Recuperemos su sonrisa

...Sonreír...

Hacía mucho escucho que el tiempo lo cura todo, no recuerda si fue en una película, tal vez un libro, incluso una conversación, simplemente no recuerda dónde lo escucho, pero no creía en esa frase

Podía ser que aún no había pasado el tiempo suficiente para cerrar por completo la herida en su corazón, podía ser que el tiempo no curaba todo y solo hacia que la gente olvidará lo sucedido

En estos tres años habían pasado muchas cosas, habían ocurrido cosas malas, pero por alguna razón no las recordaba, solo recordaba aquellas acciones que hacian que una sonrisa se dibujara en su carita

Una de ellas la recuerda con mucha lucidez que apesar de que pasó por un momento de miedo, recuerda todo lo demás con cariño

Salió con su Squad al centro comercial, había pasado una tarde agradable entre tiendas de ropa a las que la única chica del grupo entraba, las tiendas de videojuegos y comics, el arcade en el centro comercial y la hora de la comida en el puesto de hamburguesas que amaba

El sol se estaba poniendo y caminaban por las calles de fuera del centro comercial, observando los puestos y todo lo que vendían, encontraron entre ellos un puesto de chucherías, se entretuvieron viendo que papas y que gomitas comprarían para engordar felizmente en casa de Katsuki

Salió del local por el exceso de olor a dulces, tomo aire y observo el cielo, dos años de encierro le habían provocado el hábito de mirar el cielo sobre su cabeza; estaba comenzando a llover, las nubes de verano dejaban caer sus gotas sobre las personas en una parte de Japón

Volteo atrás para ver cuánto tardarían en irse, viendo a Kaminari discutir porque las gomitas de lombriz son mejores que las de ositos, río por ello. Entonces su risa desaparecio

Unos gritos se escuchaban, su desarrollado sentido del oído le permitía escuchar a una chica pidiendo ayuda

Dudaba en ir, esa era la principal razón de que terminara prostituyendose en contra de su voluntad, pero aún con ese temor se acercó, camino tres tiendas más hasta llegar a un callejón, detrás de los enormes contenedores de basura encontró a dos personas

Escuchaba con más claridad los semi-gritos de ayuda de la joven y los lacivos y asquerosos comentarios del hombre, se armó de coraje para enfrentarlo

- ¡Oye idiota! ¡Dejala en paz!- se hizo ver entre la luz de la farola en la entrada del callejón

- ¿Por qué debería? Mírala, vestida tan descubierta, su faldita... Me lo pide aunque ella diga que no quiere- hablo el transtornado hombre

- Por qué ella te dijo que no... Dejala ir- ordenó el ceniza miéntras se adentraba más al callejón

- Tu voz me suena-dejo caer a la chica al suelo y el adulto se acercó al rubio, descubriendo ambos de quién se trataba

- T-Tu- titubeó Katsuki al ver a uno de sus ex-clientes, lo recordaba perfectamente, pues este lo obligaba a vestir prendas femeninas al momento de violarlo

- Zero ¿Me extrañaste?- y antes de que Kacchan reaccionara el bastardo se le lanzó encima

- Sueltame ¡Imbécil!- grito cuando el enfermo bajo su mano hasta su entrepierna

Pero está vez no se dejaría caer, había tardado bastantes meses, pero ya lo tenía en su mente grabado

No era un juguete

Usando una explosion se lo saco de encima aturdiendo al hombre, con su rodilla lo golpeó en el estómago sacando el aire de su cuerpo. Se levanto y usando una llave lo inmovilizó en el suelo

- ¿Estás bien?- la chica que se encontraba semidesnuda asintió aún sin salir del shock

- ¡Kacchan! ¡Kacchan!- escuchaba como lo llamaban, buscandolo