Alemania, el país con
un misterio enorme,
una familia hecha
para matar, bien entre-
nado. ¿En que usaria
esa ventaja?
Claro, en un ruso.
Alemania al igual
que este sovietico,
se pierden en los
ojos contrarios,
y los dos,
luchan con un...
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[...]
— Eso es lo más estúpido que escuche en mi vida, Rusky trusky
Rusia hizo una mueca, mientras observaba como el japonés tomaba su café.
— Es más estúpido saber que nunca has besado a alguien. — Japón desviaba la mirada, recordarlo era vergonzoso — bueno, это странно о вас (es raro de ti)
Japón seguía sin mirar al ruso mientras sonreía, ambos estaban en un edificio en Italia, Rusia primero se negó a entrar al país, pero Japón lo convenció con darle vodka en secreto.
Ambos portaban aún sus trajes y armas, eran mirados de mala forma por clientes o empleados de aquel edificio, parecía una clínica.
Rusia estaba parado en frente de Japón mientras que el otro tomaba un café sentado mirando la nada.
El soviético mirando de reojo el lugar, se encontró con alguien que posiblemente no le haya visto, era la ONU junto a su hermana OMS.
— Япония, ООН здесь — se cubrió el rostro mientras junto su capucha cubría todo lo que podiasu rostro.
Japón a aquellas palabras se asustó un poco, ¿qué hacían ambas organizaciones allí?, solamente debían encontrarse a... Oh, no.
el FBI se acercaba a esas organizaciones, parecía buscar a alguien desesperadamente, hasta que se encontró con el rostro de Japón e hizo una señal.
Japón entendió a que se refirió y miró a Rusia de forma seria.
— Rusia, no te pongas nervioso pero FBI va a venir para acá. Siéntete seguro de hablarle. — dicho eso, Japón se levantó con su café y se dirigió hacía las organizaciones unidas y la organización de salud mundial. Llamado su atención mientras el FBI se acercaba a Rusia.
— Привет...
La organización agarro el brazo de Rusia que aún estaba cubierto, y lo llevó a una oficina cercana que estaba vacía, era un chucherio. Ahora ambos se miraban fijamente, aunque la organización debía levantar un poco la mirada.
— Do you have the request? (¿tienes lo que pedí?) — habló el de gafas negras extendiendo su mano.
Rusia sacó el archivo que se encontraba dentro del traje, y se lo entregó al habla inglés.
— All right, how's Germany? (Muy bien, ¿cómo está Alemania?) — Decía mientras revisaba hoja por hoja.
Rusia trago en seco, ¿acaso él...?
— Он в каюте, он все еще в постели, у него много ран... (esta en la cabaña, tiene muchas heridas...) — suspiró, lo extrañaba sinceramente, aunque era un día desde que no se vieron.
El menor miró por un momento el decaído rostro cubierto y su mirada se asqueo un poco.
— It's more than obvious, their old wounds open, and besides, two Latinos!, those filthy ones only serve to steal and kill... (era más que obvio, las viejas heridas se abren, y además, dos latinos!, lo único que hace es robar y matar...) — a lo dicho, Rusia se impresionó.
— ¿latinos?, ¿quiénes?
El fbi miró al ruso con una mueca. Había matado un mosquito sin querer.
— Uhm... Argentina, era el objetivo. Pero estaba su hijo, el que se parece a USA, el de ojos raritos...
Rusia dio una leve risa, confudiendo a la organización.
— Es su hermano y se drog...
— Is it legal? — interrumpió el de gafas, el ruso respondió asintiendo de forma nerviosa.
— Oye... Ehm, Перестанет ли Германия это делать...? — lo último trato de decirlo en susurros, pero el soldado llego a escucharlo y sonrió de forma extensa.
— ¿Por qué?, es un buen soldado, además, dentro de poco todo terminará. — cerro la carpeta, y la guardo junto a otros archivos. — le diré que lo cubriras, cuando él se sienta mejor, ambos podrán salir al exterior. Claro; sin decir nada, en es especial tú. — apuntó al ruso — ¿por qué te metiste en sus asuntos...?, la víctima debía ser Polonia.
La conversación fue interrumpida por alguien ingresando a la habitación, Japón parecía preocupado, de inmediato llamó a Rusia así despidiéndose del fbi ambos.
Rusia estaba curioso, Japón le llevaba de la mano con prisa fuera del edificio, cuándo salieron, entraron en la camioneta y ahora se dirigían a territorio alemán. El asiático empezó a dejar caer lágrimas, el sovietico notó esto y lo acurrucó en su pecho tratando de calmarlo.
— ¿qué sucede? — trató de hablar lo más tranquilo posible.
El nipon rodeo a Rusia con su fina y blanca cola, con dificultad al hablar.
— E-es I-Italia... Esta i-internado... Él y España están e-enfermos... — su voz quebrada le hacía sentir culpa al ruso — ¡ha-hay que decirle a D-deutsy!
Rusia asintió, mientras trataba de controlar los sollozos del japonés.
El asiático estaba enamorado de su amigo, y se notaba. Le era doloroso hablarle sabiendo que no te ama, esta casado, y esta internado por riesgo de salud. ¿Y si lo perdía?, definitivamente Japón ahora iba a tomar licencia.
