el ceniza correspondió y siguieron con su recorrido
Algo atrajo la atención de ambos, al pasar por un lugar que se suponía era un callejón había una bonita vista a un lugar lleno por la blanca nieve, además de que en el inicio del callejón un pequeño conejito estaba ahi.
La más pequeña camino hacia el lugar y Katsuki la siguió, Eri quiso tomar al conejo y se adentraron en el callejón, de ser todo obscuro ambos llegaron a un lugar en donde no había edificación, el ceniza trato de volver junto a la niña, pero ya no estaba el callejón, estaban en algún lugar de Japón con la nieve cayendo sobre sus cabezas. El conejo salió huyendo del lugar a prisa.
Una risa se escuchó y Toga salió de entre algunos árboles, Katsuki puso a Eri detrás de él, aún no tenia toda la capacidad de usar su Quirk como antes, había entrenado con todos, incluso con aquellos con los que nunca lo había echo y aún así no consiguió mucho avance, pero, pelearía por esa pequeña que se aferraba a su pantalón.
Un sonido llamo su atención, detrás de él Dabi salió con una sonrisa y una mirada de arrogancia que lo puso más nervioso, necesitaba sacar a Eri de ahí ahora
Saco su celular y se lo dio disimuladamente a la menor, el la había visto jugar alguna vez con el aparato y había llamado a Kirishima por error, estaba seguro de que podría hacer algo así otra vez
- Escucha, necesito que te vayas, corre cuando te lo diga y llama a quien puedas, Eri
La peliblanca tomo el celular, asintio con la cabeza a pesar de sentir miedo, Toga se lanzó hacia Bakugou quien contra atacó con un explosion que daño un poco su mano debido a la escasez de nitroglicerina, volteo a ver a Eri y susurro
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Recuperemos su sonrisa
FanfictionKatsuki Bakugou siempre ha sido rudo y hasta cierto punto bastante cruel, pero siempre tenía una sonrisa en su rostro, ya fuera de felicidad o de arrogancia la tenia, pero ahora no hay más que un par de ojos rubies llenos de terror. Será el trabajo...