Alemania, el país con
un misterio enorme,
una familia hecha
para matar, bien entre-
nado. ¿En que usaria
esa ventaja?
Claro, en un ruso.
Alemania al igual
que este sovietico,
se pierden en los
ojos contrarios,
y los dos,
luchan con un...
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Este capítulo se lo dedico a TeOdorolvarez, espero y lo leas tomatito. ♡
[...]
— Hmp, Russland, no puedes manejar la cocina por ti mismo.
Alemania suspiró, y como un acto de agradecimiento beso la mejilla del sovietico. Con una venda que tenía en el cajón de su mesita de luz, empezó a vendar la mano del ruso.
Rusia sonrió al acto ajeno, cuando termino de ser "medicado", cerro y abrió su mano derecha, dando movimientos circulares además.
— Solamente quería hacerte una ensalada rusa...
— Lo sé, y gracias. No tenía hambre igual.
Alemania aun reposando en su cama, se tapo hasta los muslos, portaba un short negro con rayas blancas y una remera extragrande color rojo. Y como si fuera extra, unos calcetines que llegaban un poco menos a las rodillas con dibujos de periquitos. A su lado, volvió a agarrar el libro que sostenía anteriormente y busco alguna página en específico.
Rusia, sentado a su lado, tomo las mejillas del alemán y beso toda la cara de este.
Pero ni así llamo su atención, sus ojos seguían posando en aquellas palabras sin sentido. Eran escrituras romanas, como algo de History Chanel.
— ¡No me ignores!, cuesta llamar tu atención y cortarme la mano sin querer fue complicado.
Alemania ahora miraba al sovietico arqueando una de sus cejas, soltando una risilla contestó.
— ¿Haces esas cosas para llamar mi atención, Rusky? — Rusia asintió con un leve sonrojo, era algo muy estúpido. — Bueno, no fue en vano por lo que me conste... Mi vida es aburrida ahora que tengo que estar tirado en esta cama... — al euroasiatico le tembló el cuerpo hasta oír las últimas palabras del europeo— Ahora deberás hacer mi trabajo.
El de ushanka abrió sus ojos como platos, levantándose repentinamente de la cama encurvo sus labios, ¿se lo ordeno acaso?
— N-no, n-no puedo. ¡Deberás deshacerte de este pasatiempo o busca a alguien más!
Alemania saco la manta que lo cubría, y con dificultad en sus pasos se dirigió al ruso. Sosteniéndose con los brazos ajenos; por su tamaño no llego a los hombros, cada vez ¿Rusia crecía, ó Alemania se encogia?
— Rusia... No te preocupes, Japón te ayudará. Él es mi ayudante. Además, a mi jefe no le molestara, me traes las cosas a mi y luego me encargo yo cuando mejore — sonrió de una forma que tranquilizo al más alto— es fácil. ¡Estas entrenado como yo!, creo...
¿Eso era posible?, un ruso totalmente manipulable, luego de negarse varias veces, Alemania uso su último recurso, pucheros y ojitos de perro, a tal acto el hijo comunista no podía negar. Así que, sí, ahora Rusia es una máquina de matar temporalmente.
Digamos.
[...]
— ¡puedes entrar Russ! — guardo su teléfono a un costado, luego el mencionado abrió la puerta de la habitación y entro en esta. Acomodándose alado del germano.
— Y... ¿Dijo que no?— Alemania sonrió de oreja a oreja, mostrando esos filosos dientes blancos como la nieve. — eso es un No obvio. Que mal... Bueno a comer.
— ¡no idiota!, dijo que no tiene problema, pero tendrás que hacer algo más o menos complicado, estará Japón no te olvides.
Rusia empezo a sudar, ¿que verga debía hacer?
— Di-dime que hago...
— Heh, debes ir a la mansión de Canadá, más bien a la oficina de ellos. Buscar un archivo y traerlo. El archivo es una carpeta color celeste pastel con una etiqueta que dice "ChierBot proyect 59". — tomó la mano del ruso y entrelazo los dedos aun con esa sonrisa — tengo tu equipamiento... Hay que estar listos siempre, ¿no?
Rusia ladeo la cabeza, mientras que Alemania buscaba algo bajo su cama, cuando solto un quejido, parecía arrastrar algo pesado.
— Ta-da~ — ante lo dicho, el germano arrastro una caja roja hasta los pies del ruso, donde luego de un rato dudando, se agacho para verlo con más curiosidad. — oh, vamos Russ, no es una bomba o algo así... Fijate que no haga "tic - toc", quizás me equivoque de caja.
Rusia ignoro el comentario de su amado, tomó la caja por debajo y la apoyo en la cama.
Con algo de lentitud, sacó las pertenencias que este tenía, era un traje negro con capucha, un cinturón aparte con funda(de cuchillo y pistola), unas botas negras y guantes negros, y en lo más profundo de la caja se hallaba una pistola junto un cuchillo irreconocible, pero tenía muy lindo mango de color rojo.
Rusia recogió la pistola, era un tanto pesada. Fijándose que este con seguro que era así, la examino.
La mano del germano le saco de sus pensamientos.
Alemania le extendió una cajita transparente, dentro de ella se hallaban 10 dardos color violeta y rojo. La mitad de cada uno
— Cambiate cariño. Y usalos como se debe, los violetas contienen anestesia y las rojas... Bueno, su color lo indica. — su sonrisa porfin habia sido apagada— Japón estará allá en un par de minutos, apresurate. Un auto negro te esperara, iras en un avión privado y volverás lo más rápido posible con el neko ese. Japón te dará más detalles ahí.
Rusia asintió callado, poniendo su rostro más serio, beso de forma rápida los labios del europeo. Tener que dejarlo le partía un poco el corazón, bueno, mucho en realidad.
Agarro la caja con todo ya adentro y bajo. Como un acto de velocidad, ya cambiado y armado, se deshizo de algo; dejo su ushanka dentro de la caja, abrió la puerta de la cabaña sin dificultad ya que esta no estaba cerrada curiosamente y al salir, era un día muy lindo.
Sus ojos observaban con dificultad, se oían pajaritos, y un fresco viento chocaba con su rostro.
Uso su mano como sombra, para notar un auto negro estacionado en frente suya, la puerta se abrió dejando ver una silueta blanca con vestuario negro, igual a la suya.
— ¡Hola, Rusia-Kun! ¿Listo para suplantar a tu senpai? — Japón sonrió moviendo cariñosamente su cola de un lado a otro.
