Thirteen

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Era gracioso, solo unos días después ya las noticias de Changkyun y Jooheon se habían esparcido como el fuego. Este fuego era demasiado grande y caliente que ni un gran avión podría acabarlo.

Después de un mes, por suerte, ninguna marca de la cual era modelo lo había abandonado, a pesar de las enormes peticiones que habían en línea, a los tres meses suponía que ya todo había pasado, él suponía que la gente ya se había olvidado de todo esto, por lo tanto, ya no sabía que hacer, debía ya volver a trabajar, como si esos pensamientos estuvieran en la cabeza de otro, fue llamado para un nuevo trabajo, dentro de unos días haría una sesión de fotos de una gran marca, muy conocida.

Al menos sentía que Jooheon se había relajado, pues en la foto como que medio censuraron su rostro, todos los días lo llamaba para asegurarse que estuviera bien, incluso antes de ir a dormir lo hacía, la preocupación de Changkyun disminuía, en su calle habían más rondas de policías, había colocado cámaras de seguridad e incluso esos vidrios de interrogatorios de películas.

Aprovechó para dormir todo lo que pudo antes de ese día.

Desde un principio todo parecía ir normal, era como siempre había sido, llegaban al lugar, le maquillaban, le vestían, y pues a tomarse muchas fotos. Las horas pasaban y era momento de cambiar el atuendo, cambiar escenario, entonces fue de nuevo adonde las maquillistas, todo iba bien hasta que a lo lejos oía susurrar al encargado de tomar la fotos a través del teléfono.

— Sí, la verdad es que no parece que batea para ese lado, se ve muy masculino. — Si supiera que aunque susurrara Changkyun lo escuchaba.

El camarógrafo siguió hablando, sus comentarios no eran groseros, si no mal bien de mal gusto, se estaba hartando porque le molestaba que ni si quiera tuviera los huevos de decírselo a la cara, si fuera más joven e igual de peleonero como antes ya se lo hubiera abalanzado para agarrarle a puñetazos.

Como pudo lo ignoró, pero sentía como su vena estaba a punto de salir de su cabeza, su expresión tal vez estaba siendo amarga y si seguía se mostraría con cero ganas de terminar el trabajo. El set terminó de montarse, solo faltaba la pieza principal.

Pasando de largo se sentó en el sofá que habían preparado, a esperar que el fotógrafo se le cayera la cara de vergüenza al verlo, pero como nunca sucedió y siguió hablando decidió hacerse notar.

— Que falta de profesionalismo. — Con voz grave dijo alto, chasqueó su lengua.

Sintió como si todos voltearan a verlo, a pesar de que las iluminaciones lo dejaban un poco ciego. El fotógrafo giró la cabeza disimulando como si solo hubiera hablado de él cosas buenas, era el tipo de persona que de un principio simplemente odiaba.

Gracias a algún lado acabo esto mucho antes de lo planeado, que manera de volver al trabajo, pensó Changkyun, pensaba que todo volvía a como antes, que el escándalo fue más que una preocupación tal vez muy exagerada sobre lo que pasaría después, el creía poder controlar esto. Se subió entonces al carro con Jooheon.

— Me arden los ojos de tanta luz, — se estiró para tronar uno de sus brazos. — Me duele el cuello y la espalda.

— A mí me duele el culo. — Señaló Jooheon.

— Que asco Jooheon, y con un viejo.

Changkyun había visto así por encima a Jooheon hablando con uno de los staff de ahí, sabía que en realidad estaba coordinando todo, a Jooheon al parecer le dio gracia su comentario porque se puso a reír.

— Prefiero que me duela el culo por otra cosa. — Miró pícaro a Changkyun.

— ¿En serio? Porque hace unos días  compré unas carnes y unos chorizos podemos hacer una barbacoa, comer hasta que no sintamos mal, y que nos de diarrea. — Jooheon pareció constipado. — Te duele el ano después, pero dime si no lo vale por una buena barbacoa.

— Iba a decir que prefiero tener sexo duro, pero te juro que tu idea suena tentadora, en esta opción también tengo la posibilidad de meterme algo largo a la boca.

Changkyun comenzó a pensar que fue buena idea comprar tanta carne, de una manera u otra las rebajas en el supermercado servían, solo debía poner el carbón en el asador que había afuera y comenzar.

Bien como iban llegando bien se quitaban sus zapatos, Jooheon de una vez buscando las carnes en el congelador. Changkyun buscó el carbón y aunque se demoró un poco al final si lo encendió, la carne olía deliciosa, más cuando se le puso el dulce sabor de la salsa. Los dos se tomaron unos minutos mientras esperaban ya casi por el resultado final.

Ambos un poco cansados por la noche que ya estaba cayendo comenzaron a ver sus teléfonos. Changkyun rápidamente se aburrió y lo dejó a un lado.

— Deberíamos besarnos. — Soltó Changkyun sin más.

Jooheon alzó la vista del teléfono, Changkyun se le abalanzó encima, le mordió el labio e introdujo groseramente su lengua, se apoyaba en el sofá. Ambos se miraban fijamente sin ser incómodo, Jooheon tenía las pupilas dilatadas, le daba un toque sensual, esta vez nadie podía tomar foto, no después del tipo de vidrio que puso. Se fueron perdiendo lentamente en esos movimientos, tranquilamente se flotaban entre ellos, sus muslos con las entrepiernas del otro.

No pararon hasta que el sonido de una botella rompiéndose los sacó del trance, ambos alzaron la vista recordando que estaban cocinando, la vista fue peor, porque vieron como el asador estaba en llamas y comenzaba a avanzar hasta las paredes de casa.

— ¡Busca el extintor! — Gritó Jooheon.

Changkyun sorprendido corrió hasta la cocina que es donde se encontraba el extintor, lo tomó y corrió hasta afuera, soltó el seguro de este mismo y comenzó a soltar la espuma en el fuego que tenía cerca y que amenazaba si avanzaba un poco más a quemarlo, maldijo viendo todas las cosas que había puesto cerca del asador, la mayoría era herramientas, la podadora, y un poco de madera, no sabía si podría lograr apagar el fuego, el solo continuó, vio como Jooheon traía un cubo de agua para tirar al césped, la sorpresa fue grande cuando vio como cerca de sus pies tiraban una botella, perplejos los dos retrocedieron, la botella de la cual al romperse hizo que se prendiera de nuevo el césped, otras cuatro más fueron tiradas, una de ellas hizo crecer el fuego, acercándose hasta dentro de la casa. Esto era imposible apagarlo con un solo maldito extintor que tenían.

Rápidamente tomaron sus teléfonos para llamar a los bomberos y reportar lo sucedido antes de que se pusiera peor. Vió desde lejos como esta vez dos botellas eran arrojados contra los vidrios, como intentando romperlos. Era obvio que alguien estaba haciendo esto.

Para evitar cualquier desastre salieron de la casa, los bomberos deberían estar cerca, suerte no tenía ninguna mascota ni nada vivo allá adentro.

— Changkyun, mira esto. — Jooheon le llamó hasta la pared que la cerca.

Su ira subió, era uno de esos extremistas, si esto ya no era un atentado contra él, la empresa estaría siendo una mierda ahora, porque no sólo se trataba de lo escrito en la pared, si no que están intentando prender su casa, aún cuando se suponía que había más policías haciendo ronda.

Leyó de nuevo el mensaje.

"Muere maldito homosexual"

No tenía planeado esto ni un poco, pero hace unos días cerca de mi casa, hubo creo que un corto circuito en la casa del vecino, entonces la casa comenzó a arder, en ese momento me asusté un poco porque se escuchaba como dentro de ella explotaban c...

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No tenía planeado esto ni un poco, pero hace unos días cerca de mi casa, hubo creo que un corto circuito en la casa del vecino, entonces la casa comenzó a arder, en ese momento me asusté un poco porque se escuchaba como dentro de ella explotaban cosas, lo que más destacaba era una niña gritando.

Pensaba que estaba atrapada o algo, pero al parecer todo está bien, nadie tuvo heridas, nada de nada, lo único que hubo fueron daños materiales.

Say so ⇢ JookyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora