Un flash, muchas cámaras, todas apuntan a mí, no siento vergüenza hasta que nuestros ojos se cruzan. Sus ojos acompañados de su sonrisa anunciaban algo que yo solo sabía, todas esas cosas que hicimos ayer.
Estaba tan caliente, y su manos hacían el contraste, temblaban sus caderas cada vez que tocaba su miembro, por dios que se apresurara y tocara toda la longitud ferozmente.
De nuevo la cámara captaba su expresión, ¿qué pose haría? Una sexy, una elegante, una expresión dominante, si dejaba de pensar fluía mejor, pero no podía, Jooheon le observaba más que otras veces, no le podía ver bien pero seguro que sonreía, su ritmo aumentaba lentamente, sentía aún los labios dulces de Jooheon sobre los suyos, sin darse cuenta abrió levemente la boca.
El camarógrafo decía reiteradamente lo que quería, y Changkyun obedecía pero dándole un toque propio.
Suficiente con este vestuario, era momento de cambiarse, y las estilista ni cortas ni perezosas lo hicieron, este atuendo era más formal, era un saco negro con un buen bordado, estaba bien.
Se colocó de nuevo, y al divagar en una pose notó que otra modelo había llegado al lugar, y comenzaban del otro lado de la habitación a tomarle fotos, el tiempo corría y corría, y así mismo se llenaba todo, la cantidad de fotos que se habían tomado ese día, fueron tantos vestuarios que a Changkyun le pareció muy poco profesional el hecho de que solo fueran dos modelos para tanta ropa.
Un descanso de diez minutos para una merienda, después de tantas horas era al menos humano. Se sentó Changkyun en una silla-sofá que había fuera del set a comer un sándwich que Jooheon le había brindado.
— Dios estoy cansado. — Movió su hombro de modo que este tronó. — Solo faltan las secciones con la modelo, tranquilo solo es un vestuario.
Changkyun solo asintió dando un mordisco al sándwich. Siempre estaba de mal humor cuando estaba tantas horas seguidas haciendo algo, sea lo que sea, por lo que se limitaba a no responder nada, porque seguro lo haría con mala gana.
El camarógrafo llamó a todos rápidamente para supuestamente terminar temprano, pero el mismo era el que seguía repitiendo una y otra vez para tomar más fotos, esto parecía interminable, por suerte la modelo a su lado parecía profesional.
Miró hacia afuera y vio a Jooheon esta vez más cerca del camarógrafo, al parecer monitoreando lo que tomaba, no pudo evitar clavar su mirada en él, esperaba al menos una hamburguesa por todos los ejercicios y dietas que le hace pasar la empresa cada vez que hay una sesión.
Después del flash de la cámara vio los ojos de Jooheon brillar, sus ojos resaltaban esta vez sobre su cabello negro, sobre todo después de haberse quitado sus anteojos, su mirada parecía felina, y parecía estar cazándole. No podía dejar de desearlo, incluso después de haberlo hecho en el auto, trataba de ignorarlo pero sin darse cuenta volvía a girar los ojos a él, sonrió, Changkyun también lo hizo, siendo después regañado por el camarógrafo.
Unos minutos después el camarógrafo dio un alto a todo y se pudieron ir en paz. Jooheon le miraba mientras se cambiaba su ropa, y lo hacía sentir ansioso, esperaba que Jooheon le dijera algo, pero esto no pasó ni después, mi cuando iban en el elevador, ni en el estacionamiento. Changkyun se subió rápidamente al auto.
— Sabías que el pantalón que llevabas apretaba muy bien en un sitio. — Jooheon comentó riéndose. — La modelo miró abajo varias veces.
— Entonces tú también mirabas allá abajo. — Se río y luego se estiró — No quiero hacer de nuevo una sesión tan larga.
Quejándose se estiró, Jooheon de el compartimiento del auto sacó unos dulces y se los ofreció, tomados felizmente por Changkyun.
Este por más que pensara en otro cosa, existía dentro de él todavía un difuso pensamiento de hacerlo con Jooheon, ¿se vería muy caliente? incluso después de hacerlo en la mañana, y en un lugar tan abierto después de todo, suspiraba una y otra vez. Comenzó a mordisquear la uña de su pulgar.
Jooheon seguía hablándole, sin soltar la vista del camino, Changkyun reía de vez en cuando por su comentarios, pero hablar con Jooheon solía le hacía recordar más lo que pensaba en un principio, sobre todo cuando pararon frente a su casa.
Se quitó el cinturón de seguridad, y dio una vuelta hacia Jooheon quien alzó una ceja. Changkyun lo besó.
— Pensé que con lo de la mañana era suficiente, me sorprende que tengas energía todavía. — Jooheon pasó su pulgar por los labios del otro, y después lamío lentamente estos.
— Aún soy joven. — respondió sencillamente.
— Me haces sonar como si yo fuera un viejo Changkyun.
Los dos comenzaron a besarse de nuevo, Changkyun le acariciaba el muslo a Jooheon, hacía que sus dedos hicieron un poco más de presión que su palma, y travieso a veces subía un poco más arriba del muslo, Jooheon sonreía cuando hacía eso.
— Quédate en mi casa. — Dijo muy cerca de sus labios.
— Al menos invitame una copa Changkyun. — Jooheon sonrió.
Changkyun estaba ansioso, esto por lo que pensaba, quería hacer más cosas con Jooheon, el había encontrado su nueva adicción, era tan dulce y buena que cada vez la necesitaba más.
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Un lado mío me dice que le meta historia y otro que le meta chingadera.