Little White Lies [Mini-Novela]

Epílogo

E P I L O G O:

Cinco años después.

-Justin, ¿Qué haces aún echado?-Mamá esta entrando a mi habitación y abriendo las cortinas de mis ventanas. Gruño cuando el sol llega a mis ojos y me tapo con la almohada-¡Justin! ¡son las cuatro y media y la boda es la cinco y veinte!

Mis ojos se abren y me levanto rápidamente, haciendo que mi cabeza proteste. 

-Mierda-mascullo corriendo al baño.

-Esa boca Justin-me reprende mi mamá con el ceño fruncido.

No me detengo a disculparme, entro al baño y me doy una ducha rápida, me visto en el mismo baño poniéndome el terno. Me pongo los zapatos formales negros antes de lavarme los dientes y hacerme mi típico peinado.

-¿A dónde demonios fueron ayer ustedes dos?-pregunta mi mamá cuando salgo del baño.

Me detengo a mirarla detenidamente. Lleva puesto un vestido azul agua que le llega un poco más arriba de la rodilla. Tiene el pelo tomado y unos cuantos mechones a su costado. Tiene un poco de maquillaje y aunque esta con el ceño fruncido se ve realmente hermosa.

-Tyler me llevo a un club, tomamos mucho y llegamos borrachos.

-¿A que hora llegaron?

-A las siete de la mañana mamá-Tyler aparece de la cocina ya listo, luce bien, con su terno negro y una corbata morada.

-¿Hace cuánto te levantaste?-le frunzo el ceño.

Tyler se ríe.

-Hace más o menos dos horas.

-¿Y por qué demonios no me despertaste?

Tyler se encoge de hombros.

-Porque es tu boda, no la mía.

Después de unos cuantos meses de que _____ me perdonara, me convenció de hablar con Tyler ya que éramos hermanos y no podíamos estar peleados toda nuestra vida. Así que hablé con el y ahora todo es como antes.

Pequeños pasitos se sienten y un pequeño niño se asoma desde el umbral de la cocina. Vestido con un pequeño terno negro, camisa blanca, con una pequeña corbata gris y unas converse negras se ve la cosa más tierna. Su cabello café oscuro esta desordenado. Sus grandes y bonitos ojos color pardo están brillando con admiración.

-¡Papá!-grita cuando me ve y corre hacia mi. Me pongo en cuclillas y cuando llega a mis brazos lo levanto del suelo. El enrolla sus pequeñas piernitas en mi torso y sus brazos en mi cuello.

-Hola hijo. Que guapo estás ¿Quién te puso así de guapo eh?